Indicador político
El abstencionismo es el enemigo a vencer en estas próximas elecciones, pero en esta ocasión hay mayores alicientes para votar, porque está en juego visiones legítimas de país a partir de proyectos ideológicos diferentes, por ello puede ser que se presente una votación que supere el porcentaje de la elección de 2018.
Sin embargo, ante el desencanto de la población por los partidos políticos y sus integrantes, es decir políticos que sin importar su afiliación partidista han sido exhibidos en actos de corrupción para su propio beneficio, existe una especie de vacío en miles de ciudadanos que no saben por quien votarán en las siguientes elecciones.
En la figura de los candidatos independientes se esperaba que personajes de la sociedad civil, como activistas y luchadores sociales accedieran al poder por medio del voto popular, pero como pudimos observar en las pasadas elecciones, los requisitos del INE para acceder a una candidatura ciudadana son prácticamente inalcanzables.
Entonces algunos personajes optaron por sumarse a algunos partidos políticos para contender con la etiqueta de independientes, cuando varios en realidad tienen un pasado militante con uno o varios partidos. El caso es que tenemos en realidad muy pocos representantes realmente apartidistas, pero el nicho sigue ahí.
Ante cierta decepción por el gobierno de la 4T, se gestó una nueva iniciativa que agrupa a decenas de organizaciones de la sociedad civil, que busca impulsar una agenda y perfiles ciudadanos en los partidos políticos, denominada Sí por México.
En esta agrupación participan Gustavo de Hoyos, expresidente de la Coparmex y Claudio X. González empresario y fundador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, a quienes el presidente Andrés Manuel López Obrador ha calificado como el FRENA 2.
Pero no lo son, esta agrupación sí se encuentra organizada y cuenta con los recursos económicos y alianzas estratégicas necesarias para crecer y ganar curules y escaños en las próximas elecciones, para ello no necesitan candidaturas independientes, más bien sumar a los partidos políticos de oposición, que muy poco tardaron en aceptar.
PAN, PRI y PRD ya se sumaron a Sí por México, mal haría el presidente López Obrador y Morena en seguir despreciándolos, cuando la historia en otros países nos ha demostrado los revolcones que suelen ocurrir ante las decepciones de la anhelada transformación que no llega.