Libros de ayer y hoy
¡Mexiquenses chingones paran al Trump mexicano
Se pueden decir muchas cosas, incluso se puede decir misa de las elecciones mexiquenses del pasado domingo.
Decir, por ejemplo, que hubo fraude, que se trató de una elección de Estado, que metieron la mano los gobiernos de todos los signos y colores partidistas y hasta se puede decir que las reglas del juego se deben modificar.
Y es posible que tengan alguna porción de razón -una porción mayor o menor- todos los que formulan los anteriores señalamientos y muchos otros que se le pueden endilgar a la elección mexiquense.
Sin embargo, nadie puede desconocer o descalificar que la elección mexiquense fue ejemplar en muchas cosas y en muchos casos.
1.- Fue ejemplar en el comportamiento ciudadano. ¿Por qué? Porque contra las tendencias globales y contra la supuesta cultura, preparación e información de democracias consolidadas y países desarrollados, ciudadanos y electores del Estado de México entendieron el riesgo del populismo que representan López Obrador, Morena y la candidata Delfina Gómez.
2.- Porque los ciudadanos mexiquenses, contra lo ocurrido en el caso de los ciudadanos de Estados Unidos y del Reino Unido, fueron capaces de rechazar el peligro que representaba el “Donald Trump mexicano”; la amenaza populista de López Obrador para el Estado de México y para el país en 2018.
3.- Y fue ejemplar la sensatez política de los electores del Estado de México, que minutos después de que el Instituto Electoral declaró la mayoría de votos a favor del candidato Alfredo del Mazo, el peso mexicano recuperó un impensable porcentaje frente al dólar estadunidense.
En días previos a la elección, empresas especializadas en medir el impacto económico que tienen las decisiones políticas calculaban que un triunfo de Delfina Gómez en el Estado de México podría llevar al peso hasta 25 por dólar. El lunes 5 de junio el dólar apenas superaba los 18 pesos.
4.- Fue virtuosa y vital la sensatez política de los electores mexiquenses, porque al rechazar el populismo de Morena y de AMLO, pararon en seco la tendencia engañosa de que era inevitable la llegada del populismo a México. Es decir, que muchos afirmaban que era segura la victoria de Morena en el Estado de México y, con ello, el triunfo del partido rojo en 2018.
5.- Los electores y ciudadanos mexiquenses, en general, le hicieron un favor histórico a la sociedad mexicana toda, a la democracia toda y, en especial, al futuro del país.
¿Por qué?
Porque al frenar con su voto a Morena y a López Obrador, los mexiquenses detuvieron el peligro de que en el Estado de México empezara la experiencia perversa de convertir a todo México en la nueva versión de la dictadura venezolana de Nicolás Maduro.
6.- Porque a pesar de que muchos ignorantes de la realidad mexicana -como el “periodista” Jorge Ramos y otros dizque intelectuales- dicen no entender el voto mexiquense a favor del PRI, lo cierto es que el voto mayoritario de los ciudadanos del Estado de México, a favor del PRI, del PAN y del PRD, en realidad fue un voto contra el peligro autoritario, populista, mesiánico y dictatorial de López Obrador.
7. -No, no se equivoquen, todos los que en el Estado de México votaron por partidos contrarios a Morena -que son una abrumadora mayoría-, en realidad votaron a favor de la democracia y contra los peligros que la acechan; votaron a favor de la pluralidad y en contra del autoritarismo de Morena y de su dueño; votaron a favor de la libertad de expresión, contra el mesianismo y el pensamiento único de AMLO, votaron a favor de no perder todo lo ganado en casi tres décadas de pluralidad, alternancia y democracia.
8.- Los electores del Estado de México votaron contra las siguientes dos gotas de agua.
AMLO, la noche del 4 de junio: “Benditas las redes sociales, que podemos brincar, romper el cerco informativo. La mafia tiene el control de la mayoría de los medios de comunicación, pero no tiene el control de internet”.
Trump, la mañana del 6 de junio: “Los falsos medios tradicionales de comunicación se esfuerzan tanto para que yo no use redes sociales. Detestan que yo pueda difundir el mensaje honesto y sin filtro”.
9.- Sin duda, falta mucho para tener elecciones confiables y creíbles al cien. Pero, casualmente, los responsables de esos cambios son los partidos, Morena incluido.
10.- Pocos, si no es que nadie, han dado el mérito que merece el gobierno de Eruviel Ávila. Podrán decir misa, podrán descalificar la elección, podrán inventar santo y seña, pero los electores mexiquenses, con su voto, también calificaron la gestión de Eruviel Ávila.
Y, les guste o no a los malquerientes del gobernador, la calificación fue positiva.
Y hoy, Eruviel Ávila es un fortalecido aspirante presidencial para 2018.
Al tiempo.