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¡Los 10 milagros del terremoto!
Los terremotos del 7 y el 19 de septiembre ya provocaron los primeros diez milagros políticos.
1.- El milagro de la renuncia del PRI al ciento por ciento de las prerrogativas electorales de 2017, que en el caso del partido en el poder significará devolver casi 300 millones de pesos que el gobierno federal destinará a las prioridades de los damnificados por los sismos.
2.- El milagro de la iniciativa de reforma constitucional presentada por el PRI para que -en las presidenciales de 2018- termine definitivamente el financiamiento total del dinero público a los partidos, para fines político electoral; reclamo generalizado que significaría el ahorro de casi 7 mil millones de pesos.
3.- El milagro del ahorro de casi mil millones de pesos que significaría la renuncia de todos los partidos a las prerrogativas de 2017 -si todos siguen la propuesta del PRI-, y con la cual el tricolor se coloca a la cabeza en la exigencia de terminar con el dinero público destinado a los partidos.
4.- El milagro de la iniciativa de reforma constitucional presentada por el PRI para poner fin a la figura de diputados y senadores plurinominales, a escala federal y en el orden estatal, lo que significaría un ahorro cercano a 11 mil millones de pesos.
Y es que la exigencia de poner fin a los plurinominales también es un reclamo generalizado que, durante décadas, el PRI fue el primero en rechazar. Hoy el PRI da un vuelco de ciento por ciento sobre el financiamiento y sobre las plurinominales, lo que significa que más allá de prometer, el PRI busca el voto con hechos y acciones concretas.
5.- El milagro del ahorro de casi 20 mil millones de pesos -que se conseguirían de aprobarse las dos reformas constitucionales que promueve el PRI y el rechazo de las prerrogativas de todos los partidos en lo que resta de 2017-; recursos que serían entregados de inmediato, cuando se necesitan, a los damnificados de los terremotos.
6.- El milagro de la habilidad legislativa del PRI que, a causa de la presión de Morena y de PAN, se obliga no solo a dar un paso gigantesco en el cambio de paradigma de las elecciones mexicanas, sino que encuentra y presenta la fórmula para exhibir las mentiras de Morena y PAN.
7.- El milagro de revertir el ofensivo financiamiento público de los partidos, que fue impulsado por PRI en la reforma electoral de 1996-1997 y que hoy es retirado mediante una reforma constitucional ante la exigencia que provoca la emergencia de los terremotos del 7 del 19 de septiembre. Es decir, sin los terremotos, nadie hubiera pensado en acabar con el insultante gasto de dinero público -por parte de los partidos-, y nadie habría imaginado un paso gigantesco como el que propone el PRI.
8.- El milagro que hace el PRI al exhibir las mentiras de Ricardo Anaya, el panista al que apenas le alcanzó para proponer una reforma a la ley secundaria -la ley electoral-, enmienda que legalmente es imposible para la elección presidencial de 2018. En lugar de esa simulación, el PRI provoca una vuelta de tuerca que modifica radicalmente las elecciones. ¿Por qué?
Porque podemos asistir al mayor cambio electoral en medio siglo, un cambio en el que el gasto electoral de los partidos no cuestan a los ciudadanos y en donde el voto se buscará a partir de propuestas y no de promesas.
9.- El milagro que hace el PRI de exhibir la grosera patraña de Morena y de su dueño, AMLO, quien a su estilo -de manera tramposa- le jala la cola al gato del dinero público de los partidos, engaña a los ciudadanos y electores, pero que recibe como respuesta una poderosa lección de política.
Es decir, que el voto no se gana con caridad simulada y tampoco con el engaño a los electores, como propone Morena. El voto se gana con imaginación, talento y arrojo. Y la respuesta de PRI a PAN y a Morena, a toda la partidocracia -incluido el Frente Ciudadano-, es precisamente la respuesta a la exigencia de millones de ciudadanos durante decenas de años.
10.- El milagro que consigue el PRI con una fórmula de reformas constitucionales que, en el fondo, dan la vuelta a la prohibición de modificar la ley electoral en tiempos electorales.
Y es que el PRI exhibe no solo la ignorancia de Ricardo Anaya y de AMLO en materia de legislación electoral, sino que muestra que en la guerra de 2018 no cederá un milímetro y que si perdió batallas como la de paralizar la Cámara de Diputados, está lejos de perder la guerra.
¿Quién será el valiente -partido político o ciudadano-, que rechazará el fin del dinero público a partidos y el fin de las plurinominales?
¡Putazo del PRI a la partidocracia!
Al tiempo.