Poder y dinero
Horacio Erik Avilés Martínez
1) Destaca la ausencia de la noción siquiera, o, aunque fuera de dientes para afuera de la palabra “fraternidad”, justo cuando se acaba de publicar “Fratelli Tutti”. Había temas profundos, realmente humanistas de los cuales hablar ya propiciados por la Encíclica, que parecía inmediata forma de abordar los temas de la carta. No escucha ni lee los signos de los tiempos el inquilino temporal de Palacio Nacional.
2) El que te adula no es fraterno, sino todo lo contrario. Hay mucho elogio hacia el Papa Francisco al inicio de la carta.
3) No hacer odas. Elogio en boca propia es vituperio. Los autoelogios hacia el gobierno no van con una carta de ese nivel. Mucho menos, con los muertos de este gobierno hasta el momento: 65 mil asesinados, cientos de niños con cáncer, 83 mil muertos por COVID-19 reconocidos oficialmente y 173 mil muertes “en exceso”. Es decir, ya son más de 300 mil personas fallecidas a las cuales hay que honrarles su memoria.
4) La petición de los códices es correcta, pasa. Es un préstamo entre jefes de Estado. Podría ser lo más rescatable de la misiva.
5) La insistencia en las disculpas ya agravia la dignidad nacional y compromete, por ende, nuestra soberanía. No me siento representado en ese acto, que si bien, no es genuflexo como los anteriores presidentes, sí que es tozudo.
6) Cita AMLO a Miguel Hidalgo: “las conminaciones solo tienen por objeto la opresión”. ¿Cuál es el objeto y la intención de insistirles a la Iglesia Católica y a España a ofrecer disculpas?
7) Dice que tal acto “causaría la felicidad de la mayoría de los mexicanos”. ¿Por qué habríamos de cimentar la mayoría de 129 millones de mexicanos nuestra felicidad en que la Iglesia Católica, España y el Gobierno de México conjuntamente le hicieran honores a Miguel Hidalgo y a José Ma. Morelos y Pavón?
8) Se apropia de causas de indígenas, de conquistados y vencidos sin dar voz a ellos. Así también, de lo padecido por los héroes independentistas sin que a quienes estudian, defienden y siguen su vida, obra y legado se les haya tomado parecer.
9) Cero referencias a los verdaderos valores de los liberales que realizaron actos históricos en las transformaciones mexicanas: ni la libertad, ni la igualdad ni la fraternidad merecieron aparecer nombradas siquiera en la misiva.
10) ¿Y si mejor le dedica misivas insistentes a sus funcionarios para que sean honestos, veraces, respetuosos, incorruptibles y austeros? O mejor aún, ¿y si invirtiera más su tiempo en gobernar?
Seguramente no va a recibir sino un respetuoso acuse de recibido. Y ya es mucho decir.
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