De norte a sur
Los gobernadores surgidos de Morena deberán enfrentar a la justicia. El Cartel de Sinaloa amplia su red del fentanilo.
Varios gobernadores surgidos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al igual que en su momento lo hicieron diversos priistas y panistas, deberán rendir cuentas y enfrentar a la justicia.
Esto, no sólo por el desvío de recursos públicos para su beneficio personal y de sus más cercanos colaboradores, sino por su falta de atención a las víctimas y a las familias afectadas por la violencia institucional y de los grupos delictivos; por los abusos cometidos desde el poder público y por haber permitido junto con los alcaldes de su mismo partido, la consolidación de los grupos criminales que no solamente generaron con su violencia asesinatos y desapariciones de miles de personas, sino también desplazamientos de pueblos enteros.
Los casos del veracruzano Cuitláhuac García Jiménez – al que ahora Claudia Sheinbaum Pardo pretende integrar a su gabinete–, el chiapaneco Rutilio Cruz Escandón Cadenas; el sinaloense Rubén Rocha Moya y la guerrerense Evelyn Salgado Pineda, quien es la que da la cara, pero quien realmente gobierna es su padre el senador Félix Salgado Macedonio, el poder tras el trono, con amplios antecedentes de estar ligado a grupos delictivos que operan abiertamente en dicha entidad, son cuatro ejemplos claros que requieren que la fiscalía general del país les haga imputaciones y vayan a la cárcel.
En el caso concreto del egresado del IPN, Cuitláhuac García Jiménez, durante su gestión como gobernante de Veracruz, de acuerdo con el Observatorio Universitario de Violencia Contra las Mujeres, el delito de desaparición repuntó con 527 feminicidios, 512 homicidios, 3,515 desapariciones y 2,806 casos de violencia o agresiones.
La exsenadora y actual diputada local por el PAN, Indira Rosales le dijo al propio Cuitláhuac García que dejaba Veracruz con el primer lugar nacional en secuestro, segundo en extorsión y corrupción, tercero en robo con violencia, séptimo de mayor incidencia delictiva, sexto en delitos contra la vida, el cuarto en feminicidios, el sexto en desapariciones y el décimo en trata de personas. Además, 8 periodistas fueron asesinados.
Un dato. Hay que recordar que el secretario técnico en la Jucopo del Senado en la pasada legislatura, José Manuel del Río Virgen, muy cercano de Ricardo Monreal, fue encarcelado por Cuitláhuac García achacándole un asesinato político y salió en libertad meses después tras comprobar la falsedad de la imputación. Lo mismo le ocurrió a la jueza local Angélica Sánchez Hernández, a quien se le detuvo dos veces por acatar un amparo.
Otro caso es el del chiapaneco Rutilio Cruz Escandón Cadenas, cercano a Andrés Manuel López Obrador. Desde hace algunas semanas, familiares de personas desplazadas por la violencia y otras más que han sido secuestradas y asesinadas, pidieron tanto al saliente Rutilio Escandón, así como al gobernador entrante Eduardo Ramírez, y a la presidenta Sheinbaum, priorizar la búsqueda de sus familiares.
Escandón, que en la administración pública fue agente del ministerio público de la Procuraduría del Distrito Federal en la delegación Coyoacán, subdirector general del Instituto de Salud Mental de Baja California, delegado en el Instituto Nacional de Migración en Ixtapa-Zihuatanejo, Guerrero, director jurídico de Banrural en Oaxaca; director general de la Comisión Electoral de Chiapas y director de la frontera sur del Instituto Nacional de Migración, en Chiapas, entre otros cargos, tuvo un sexenio en el que diversos grupos delictivos se asentaron en dicha entidad afectando inclusive a las regiones zapatistas y se acrecentó la violencia.
En otro caso, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que su gobierno no tiene información sobre el reclutamiento de estudiantes de química por el Cártel de Sinaloa, según un reportaje de The New York Times.
“Hoy pregunté en el gabinete de Seguridad) y no hay información sobre esto”, respondió en la conferencia matutina de Palacio Nacional. “Hay una serie pero que ocurre en Nuevo México, una serie muy conocida que recibió muchos premios de un profesor de química en EU que hace apología de esto. Vi algunos capítulos no la vi completa, pero a lo mejor de ahí lo sacaron, porque no tenemos información y en todo caso a las y los estudiantes de química, que no se metan a eso”, puntualizó.
The New York Times apuntó que, desde hace cuatro años, el Cártel de Sinaloa contrata estudiantes y profesores para hacer más fuerte el fentanilo que se fabrica en sus laboratorios clandestinos. En dicha investigación se apuntó que grupos delictivos convierten los campus universitarios mexicanos en centros de reclutamiento, atrayendo a estudiantes de química con grandes ganancias.
Personas involucradas en la producción del fentanilo señalaron al diario neoyorquino que estaban buscando personal altamente calificado para hacer la droga más potente y enganchar a más usuarios. Si lo consiguen, según las autoridades estadounidenses, esto marcaría el comienzo de una nueva y aterradora fase en la crisis del fentanilo, en la que los cárteles mexicanos tendrían más control que nunca sobre una de las drogas más mortíferas y lucrativas.
El diario entrevistó a siete cocineros de fentanilo, tres estudiantes de química, dos agentes de alto rango y un reclutador de alto nivel. Todos ellos trabajan para el Cártel de Sinaloa, que según el gobierno estadounidense es el principal responsable del fentanilo que entra por la frontera sur de Estados Unidos. La paga es un aliciente. Un estudiante de segundo año contó que el reclutador que lo abordó le ofreció 800 dólares (16 mil 375 pesos mexicanos) por adelantado más un salario mensual de igual cantidad. Aceptada la oferta, los estudiantes son llevados a un laboratorio clandestino oculto en las montañas.
* Por vacaciones esta columna volverá aparecer hasta el 14 de enero próximo.