Sheinbaum y AMLO: las diferencias sensibles
Desde hace 94 años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sido un actor central en el devenir político de nuestro país.
Cuando en 1929 nuestra economía sufría estancamiento y desorden derivado de un severo desarreglo institucional e inestabilidad política, lo cual a su vez provocaba sediciones y rebeliones que retardaban el desarrollo, el Partido Nacional Revolucionario (PNR) fue creado con base en voluntades regionales con el doble propósito de institucionalizar la contienda electoral y normar la vida gubernamental de México.
Así, mientras se cancelaba el surgimiento de caudillos y se dejaban atrás los cuartelazos y las armas, el partido impulsaba, desde la trinchera partidista, legislativa y gubernamental, las acciones que permitieran ensanchar las clases medias en nuestro país, volviendo operables los derechos sociales que en nuestra Constitución se reconocían.
No fue fácil, pero sin temor a equivocarme sostengo que esas acciones siempre persiguieron los nobles propósitos del Pueblo mexicano, consolidando lo logrado y avanzando más en esa búsqueda de desarrollo y crecimiento.
De tal forma, junto con la sociedad el partido evolucionó no solo en sus siglas, al pasar de PNR a PRM y finalmente PRI, sino sobre todo en su contenido, plan de acción y medios para concretar sus propósitos. Sus filas se nutrieron, justamente, de esas clases medias producto de la educación pública y de la movilidad social, lo cual se tradujo en una mayor apertura política y consolidación de un sistema de partidos fuerte y vigoroso, que en un régimen democrático ha hecho posible que tengan lugar tres alternancias ejemplares en la presidencia de la República y cientos en gobiernos locales y municipales, así como en los legislativos.
El 94 aniversario del PRI tiene lugar en el contexto de una amplia, sólida y vigorosa movilización ciudadana, integrada por las clases baja y media que han sido empobrecidas, insultadas y menospreciadas por el actual gobierno, y que junto con los partidos de oposición busca evitar que desde el oficialismo se debilite al Instituto Nacional Electoral (INE) y con ello, la vida democrática de México.
Atender las aspiraciones del pueblo mexicano que en este momento sufre una multiplicidad de problemas, en su mayoría generados por el desgobierno y la cerrazón de quienes llegaron para servirse del poder y pretender inaugurar una dictadura, es el propósito central del PRI.
Porque origen es destino, nuestro partido está comprometido con las causas sociales y está listo para seguir haciendo de México un país más justo y solidario con quienes menos tienen, respetuoso de la ley, impulsor de los derechos humanos y garante de la democracia y pluralidad de ideas.
*Presidente Nacional del PRI.