Historias Surrealistas/Javier Velázquez Flores
TLAXCALA, Tlax., 17 de enero de 2017.- Hoy todos quieren la suya. Y no, no es albur. Luego de los fenómenos Fox y Trump -en México y Estados Unidos-, y del chabacano caso de El Bronco -en Nuevo León-, abundan los mexicanos que creen tener cualidades y arrestos para el cargo de Presidente.
Todos quieren su candidatura, sea por la vía de un partido -lo que ha desatado verdaderas campales en PAN y PRD-, o por la vía independiente, que tiene en lista de espera a “payasos” de la política, como Gerardo Fernández Noroña.
Lo curioso, sin embargo, es que el máximo cargo de elección popular en México -el de Presidente- parece estar en barata. Y como todos creen tener cualidades, talante y talento, hay una verdadera fiebre que ha picado a muchos.
Entre los casos más recientes resalta el de Gerardo Fernández Noroña, quien durante años jugó al “palero” de AMLO, y ahora parece víctima de la más peligrosa epidemia febril que se vive en México: la de creer que ser candidato presidencial es igual a cumplir un antojo.
Pero el locuaz Fernández Noroña no es el único. El fin de semana se destapó la ex gobernadora de Yucatán Ivonne Ortega, quien pidió licencia a su cargo de legisladora para buscar la candidatura por el PRI.
En ese caso se antoja delirante la aspiración. ¿Por qué?
Porque salvo que se trate de una estratagema “engañabobos”, o de “engañar con la verdad”, lo cierto es que la yucateca no tiene posibilidades.
También en días pasados apareció en medios el nombre de Carlos Slim, el otrora hombre más acaudalado del mundo y a quien tratan de convencer un puñado de vividores del poder. El caso de Slim parece una apuesta que busca contrastar el fenómeno Trum. Lo cierto, sin embargo, es que se trata de una tontería.
Pero la fiebre de candidaturas presidenciales también ataca a gobernadores. No es novedad si decimos que avanza en esa dirección -y con muchas posibilidades- Eruviel Ávila, del Estado de México. Tampoco es nuevo que -con posibilidades reales- Miguel Ángel Mancera aspira a ser presidenciable. Lejos de las posibilidades está Rafael Moreno Valle, el delirante gobernador de Puebla que, en realidad, parece un bulto. Y uno que ha sorprendido a propios y extraños, el perredista Silvano Aureoles, de Michoacán, quien no cejará en tener su candidatura.
Pero lo nuevo es la fiebre que ataca a dos recientes gobernadores en funciones. El primero se llama Miguel Ángel Yunes, de Veracruz, quien hace todo no por rescatar a su estado de la depredación de Duarte, sino para lograr una posición que le permita buscar la candidatura presidencial por el PAN. Y otro al que muchos de sus compañeros de partido le ven signos de contagio de la fiebre del momento es al panista Javier Corral.
Entre los llamados aspirantes independientes aparece Jorge Castañeda, ex canciller en el gobierno de Fox, quien es uno de los promotores de la idea de esas candidaturas, como la de El Bronco, en Nuevo León, quien será aspirante.
Por cierto, Castañeda es uno de los presidenciables independientes que tiene más recursos. No solo económicos -de poderosos grupos empresariales-, sino de sectores intelectuales y, sobre todo, apoyos mediáticos. Sin embargo, sus posibilidades parecen nulas.
En el rango de independientes también se debe contar al periodista Pedro Ferriz, cuya aspiración más bien parece testimonial, también sin posibilidades.
Al final están los vinculados a los partidos. Por el PAN la lista la encabeza Margarita Zavala, la única mujer con posibilidades reales de vencer al decano de los aspirantes presidenciables, AMLO. Muy lejos le sigue Ricardo Anaya, quien saldrá mal parado, luego de que no ha podido siquiera con la selección de candidatos a los gobiernos del Estado de México, Coahuila y Nayarit.
Por el PRI el puntero de todas las encuestas se llama Miguel Osorio, el hiperactivo titular de Gobernación, quien ha resistido todos los embates internos y externos. Le sigue muy de cerca, como ya dijimos, Eruviel Ávila. Y esa parece toda la carta del tricolor.
Solitario está Andrés Manuel López Obrador, el nada confiable líder y dueño de Morena, quien desde hace 15 años aparece entre los punteros de las encuestas.
Fiebre de presidenciables. Son 16 aspirantes, muchos, meros bultos.
Al tiempo.