Inseguridad y violencia no paran
¿Qué pensarían si el candidato José Antonio Meade es cachado al copiar –en una de sus presentaciones–, a un reputado conferencista?
¿Imaginan, por ejemplo, que el candidato presidencial del PRI hubiese copiado una conferencia a Bill Gates?
¿Pueden imaginar la escandalera y la madriza? Pues no tienen que llevar muy lejos su imaginación.
En redes apareció un trabajo de edición gráfica que confirma a Ricardo Anaya –aspirante del PAN, PRD y MC–, como copión de conferencias magistrales, para su presentación como candidato presidencial.
La prueba del “candidato #copypaste” como ya lo motejan, se puede ver en la pagina www.laotraopinion.com en donde también aparece la respuesta de Anaya a uno de los tres ejemplos de plagio.
En efecto, a pesar de que resulta “difícil de creer”, lo cierto es que el “joven maravilla” está lejos del estadista que “vende” a sus electores. Y basta ver el video para probar que Anaya “no pasa la prueba de la risa”.
Anaya plagió el discurso del 6 de mayo de 2012 de Selim Ismael, emprendedor y uno de los conferencistas indios más reputados de Sillicon Valley; ponencia en la que explica el funcionamiento del Google Car.
También plagió a Tony Seba, reconocido conferencistas y número uno en ventas de Amazon, por su libro “Clean Disruption o Energy and Transportation”. La conferencia, 2016, versó sobre el cambio de tecnologías en pocos años, para lo cual utilizó el ejemplo de la empresa Kodak.
Y si aún dudan, Anaya plagió el discurso de Peter Diamandis, presidente ejecutivo de la Fundación X-Prize, en donde compara los discos duros y las cámaras digitales de 1976 y la tecnología actual.
Anaya plagió a los tres en su conferencia del 18 de febrero de 2018, al ser presentado como candidato presidencial.
Quienes presenciaron “la espectacular ponencia” de Anaya al asumir la candidatura presidencial, se sorprendieron de los pobres recursos empleados por el candidato presidencial, para explicar su riqueza inexplicable.
A través de un video de ocho minutos, Anaya aparece frente a un pizarrón –como decimonónico maestro de escuela–, que explica lo inexplicable; la magia para hacer una fortuna de casi 60 millones de pesos, en su paso por el Congreso federal.
Esa pobre explicación, incluso ridiculizada por el senador Javier Lozano, contrasta con los recursos y habilidades mostrados por Anaya en su presentación como candidato presidencial. ¿Qué pasó?
Elemental, que además de lavar dinero, Ricardo Anaya plagia discursos.
Al tiempo