Claudia Sheinbaum busca frenar especulación en precios de gasolina
Morelia, Mich., 18 de marzo, 2017.- Pareciera que cuando hablamos de reestructuración de deuda pública es para tratar de corregir lo que otros gobiernos hicieron mal. En algunos casos es verdad, en otros no, incluso hay elementos para asegurar que hubo desvíos de recursos ante la escasez presupuestal en varios estados del país.
En el caso de Veracruz, el Congreso local, “con el voto de Morena en contra, las bancadas de PRD, PAN, PRI, PVEM y Juntos por Veracruz aprobaron la solicitud del gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares para reestructurar la deuda del estado, que consiste en ampliar el periodo de pago, de 19 a 30 años, y renegociar los 21 créditos bancarios por 46 mil millones de pesos que contrató el ahora ex gobernador Javier Duarte de Ochoa y las obligaciones que de ellos derivan”. (La Jornada)
Primero llama la atención, la irresponsabilidad de los diputados locales, que aprobaron tanto endeudamiento, porque todo parece indicar que no sólo hubo desvío de recursos (de un programa para otro) sino que fue botín del ex gobernador priista y sus funcionarios. En tanto, el gobernador Miguel Ángel Yunes, quien carece de calidad moral, decidió prolongar la deuda 11 años más, con el pago de más intereses, para poder hacer frente a las dificultades financieras.
A primera vista, pareciera que en Michoacán ha ocurrido lo mismo, pero no es así. En un plan perverso se descentralizaron servicios de educación federal y de salud, sin embargo, no se destinaron recursos para hacer frente a estos compromisos. Para solventar estos gastos de más de 4 mil millones de pesos anuales, los gobiernos federales otorgaron partidas discrecionales fuera del paquete presupuestal.
El primero gobierno, por ser de oposición, fue el de Lázaro Cárdenas Batel, quien logró solventar los gastos extraordinarios con la contratación de deuda de poco más de tres mil millones de pesos. Sin embargo, quien tuvo que endeudarse por más 12 mil millones de pesos (sin contar pasivos) fue Leonel Godoy Rangel, porque su acérrimo adversario político, Felipe Calderón, le retiro todos los apoyos extraordinarios, incluyendo la llamada partida secreta.
Fue muy criticado por los priistas, pero al arribar Fausto Vallejo le ocurrió lo mismo con Calderón, y por no haberse separado del cargo (por su enfermedad), tal y como se lo propuso el Ejecutivo federal del gobierno de Enrique Peña Nieto, tampoco recibió el apoyo para el rescate financiero. Ahora, pero por motivos políticos, Fausto Vallejo está a punto de ser expulsado del PRI, y posiblemente será acusado por el desvío de recursos.
Este desvío evidentemente no fue un hurto, sino que ante la falta de liquidez para pagar las nómina de miles de empleados, se vio en la necesidad de utilizar recursos de varios programas y dependencias para poder pagar a los trabajadores.
Es obvio que en buena parte de la crisis económica gubernamental ha sido por abandono, por inequidad, ya que la distribución de los ingresos nacionales es injusta. Se acerca más a la realidad este análisis de lo que ocurre en casi todo el país, sin dejar de observar que ha habido gobernantes y funcionarios que se despacharon con la cuchara molera, pero no todos.