Poder y dinero
Dicen los clásicos que la política es esencialmente un estado de ánimo. Por esa razón, los que perseveran en sus intenciones político-electorales en muchos casos llegan finalmente a la victoria.
Ayer se dio a conocer el inicio de la carrera para una nueva etapa en la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México. La Junta de Gobierno de la UNAM emitió la convocatoria en la que anuncia el inicio del procedimiento para el nombramiento del nuevo Rector.
Comienza ahora la ronda de negociaciones para elegir a quien dirigirá la UNAM por los próximos cuatro años, por ello, quienes realmente deseen lograr ese lugar deberán perseverar para conseguir su victoria.
Actualmente existen cuatro corrientes en la lucha por la sucesión en la UNAM: la que cuenta con el poder actualmente en manos del Rector Enrique Graue, ampliamente respaldado por el representante de México en la ONU, Juan Ramón De la Fuente. Nos cuentan que Graue, tiene, por el momento, el beneplácito de parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para su reelección por otros cuatro años.
La segunda corriente esta encabezada por José Narro, quien aunque ya renunció a la Máxima Casa de estudios para contender por la dirigencia nacional del PRI, aún cuenta con grandes aliados dentro de la Junta General de Gobierno, en donde podría ejercer presión para se elija a uno de sus condicionales.
A la tercera corriente pertenece la investigadora Rosaura Ruiz Gutiérrez, ahora integrante del gabinete de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; y finalmente la de Sergio Alcocer Martínez De Castro, quien fuera candidato a Rector del presidente Enrique Peña Nieto. Cabe destacar que este último ha sido señalado como el responsable de filtrar la información de que la familia política de Javier Jiménez Espriú, colaborador del mandatario López Obrador, son socios de una filial de Odebrecht.
Ante medios de comunicación y después de encabezar la ceremonia de entrega de reconocimientos Honoris Causa, el Rector Enrique Graue, ya manifestó su intención de reelegirse para un siguiente periodo al frente de esa casa de estudios.
Serán cuatro semanas en las que los académicos de tiempo completo, los investigadores y maestros eméritos, los estudiantes de todos los niveles, los profesores de asignatura y las autoridades administrativas podrán expresar sus respaldos en torno a un aspirante, ya sea para la reelección de Enrique Graue o para un cambio en el máximo cargo de la UNAM.
De acuerdo con la información recabada por el diario Excélsior y publicada hace unos días, “los directores de facultades en torno a quienes han comenzado a expresarse respaldos están Angélica Cuéllar, de Ciencias Políticas; Raúl Contreras Bustamante, de Derecho; Manuel Martínez Justo, de Acatlán; Carlos Agustín Escalante Sandoval, de Ingeniería, y Carlos Amador Bedolla, de Química”.
A ellos se suman directores de institutos de investigación, como Ana Cecilia Noguez Garrido, de Física; Pedro Salazar Ugarte, de Jurídicas; Pedro Stepanenko, de Filosóficas y Jorge Peón Peralta, de Química.
También están los coordinadores de Humanidades, Domingo Alberto Vital Díaz y de la Investigación Científica, William Henry Lee, así como el secretario general de la UNAM, Leonardo Lomelí Venegas, quien es impulsado por la comunidad de la Facultad de Economía y quien hace cuatro años fue candidato a la Rectoría.
Todo parece indicar que la sucesión esta cantada. Incluso en esta ocasión el activismo para respaldar a los posibles aspirantes se ha retrasado o se realizar a discreción. La diferencia en esta ocasión podría radicar en dos elementos, la llegada del gobierno de López Obrador, quien ha señalado a la UNAM en diversas ocasiones, debido a que no acepta a todos los aspirantes e intentó reducir el presupuesto a principios de 2019.
Y el segundo, que es quizás el más probable el activismo estudiantil que se ha registrado en los últimos meses y pudiera generar inestabilidad, en este 2019 diversos grupos violentos de jóvenes han provocado momentos tensos en la institución para exigir la salida de Enrique Graue, incluso provocaron enfrentamientos con estudiantes y han comenzado a generar presión en facultades, cuyos directivos tienen posibilidades de llegar a la Rectoría.