Poder y dinero
Las herramientas para hacer más eficaz la gestión de gobierno llegan a la administración pública como un salvavidas para sobrevivir a la ola de complejidad que significa una comunidad. Durante décadas la cuantificación de información en masa rigió la forma de acercarse a la sociedad olvidando la capacidad y necesidades individuales de cada ciudadano de acuerdo a su contexto, sin embargo, hoy la tendencia es analizar los datos complejos, imperfectos e incluso desestructurados para mejorar la toma de decisiones.
Este 17 de mayo la ONU celebra el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información con el fin de incentivar el uso de macrodatos para alcanzar mejores resultados en la toma de decisiones a nivel local, regional e internacional y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que destacan, dar fin a la pobreza, reducir el hambre, garantizar educación de calidad, igualdad de género, ciudades y comunidades sostenibles, así como trabajo decente y crecimiento económico, entre otros.
El término big data o macrodatos hace referencia a un conjunto de datos que por su volumen pueden ser analizados de forma cualitativa y no sólo cuantitativa, lo que permite generar inteligencia para el planteamiento de estrategias y soluciones que faciliten la toma de decisiones a distintos niveles, por ejemplo, el empresarial o gubernamental.
Para ser más claros, los gobiernos pueden hacer uso del big data para identificar las necesidades de la población. El big data se conforma y actualiza con la información que almacenamos en nuestras búsquedas de internet, por ejemplo, los datos que proporcionamos cuando pagamos una infracción de tránsito o cuando denunciamos el bache de la colonia.
Con esta información que refrendamos o renovamos a diario, los analistas se encuentran frente a un “congreso ciudadano” virtual que les permite conocer opiniones e intereses con la frecuencia que deseen, para ser revisados y comprendidos a través de la óptica del contexto social, económico y cultural, generando nuevas ramas de conocimiento.
Existen muchas fuentes para obtener esta información, para el gobierno, son los datos abiertos, todos aquellos datos digitales de carácter público que son accesibles en línea, es decir, que no son privados ni confidenciales y que no tienen restricciones de uso ni distribución.
Este nuevo conocimiento abre la posibilidad al gobierno de generar estrategias certeras que den respuesta a las necesidades de la población a través de políticas públicas eficaces que fueron diseñadas con información proveniente de la ciudadanía.
El compromiso por unirse a las herramientas y técnicas innovadoras para beneficio de la población debe ser general a nivel local y nacional, pues aunque muchos ya hacen uso efectivo de las mismas, otros están alejados de de una toma de decisiones estratégica y poco óptima, cada vez más lejos de generar bienestar social.
Este día, la campaña de las Organizaciones Unidas hace un llamado a los gobiernos a usar soluciones que faciliten su trabajo.
¡Bienvenida sea la innovación en la administración pública!
Es mi opinión…