Libros de ayer y hoy
¡EN EL PRI SE MATAN SOLOS!
Nadie duda que son muchos los ciudadanos mexicanos –de todas las clase sociales y los signos partidistas–, que quieren muerto al PRI.
Las siglas de ese partido, sus gobiernos corruptos –y hasta su nombre genérico–, se asocian con lo peor de la política y los políticos. “El PRI debe morir”, pregonan.
Incluso, la “legión de idiotas” a sueldo, atrincherada en redes, moteja al PRI como “perro del mal”, que llegará muerto a 2018. “A cavar su tumba”, les recomiendan.
A su vez, los “intelectuales de prompter” –esos que siempre equivocan la puntería en sus sesudos análisis–, martillan el último clavo del ataúd del PRI. “El PRI está muerto para 2018”, pontifican.
Sin embargo, los primeros en tragar el sambenito “engaña idiotas” de que el PRI murió en el intento de llegar al 2018, son los propios líderes, jefes y gobernantes del PRI. ¿Por qué?
Porque ciegos, no quieren ver –no entienden, o no les conviene entender–, que en política y en los procesos electorales “nadie muere” hasta que no existe.
Lo cierto es que a pesar de los malquerientes, el PRI está vivo para 2018. Lo peor, sin embargo, es que quienes matan o quieren matar al PRI son los propios priístas ambiciosos, desmemoriados y locuaces que olvidaron las lecciones de 1987-1988; de 1994, del año 2000 y de 2006.
¿Y cuales son las lecciones de esas elecciones?
Que la división, la ambición sin freno, la corrupción sin límite, la ausencia de acuerdos, la guerra facciosa, la traición y el pánico colectivo son veneno para cualquier partido, no solo para el PRI.
¿De verdad está muerto el PRI?
1.- En efecto, el PRI no tiene mayoría de gobiernos estales. Pero también es cierto que su estructura en todo el país es la más acabada de todos los partidos. Y en muchos casos donde es oposición, su fortaleza es mayor, ante los malos gobiernos opositores.
2.- Cierto, de sus filas han salido algunos de los gobernadores más corruptos. Pero también es cierto que en ninguna gestión presidencial, como la actual, se han encarcelado gobernadores pillos, de todo los partidos.
3.- Nadie duda que el presidente y su gobierno viven uno de los peores niveles de descrédito y desconfianza. Pero también es cierto que ningún gobierno había hecho las reformas que el de Peña Nieto y ninguno ha tenido los resultados económicos, educativos, de infraestructura que el actual.
4.- Tienen razón los que dicen que las siglas PRI y el partido oficial son “una marca” que ya “no marca” votos. Pero también es cierto que esa no es más que una percepción producto de una campaña bien orquestada y bien pagada desde el arranque del sexenio.
5.- ¿Qué pasaría, por ejemplo, si imaginamos a Peña Nieto aliado de Morena y de AMLO? Por arte de magia –gracias a la purificación de AMLO–, se conseguiría la percepción de que Peña es el campeón de la democracia.
6.- El ejemplo vale, porque en el estado de México se enfrentaron AMLO y Peña Nieto –el carisma y la popularidad del tabasqueño, contra el descrédito del presidente–, y el resultado fue claro. La marca PRI no está muerta.
7.- En muchos estados emblema, como Nuevo León, Veracruz y Chihuahua –en manos de un independiente y dos del PAN, respectivamente–, han hecho una peor gestión que las peores del PRI. Y el ejemplo es emblema porque exhibe la capacidad de recuperación del partido tricolor.
Lo cierto es que a pesar de reclamos, dudas, peleas y hasta amagos de no priístas que tienen un pie en Morena, en 2018 el PRI no será derrotado por Morena, tampoco por el PAN y menos por una alianza opositora.
No, el PRI será derrotado por los propios priístas; por esa primitiva y añeja lucha de viejos contra jóvenes; de militantes de toda la vida que poco aportan y “outsiders” que mucho saben.
Muchos en el PRI se llenan la boca con frases y consignas que nada dicen y mucho dañan. “¡Consulta a la militancia!”. “¡Piso parejo!”. “¡Fin del dedo!”…
¿Creen los señores del PRI que los ciudadanos son idiotas? ¿Qué es consultar a la militancia…? ¿Escuchar a 50, 100 o 500 caciques? ¿Cuándo han consultado a la militancia de a pie, a la verdadera militancia, tanto los gobernadores, como alcaldes, legisladores, el presidente del partido o de la República?
¿Qué es el piso parejo…? ¿Alguien conoce algún partido donde exista piso parejo? ¿No por eso se llaman “partidos”, porque los forman pequeñas porciones de grupos de intereses ciudadanos?
¿De verdad creen en el PRI que acabarán con ese invento universal llamado “dedo”, que es el que da y quita en Morena, el PAN, el PRD… y en casi todos los partidos del mundo?
Al PRI lo matan los priístas. Lo demás, “son mamadas”.
Al tiempo.