Poder y dinero
Como dijera aquel: “no se hagan bolas…”
Ni Javier Jiménez Espriú ha dejado de ser secretario de Comunicaciones y Transportes ni su esposa, Elisa Margarita Gutiérrez Saldívar ha abandonado la petroquímica Grupo Idesa, filial de Odebrecht en nuestro país.
Al contrario, la señora tiene a su marido, el titular de la SCT como Consejero suplente.
Grupo Idesa (fundado hace más de medio siglo por Pascual Gutiérrez Roldán, su padre,) importa, a precios preferenciales, gasolinas y turbosina en cantidades millonarias, seguramente para los aviones con destino a la CDMX y, en breve, a Santa Lucía y más allá.
Adivinen quien compra lo que importa la familia del secretario de Estado con Andrés Manuel López Obrador y, subsecretario con el presidente Carlos Salinas de Gortari.
Recientemente comenzó a extraer petróleo en Veracruz.
Al inicio de la 4 T, cuando el desabasto de gasolina en el centro y norte del país, el grupo empresarial de la esposa de Jiménez Espriú, por conducto de la empresa Excellence, atendió, con pipas transportadoras de combustible, esa eventualidad.
Odebrecht es, sin duda, sinónimo de corrupción, lavado de dinero y asociación delictuosa.
En México, Odebrecht fue beneficiada con la remodelación de la refinería en Tula, Hidalgo, pero inhabilitada después, tras ofrecer cuantiosos sobornos.
Casualmente, la inhabilitación vence en junio de 2021, cuando elijamos 15 gobernadores, 500 diputados federales, 1062 diputados locales, 1924 alcaldes y presidentes municipales, así como 431 juntas municipales.
El brasileño Marcelo Odebrecht sobornó a políticos del más alto nivel en Argentina, Angola, Colombia, Brasil, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela, entre ellos, Alan García, presidente de Perú, quien se pegó un tiro en la cabeza y murió.
Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff y Fernando Henrique Cardoso, presidentes de Brasil. Los tres fueron encarcelados.
Alejandro Toledo, ex presidente y Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, de Perú corrieron la misma suerte.
Igual Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, presidentes de Colombia.
Emilio Lozoya fue detenido en Málaga (España) y llevado, no a prisión sino a un hospital privado al sur de la Ciudad de México.
Lozoya es vigilado por la Guardia Nacional. No tiene fecha para declarar.
Javier Jiménez Espriu fue subsecretario de comunicaciones con el presidente Carlos Salinas de Gortari.
Está casado con Elisa Margarita Gutiérrez Saldívar, representante de Odebrecht en México, quien cuenta con permisos del gobierno para producir polietileno, explorar y producir gas y petróleo o distribuir combustibles entre terminales y estaciones de servicio en, al menos, nueve entidades (México, Oaxaca, Guanajuato, Tamaulipas, Nuevo León…)
El priista Emilio Lozoya Thalmann, un viejo ganso, es padre del “testigo protegido” de MORENA para el caso Odebrecht.
Lozoya Thalmann fue secretario de Energía, y director del ISSSTE durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Como dijera aquel: “no se hagan bolas…”
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