Comienza la limpia en Veracruz
LA “PRENSA FIFÍ” DE AMLO
¡AHORA VAN CONTRA CIRO!
RICARDO ALEMAN.
En su pelea contra los críticos de su gobierno, el presidente no solo “escupe para arriba” sino que a diario dibuja a su propia “prensa fifí”; medios y periodistas volcados en la peor abyección imaginables.
Sin embargo, lo grave no es que medios y periodistas sean aplaudidores de Obrador. En realidad tienen derecho al lacayismo que les plazca. Lo cuestionable es que desde Palacio Nacional se instruye a “periodistas afines” para mandar mensajes, golpear y exigir censurar a otros medios y otros periodistas que, también de manera legítima, son críticos de Obrador. Es decir, el presidente no sólo se empeña en dividir a los ciudadanos sino que azuza a sus jaurías mediáticas y periodísticas contra algunos de los mas profesionales medios y periodistas que, casualmente, son sus críticos.
Y ya mentidos “al deporte” de azuzar medios y periodistas contra otros medios y otros periodista, el siguiente objetivo del “lopezobradorismo” se llama Ciro, se apellidas Gómez Leyva y encabeza las preferencias en radio y televisión en los grupos Fórmula e Imagen.
¿Por qué la persecución contra Ciro Gómez Leyva, luego que desataron rabiosas persecuciones contra críticos como Krauce y el autor de éste espacio?
Como saben, a su llegada al poder, Obrador presionó a ciertos medios para dar cabida a sus leales en frecuencias y canales privados de radio y Televisión. Un pasó idéntico al utilizado por Chávez en Venezuela.
Por eso llegaron a Radio Centro Carmen Aristegui y Julio Hernández – éste último premiado por orquestar el linchamiento contra Ricardo Alemán–, , mientras los medios públicos –como el IMER y Canal 11–, se convirtieron en vulgares propagandistas de Obrador.
El negocio fue tan malo para los medios privados que pronto su rating cayó al fondo de la tabla. Es el caso de los informativos de Radio Centro, cuyo concesionario reconoció públicamente que la llegada de Aristegui “le hizo perder muchos millones de pesos”.
Entonces se focalizó la guerra contra el informativo más escuchado en la radio matutina y el más crítico; el de Gómez Leyva.
¿Y cómo fue esa guerra?
Resulta que el locuaz concesionario de Radio Centro descalificó los ratings que colocan a Ciro a la cabeza, al tiempo que reclamó esa posición para Aristegui.
¡La risotada fue general en la industria de la radio! Pero no se trató de otra ocurrencia del concesionario de Radio Centro. No, detrás de la pelea por el rating existen mensajes de chantaje y censura.
¿Y qué quiere decir eso?
De párvulos; el mensaje busca “someter” a los informativos de las frecuencias como Fórmula, por un lado, y “bajarle” el tono a la crítica del informativo estelar, el de Ciro.
Claro, con el chantaje del patrocinio. Y es que para los “genios” de la casa presidencial resulta imposible e impensable que la mayor propagandistas de AMLO, la señora Aristegui haya caído al fondo del rating y un crítico de AMLO, esté a la cabezas. Pero esa fue una primera señal y un llamado a los concesionarios y los críticos.
Luego vino el manotazo mediante una vulgar mascarada. En la mañanera del pasado viernes, desde Guadalajara, los operadores de AMLO impostaron a un supuesto periodista –en realidad activista de Morena–, que preguntó al presidente si no era hora de censurar a sus críticos.
Y el ejemplo de esos irreverentes críticos fue –según “el periodista”–, el informativo nocturno de Gómez Leyva, que trasmite la señal de Imagen. No tardó la respuesta del presidente –magnánimo y generoso rey–, quien dijo que los medios que no dicen la verdad, serán castigados por las redes.
Son preferibles los excesos pero imperdonables la perversidad de la “prensa fifí”, según el “perdonavidas” de Palacio, el mismo que lanza golpes bajos, tira bolados a la nuca y patea las espinillas.
¡De locos, periodistas que piden al poder que censure a sus críticos! Lo simpático del tema es que el presidente no solo “escupe para arriba” sino que todos los días dibuja, de cuerpo completo, a su propia “prensa fifí”.
¿Y cual es “la prensa fifí de AMLO”?
Todos los medios del Estado y buena parte de la prensa, la radio y la televisión que solapan y aplauden la destrucción de la democracia mexicana.
¿Hasta cuando abrirán los ojos esos medios?
Al tiempo.