Pedro Haces, líder de la CATEM
Osorio y Beltrones, ¡todos contra Anaya!
Se equivocan, de cabo a rabo, quienes suponen que Miguel Ángel Osorio deja la Secretaría de Gobernación para disfrutar de un premio de consolación: la senaduría por la vía plurinominal.
También falla el análisis de quienes piensan que “la guerra” lanzada contra Manlio Fabio Beltrones, por Ricardo Anaya, se convertirá en un distractor para el debilitamiento del PRI y de sus candidato presidencial, José Antonio Meade.
Lo cierto es que -a despecho de los malquerientes del PRI-, los de Osorio y Beltrones son casos emblema de la estrategia emergente emprendida por el PRI, para el fortalecimiento de su propuesta de gobierno y de su candidato presidencial.
¿Por qué?
Porque contra lo que muchos creen, el golpeteo sistémico lanzado contra Miguel Osorio y la “guerra sucia” declarada contra Beltrones, no lograrán -no lo han hecho hasta ahora-, el debilitamiento del tricolor y menos de su candidato.
Al contrario, “la guerra” lanzada contra dos emblemas de la política del PRI -Osorio y Beltrones-, ya produjo los resultados impensable; la unificación del PRI hasta niveles de solidificación pétrea.
Y es que para el PRI, para Miguel Osorio y para Manlio Fabio Beltrones, hoy el objetivo a vencer no se llama Andrés Manuel López Obrador, sino Ricardo Anaya, el locuaz candidato de la alianza PAN, PRD y MC.
Dicho de otro modo, que la impensable unificación del PRI, a pesar de su candidatura presidencial no partidista, ya es posible gracias a la guerra declarada por Ricardo Anaya no solo por el candidato José Antonio Meade, sino contra el aún secretario de Gobernación, Miguel Osorio y, sobre todo, contra Manlio Fabio Beltrones, ex jefe nacional del tricolor.
Pero vamos por partes.
A reserva de concluir y publicar el análisis de los datos duros que arroja la gestión de Miguel Osorio en Gobernación, lo cierto es que se equivocan quienes suponen que el hidalguense se convertirá en el Manuel Camacho del gobierno de Peña. Tampoco está huyendo de “la gobernación” del país, luego que no consiguió la candidatura presidencial.
No, en realidad Miguel Osorio deja Gobernación para encabezar una de las tareas más urgentes del PRI -y hoy la de mayor beneficio al candidato presidencial de su partido-, que consiste en recorrer todas las bases priistas del país “para hacer política pie-tierra” y conseguir los amarres que traduzcan en votos la popularidad que mantuvo a Osorio en la punta de las encuestas.
En pocas palabras, Osorio tiene la encomienda no solo de convertirse en candidato del PRI al Senado de la República -y potencial líder de la bancada tricolor en la cámara alta-, sino de servir de cemento capaz de hacer realidad la unidad del PRI en todo el país. No en balde en el más popular y el mejor calificado en las encuestas.
Por su parte, la guerra lanzada por Ricardo Anaya contra Manlio Fabio Beltrones -a través del fallido gobierno de Javier Corral en Chihuahua-, es el otro émbolo de la pinza que hará posible el cerrojo imbatible de la unidad del PRI.
Es decir, “la guerra” contra Beltrones obligó a un importante sector del PRI a cerrar filas en torno a su ex presidente y a iniciar “una leva” de soldados del tricolor listos para “la guerra”.
Y es que está claro que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, manipula al Poder Judicial de su estado y es evidente que la persecución política contra Beltrones -con la zanahoria de perseguir al pillo de César Duarte-, no es más que un montaje para fabricar un adversario ficticio que haga crecer en las encuestas a Ricardo Anaya.
Sin embargo, lo que no calcularon ni Anaya ni Corral es que al declarar “la guerra” contra Beltrones lo único que conseguirían sería no solo la unificación del del PRI sino que convertirían al ex jefe nacional del PAN en el blanco de todos los ataques.
Beltrones, como saben, es uno de los políticos más queridos entre el priismo. Buena parte del PRI, entre gobernadores, legisladores, alcaldes y políticos en general -incluso de distintos partidos-, tienen alguna deuda con Beltrones.
Pues resulta que todo ese capital político, que ya se mueve en torno a Beltrones y a Miguel Osorio, será lanzado contra la candidatura presidencial de Ricardo Anaya.
Incluso el fenómeno ya fue bautizado; “Todos Unidos Contra Anaya”.
Y es que al arranque del gobierno de Peña Nieto, el otrora “joven maravilla” fue apoyado sin límite por Miguel Osorio, Manlio Fabio Beltrones, Luis Videgaray y el propio Enrique Peña Nieto. Sin embargo, Anaya los traicionó a todos.
Y también todos saben que en política la traición no se perdona y se paga con la vida… La vida política, claro.
Por lo pronto, todos en el PRI tienen un mismo objetivo, llamado “Tuca”.
Al tiempo.