Libros de ayer y hoy
Son como dos gotas de agua.
En efecto, resultan idénticos los fraudes que orquestaron, tanto en México como en Venezuela, respectivamente, los sátrapas López Obrador y Nicolás Maduro.
Fraudes electorales descarados y escandalosos, no solo a los ojos de los ciudadanos mexicanos y venezolanos, sino a la vista del mundo entero.
Fraudes a la voluntad popular, al voto ciudadano, al espíritu elemental de las prácticas democráticas y, sobre todo, la defraudación que significa la grosera captura de los órganos electorales y las instituciones del Estado para simular una supuesta victoria en las urnas, frente al potente rechazo popular.
Un fraude en donde los respectivos gobiernos de México y Venezuela, se valieron de todas las argucias ilegales posibles, de trampas impensables y de todas las violaciones constitucionales necesarias, para despojar a los pueblos mexicano y venezolano de sus libertades básicas.
Un fraude electoral venezolano que, igual que el fraude electoral mexicano, pasó por el uso de todos los recursos públicos para favorecer al partido en el poder y al dictador; que amenazó y persiguió a los opositores, que satanizó a los críticos y compro todas las conciencias posibles.
Un fraude en donde el Estado venezolano tenía el control de los órganos electorales y de todas las instituciones del Estado; los militares, las instituciones electorales y, sobre todo, de sus aliados de las bandas criminales.
Pero también existió una diferencia fundamental. Luego de 25 años de dictadura, los venezolanos llegaron al límite y no tolerarán más, ya que tienen de su lado a buena parte del mundo y de América Latina.
Pero lo más vergonzoso del caso es que, de manera pública, el presidente mexicano, López Obrador, se declaró en abierta complicidad con la escoria mundial que decidió avalar el fraude de Nicolás Maduro.
Sin embargo, lo que no parece entender Obrador, es que con ese aval confirma que las elecciones del 2 de junio pasado en México fueron igual de fraudulentas que las venezolanas del domingo 28 de julio del 2024.
Sí, fraudes electorales idénticos, como dos gotas de agua.
¿Pero quién fue el maestro de los fraudes electorales?
No se equivoquen, Maduro es el maestro en el robo de una elección presidencial Sí, en el Itinerario Político del 1 de agosto de 2017, titulado: “¡Gracias, dictador Maduro!”, dije que la destrucción del sistema electoral venezolano, impulsado por Maduro, era una advertencia de lo que podría llevar a cabo López Obrador, como eventual presidente.
Sí, así lo dije, desde agosto de 2017: “Sin duda lo que vive Venezuela es una tragedia para su democracia. Nadie, en su sano juicio, puede festejar que se consolida una dictadura criminal, como la de Nicolás Maduro.
“Sin embargo, las lecciones contundentes que el dictador regala a los mexicanos, deben ser vistas con gratitud. ¿Por qué?
“Porque la criminal consolidación de la dictadura venezolana podría permitir que en México despierten muchas cabezas adormiladas por un aldeano aprendiz de dictador; por el partido Morena y su dueño.
“Por eso, no se puede más que decir gracias, al dictador Maduro, porque con la lección golpista que nos regaló el domingo pasado, hizo el milagro de despertar más de una cabeza ciudadana atolondrada con el populismo “engañabobos” que desborda a Morena y a sus gerentes, que rinden culto al autoritarismo y la antidemocracia.
“Gracias, dictador Maduro, porque a muchos mexicanos les muestra el camino de lo que no queremos para el futuro de la democracia mexicana…
“Gracias, dictador Maduro, porque ratifica que la suya es una dictadura criminal que se entroniza en el poder a costa de lo que sea; de la vida de ciento de venezolanos, jóvenes asesinados por la represión de un Estado criminal.
“Gracias porque con el golpe de Estado a los venezolanos, vacuna a muchos mexicanos a los que da la razón, porque hoy temen que Morena y su dueño sean una calca insultante y criminal, como su dictadura.
“Gracias porque con sus crímenes y con la violación sistémica de los derechos humanos y con la destrucción de la democracia venezolana, avala que sus seguidores en México no son más que golpistas que buscan la destrucción de la democracia mexicana.
“Gracias, dictador Maduro, porque al llevar a la ruina al pueblo, al imponer la miseria y el hambre a millones de ciudadanos; al favorecer la expulsión masiva de venezolanos, en realidad promueve la imagen más nefasta de su dictadura.
“Gracias, dictador, porque muestra un retrato —de cuerpo completo— del peligro para las democracias nacientes, como la mexicana, que significa que el poder quede en manos de un criminal sátrapa y populista.
“Gracias, dictador Maduro, porque a cada paso que da en dirección a la destrucción de la primera democracia latinoamericana, enseña el valor que tiene la defensa de esa democracia en otras regiones del Continente
“Gracias, dictador, porque cada día y a cada paso que da para alcanzar el poder autoritario y nada democrático en Venezuela, usted se parece más al “dictadorcillo” tropical que en México lleva décadas en busca del poder y la destrucción de la democracia en México…
“Gracias, dictador, porque debido a su postura radical y dictatorial, saca lo peor de los radicales mexicanos, que ambicionan un dictador y que aplauden a los aprendices locales de dictador.
“Gracias, porque no pocos de los míticos jóvenes del “68 mexicano”, hoy son fieles seguidores y aplaudidores de la dictadura venezolana; gracias, porque el dictador Maduro hace posible lo imposible; que luego de 50 años la historia reivindique al represor Gustavo Díaz Ordaz.
“¿Y es que ahora resulta que los líderes del “68 mexicano”, 50 años después, tienen la intención de imponer en México un gobierno dictatorial como el venezolano. Gracias, dictador, porque resulta de risa loca que, gracias a su dictadura, el represor Díaz Ordaz pareciera tener razón.
“Gracias, dictador Maduro, porque con el crimen de cientos de jóvenes venezolanos masacrados por defender la democracia, exhibe lo ridículo de movimientos oportunistas y “engaña-idiotas” como el de “los 43”, quienes en México son utilizados con fines políticos, de propaganda y negocio. Todo, a pesar de que los 43 fueron masacrados por el narco.
“Gracias, porque nos regala un ejemplo inmejorable de lo que es capaz un “narco-Estado”; capaz de matar a su pueblo, lo que ya vivimos en México.
“Gracias, dictador Maduro, porque luego del manoseo de la voluntad popular en las ilegales elecciones venezolanas del domingo pasado, confirma lo que es un verdadero fraude. Y Por todo eso, gracias. Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
Queda claro que López Obrador no solo aprendió del dictador Maduro, sino que también copió fraudes mayores, como los realizados por expertos como Carlos Salinas. ¡Se los dije!
Al tiempo.