Libros de ayer y hoy
TLAXCALA, Tlax., 27 de diciembre de 2016.- Al primer cuadro de la ciudad de Tlaxcala, no le cabe un alfiler. Y no precisamente porque califiquemos por nuestro orden urbano al listado de ciudades patrimonio y nos sature el turismo. Lo decimos porque cada cuadra desde la central de autobuses hasta el mercado municipal, está plagada de transporte público.
Sí. Líneas de transporte que con un paupérrimo concepto de servicio, llevan a tlaxcaltecas todos los días a la escuela o trabajo. Bien dicen ellos “Estamos aquí para dar un servicio, no de calidad, pero si indispensable”
El drama en el transporte comenzó cuando la empresa Tuxag reactivó esta semana un permiso obtenido en 2013 para circular desde la PGJE en Tlaxcala hasta Chiautempan; situación que provocó la molestia de otros transportistas.
La razón: son malos para mejorar y por ello no aceptan competencia.
Convertidos en monopolios y grupos de “poder”, los transportistas y quienes se dicen sus líderes, se sienten dueños de las calles no sólo de Tlaxcala, sino de la entidad. Basta que una nueva línea de transporte ingrese a dar sus servicios para que los agremiados a organizaciones como “De la defensa de transportistas”, amenacen a la SECTE con paros y bloqueos afectando únicamente al usuario.
Algo le saben y por ello la costumbre del gremio de amedrentar a la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, Gisela Santacruz Santacruz, quien además ha demostrado ser selectiva y generosa con las empresas a quienes, en un chasquido otorga concesiones, permisos, placas y la apertura de nuevas rutas.
El problema no es si cabemos o no en Tlaxcala con más rutas, tampoco el hecho de que exista competencia; el verdadero conflicto es que algunas líneas de transporte ofrezcan como “servicio” una ofensa al usuario, quien además paga.
Los líderes deberían estar ocupados de la seguridad de sus choferes, quienes trabajan sin las mínimas condiciones de respaldo financiero y legal frente al elevado riesgo de su trabajo.
Si de quejas se trata, que se ponga el piso parejo. Primero que se regule el servicio de todas las líneas de transporte público en la entidad y se permita la competencia.
Después, ponerle lupa a los monopolios no estaría tantito mal.
Hasta la Próxima…
@nayecuca89