Fiscales a modo de Salinas; en Caso Colosio, mecanógrafos
El 19-S resucitó a Peña
Hoy se cumple un mes del 19-S.
Y bastó un mes para ver las diferencias no solo en la intensidad de los terremotos de 2017, respecto de 1985, sino en la gravedad de los daños y en la respuesta social y de las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Y cuando se compara la actuación de Peña Nieto con la respuesta del gobierno de Miguel de la Madrid, resulta notoria la diferencia entre la manera en que actuaron ambas autoridades federales, en 1985 y en 2017. Y es que -según uno de los sabios de la política mexicana- el 19-S de 2017 resucitó a Enrique Peña, mientras que el 19-S de 1985 sepultó a Miguel de la Madrid.
Y podrán decir misa los mal querientes de Peña Nieto, podrán inventar y hasta difamar, pero lo cierto es que la respuesta del gobierno federal no solo fue positiva, sino que en algunos casos resultó ejemplar y, sobre todo, sigue siendo fundamental en Oaxaca y Chiapas.
Y la reacción del gobierno federal ha sido de tal manera positiva que, incluso, ya motivó una respuesta de notoria mezquindad entre políticos y opositores al PRI, quienes pretenden hacer creer que la reconstrucción es activismo político y hasta han solicitado que el gobierno se paralice.
Sobre este tema, cuando se le preguntó a Peña Nieto sobre la posibilidad de que los partidos opositores impugnen la reconstrucción con el argumento de que se trata de proselitismo electoral, el Presidente fue categórico.
Dijo: «La reconstrucción va, a pesar de los tiempos electorales y a pesar de lo que digan los partidos… la responsabilidad del gobierno es con los damnificados, no con el interés político».
Lo interesante del tema -a un mes del terremoto- es que las figuras de autoridad, tanto estatales como federales, recuperaron imagen y confianza entre amplios sectores sociales gracias a la rápida respuesta del gobierno federal y de los gobiernos estatales.
Y es que, por ejemplo, la reconstrucción que ha iniciado el gobierno federal con la colaboración de las autoridades estatales -en Oaxaca y Chiapas- impactará de manera decisiva en el resultado electoral. ¿De qué estamos hablando?
Como saben -y de ello hizo énfasis el Presidente en el encuentro con comunicadores del pasado martes-, los estados en los que los sismos provocaron la mayor cantidad de daños son, en ese orden, Oaxaca y Chiapas.
Casualmente son las entidades con el mayor nivel de pobreza, rezago educativo y bienestar social. Al mismo tiempo son bastiones electorales de la llamada izquierda y, sobre todo, de la Morena de AMLO.
Bueno, pues resulta que más de 50 por ciento del total de los esfuerzos de reconstrucción, del dinero que será canalizado para atender a los damnificados y del contacto directo del gobierno federal estará dedicado a Oaxaca y Chiapas.
¿Y eso qué…?, podría preguntar algún despistado.
Pues casi nada, que debido a los trabajos de reconstrucción y a la atención directa que tiene y seguirá teniendo el gobierno federal en Oaxaca y Chiapas, las preferencias electorales sufrirán un notorio cambio. Claro, no precisamente a favor de las izquierdas.
Un caso simular está ocurriendo en la capital del país, en donde Morena ya repite la misma fórmula clientelar de los damnificados del terremoto de 1985. Es decir, todos los jefes delegacionales de Morena empezaron a comprar la voluntad de los damnificados, a los que movilizarán a partir de hoy, para construir a los nuevos Bejarano y Padierna.
Lo que no sabe Morena es que la sociedad capitalina de 2017 no es la misma que la de 1985. Y tampoco sabe que en la capital del país el terremoto también resucitó a Miguel Mancera, el activo jefe de Gobierno que pudiera quedar relegado de la contienda presidencial, pero cuya capacidad de respuesta fue aplaudida por tirios y troyanos.
Lo cierto es que Mancera no está muerto, anda en la tragedia. Y aún existen resquicios para su regreso a la pelea presidencial. Y, como resultado de la acertada respuesta a la tragedia del 19-S, sus bonos suben cada día más alto. Por lo pronto, hoy veremos nacer a los nuevos Bejarano y Padierna.
Al tiempo.
** En el camino
La llegada de Eruviel Ávila al PRI de Ciudad de México es un poderoso mensaje de que el tricolor va en serio por la recuperación de los espacios perdidos en la capital. Por si lo olvidaron, vale recordar que el ex gobernador mexiquense achicó los corredores azul y amarillo en el Estado de México y logró contener a Morena para hacer posible la victoria de Alfredo del Mazo. En pocas palabras, es un eficiente operador político y un probado estratega electoral. Solo falta que el PRI seleccione al nombre correcto.