Libros de ayer y hoy
En efecto, no es novedad que los violentos –que no maestros–, de la CNTE utilicen el lenguaje de la violencia, la venganza y el odio, para expresar su estado de ánimo.
Lo han hecho durante décadas, en las que han impuesto el terror en las regiones que mantuvieron bajo su control, al tiempo que han llevado a la ruina la educación de millones de niños..
Incluso lo hicieron mediante métodos de violencia extrema cuando se opusieron a la Reforma Educativa –aprobada por todos los partidos menos por Morena–, porque significaba el fin de su cacicazgo y una de las mayores derrotas a la mafia en que se convirtieron la CNTE en estados como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México.
Por eso, las gemelas de violencia y represión en que hoy se han convertido la alianza CNTE-Morena, reaccionaron con el único lenguaje que conocen, el de la agresión contra el único candidato que ha prometido llevar hasta sus últimas consecurncisd la Reforma Educativa.
Y es que, como saben, el pasado sábado un turva de violentos de la CNTE se lanzó contra los asistentes a un mitin de la alianza PRI, PVEM, Panal, a los que atacaron con piedras y palos.
¿Y cuál fue la razón de la agresión?
Precisamente que el candidato José Antonio Meade es el único que ha prometido que, de ganar la elección presidencial, continuará con la Reforma Educativa, en tanto que el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador pregona a lo largo y ancho del país que tirará la reforma educativa.
¿Y eso qué significa?
Elemental, que de continuar la Reforma Educativa, tarde o temprano se acabará la mafia conocida como CNTE. En cambio, de ganar la elección el aliado de los mafiosos de la CNTE, el candidato de Morena, la reforma educativa será revertida y la mafia magisterial habrá triunfado.
Y, por increíble que parezca y por insensato que resulte, son muchos los ciudadanos que parecen estar dispuestos a votar por esa demencial regresión.
Sin embargo, lo grave del asunto no es que la CNTE recurra a la violencia que siempre ha utilizado como método de “lucha”. No, la tragedia es el mensaje de violencia política que el grupo magisterial manda a a todo el proceso electoral –por un lado–, y –por el otro lado–, sobre la represión que imperaría en un eventual gobierno de Morena.
En el primer caso, queda claro que la CNTE se suma a la claque de los grupos criminales que han convertido el proceso electoral en rehen de la peor violencia de la historia electoral mexicana, con casi 80 candidatos asesinados desde que arrancó la contienda electoral.
Y es que, como todos saben, las bandas criminales han recurrido al crimen como modelo de expresion –para mandar sus mensajes de terror–, en una lucha en la que tratan de apoderarse de municipios y espacios en los congresos locales.
A su vez, la CNTE utiliza el lenguaje de las piedras, los palos y el insulto verbal, para romper las concentraciones de sus adversarios. Es decir, recurren al lenguaje de la represión, la venganza y el odio, métodos que desde siempre ha utilizado el dueño de Morena, el candidato López Obrador.
Pero el segundo mensaje es aún más temerario. ¿Por qué?
Porque si bien la CNTE es portadora del mensaje de venganza, represión y odio contra los adversarios electorales, también podría ser –de ganar el candidato de Morena–, mensajero de que viene un gobierno represor, al mejor estilo de Díaz Ordaz, Luis Echeverría y López Portillo.
En pocas palabras, que un eventual gobierno federal de Morena, podría recurrir a los métodos de la venganza, la represión y el odio que siempre ha empleado el gremio magisterial.
Y se sienten tan seguros de la victoria electoral que los violentos de la CNTE ya no guardan las formas y no les importa exhibir sus objetivos en plena campaña presidencial.
¿Y por qué recurren a la violencia la represión y el odio a ojos y oídos de todos, en plena campaña presidencial?
Porque se saben respaldados y solapados por su principal aliado, el candidato presidencial de Morena, que no sólo no condenó la agresión sino que igual que en la histórica marcha contra la violencia en su gobierno en el DF, se burló del agredido y solapó a los agresores.
Luego de la mayor movilizacion social que se ha producido contra la violencia, AMLO llamó “pirrurris” a los manifestantes. Hoy copió el mote que aquí endilgamos en su momento al “#Yosoy132” y llamó “ternurita” al candidato Meade.
Pero la agresión tampoco fue condenada por el resto de candidatos presidenciales, tampoco por el INE y no la condenaron la mayoría de intelectuales y opinadores y menos las llamadas izquierdas o las derechas dizque democráticas.
Frente a esa impunidad generalizada, la CNTE vuelve por sus fueros; los fueros de los impunes.
Al tiempo.