Libros de ayer y hoy
Susan Rose-Ackerman, suegra de la titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Irma Sandoval, invitada por su nuera, brindó la conferencia “Combate a la corrupción desde el Derecho Administrativo”.
Expuso que “La corrupción es un crimen de oportunidad y cálculo. Su incidencia puede estar influenciada por la cultura, pero fundamentalmente depende de las instituciones y leyes bajo las cuales operan funcionarios públicos, empresas y ciudadanía.” (Comunicado 108 de la SFP)
Identificó a la corrupción como un problema sistémico, por lo que se requieren medidas disuasivas de la corrupción, en particular, reformas institucionales que inhiban su práctica, es decir, eliminar los incentivos corruptos. “Necesitamos ver qué ganan las empresas, dónde se generan los espacios para el soborno o el cohecho” (ibid), manifestó.
La académica e investigadora propuso, entre otras acciones, “mejorar la estructura de los programas sociales, rediseñarlos para reducir la discrecionalidad de las y los servidores públicos en su manejo, que puede ser mediante la entrega directa de los beneficios”. (ibid)
Así como “simplificar trámites en los campos gubernamentales más vulnerables a la corrupción, como son las compras y las obras públicas, donde llega a aumentar costos hasta en 50% tanto para el gobierno como para la sociedad”. (ibid)
Además, dio sus puntos de vista sobre algunas acciones que ha iniciado el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Señaló que “no es partidaria de “adelgazar la burocracia” y al gobierno para disminuir la corrupción, puesto que a la par se reducen los beneficios que puedan ofrecer los programas gubernamentales… si el sistema es “obeso” y no sirve para el propósito que fue creado, incentiva la corrupción, para lo cual propuso reformarlo erradicando las ‘rentas’ o ingresos que los funcionarios públicos generan a partir del propio diseño del programa gubernamental… Hay que evitar reducir presupuestos sin reducir la carga de trabajo, porque podemos estar aumentando los incentivos para ser corruptos… mejorar la estructura de los programas, no reducir el volumen gubernamental a través de la simplificación de los trámites para prevenir la corrupción.” (sdpnoticias.com)
La revista Expansión por su parte, destacó que para Susan Rose-Ackerman, el combate a la corrupción debe ser mediante “reformas institucionales e instauración de estructuras de gobierno más transparentes, susceptibles de ser monitorizadas por la opinión pública y los medios”.
Es una pena, que su hijo, John Ackerman, no ayude al presidente, con luces como las expuestas por su madre, Susan Rose-Ackerman, quien trazó la ruta que se debe seguir, si en verdad se quiere abatir la corrupción: hacer “reformas institucionales e instauración de estructuras de gobierno más transparentes, susceptibles de ser monitorizadas por la opinión pública y los medios”; “simplificar trámites en los campos gubernamentales más vulnerables a la corrupción, como son las compras y las obras públicas…”; “mejorar la estructura de los programas sociales, rediseñarlos para reducir la discrecionalidad de las y los servidores públicos en su manejo…”
Apunta Susan Rose-Ackerman en su libro “La Corrupción y los Gobiernos: Causas, Consecuencias y Reforma”, que “… el objetivo primordial de toda reforma debería ser reducir los beneficios que se obtienen de pagar y de recibir sobornos, y no simplemente apartar las “manzanas podridas”.
Por ello la urgencia de que las y los legisladores realicen ya, las reformas necesarias para reducir y eliminar los beneficios de la corrupción, entre otros, que queden impunes quienes participaron, participan, fomentaron y fomentan la corrupción. No debe ser la privación de la libertad, el único castigo. Lo más importante es que sean obligados a pagar una indemnización que sea superior a lo devengado ilícitamente.
La clave para reducir, tanto la corrupción como la alta incidencia delictiva, es eliminar la impunidad con la que operan. En tanto los que cometen los ilícitos sepan que no les va a pasar nada, la corrupción, el asalto, el robo, el asesinato, la extorsión y en general todo acto criminal, seguirán campeando a lo largo y ancho del país.