Poder y dinero
AMLO MANDARÌA A PRISIÓN A PEÑA, OSORIO, CIENFUEGOS…
Si Andrés Manuel López Obrador dijera la verdad en discursos, amenazas y acusaciones, seguro tendría elementos legales para enviar a prisión a Enrique Peña, a Miguel Osorio, al general Salvador Cienfuegos y al almirante Francisco Soberón.
Y es que en repetidas ocasiones –al menos en diez momentos–, Obrador acusó a militares y marinos, al presidente y al titular de la gobernación interna, de masacrar inocentes, reprimir ciudadanos, violar derechos humanos de civiles y cometer crìmenes de escándalo, como la desaparición e incineración de los normalistas de Ayotzinapa.
El problema, sin embargo, es que Obrador es un consumado mitómano al que muchos ciudadanos dan crédito, a sabiendas que engaña por sistema. Más aún, Obrador se autodefine como “indestructible”, porque saber que sus mentiras y engaños poco importan a sus seguidores.
Y una joya del gusto por la mentira y el engaño sobre marinos y militares la ofreció en un video difudido el 27 de octubre de 2015, en donde se dice solidario con padres y familiares de los 43 desaparecidos en Iguala.
Dijo: “Su lucha es profundamente humana. Tienen todo el derecho de exigir justicia y merecen que las autoridades los traten con afectividad y respeto.
Están equivocados Peña, Chong y los secretarios de Marina y Defensa. En vez de decir la verdad, y castigar a los responsables sin miramientos de ninguna índole, han guardado un silencio cómplice, han distorsionado los hechos y han llegado, incluso, a manifestarse en forma majadera y ofensiva, como las recientes declaraciones del secretario de Gobernación”.
¿Cuáles pruebas soportan la acusación? Ninguna. Se trata de ocurrencias y especulaciones. En rigor, Obrador incurre en el delito de difamación contra el Ejecutivo y las fuerzas castrenses.
Por eso, la Secretaría de la Defensa externó un ¡ya basta! Dijo que no tolerará más descalificaciones –sin pruebas–, e invitó a quienes dicen que las fuerzas castrenses violentan derechos humanos y reprimen ciudadanos, deben hacer la denuncia respectiva. Y si AMLO tuviera pruebas de sus dichos, habría enviado a prisión al presidente y a los titulares de Gobernación, Marina y Sedena.
Pero la difamación no es nueva. En por lo menos diez momentos ha repetido la misma fórmula.
1.- El pasado fin de semana, Obrador dijo que a partir de 2018 “no se utilizará al ejército para masacrar al pueblo”, lo que supone que militares y marinos reprimen al pueblo. ¿Dónde estaba AMLO en el 68 y el 71 de la represiòn estudiantil? ¿Dónde estaba cuando los presos del 68 y el 71 estaban en Lecumberri? AMLO militaba en el PRI.
2.- El 13 de marzo AMLO fue cuestionado por Antonio Tizapa –padre de uno de los normalistas de Ayotzinapa– sobre su responsabilidad en el caso Iguala y sus vínculos con Los Abarca. En respuesta, olvidó la afectividad y el respeto y gritó “cállate” al padre, al que dijo que debía preguntar “a Peña y al Ejército”.
3.- El 11 de febrero, el líder de Morena acusó a la Marina de masacrar y asesinar a menores de edad, en un operativo contra el cártel de los Beltrán Leyva, en Nayarit. Nunca se desdijo, a pesar de que los hechos lo desmintieron.
4.- El 4 de febrero de 2015 también calificó como “masacre” los hechos de Tlatlaya, donde también participaron las Fuerzas Armadas. Lo cierto es que un Juez Civil exhoneró a los militares involucrados.
5.- El 7 de octubre de 2016 publicó un tweet en el que afirmó que los soldados enviados a Irapuato, reprimían “a los que roban trenes por necesidad”.
6.- El 9 de febrero de 2016 acusó al titular de Sedena, Salvador Cienfuegos, de adquirir un jet de lujo.
7.- El 27 de septiembre de 2014 –recién ocurrida la desaparición de “los 43”– AMLO especuló sin evidencia que “si los soldados fusilaron a presuntos delincuentes es un delito grave y un absurdo”.
8.- El 6 de octubre de 2016 la bancada de Morena en la Constituyente se opuso a “guardar un minuto de silencio” en memoria de los militares abatidos en Culiacán. Justificaron la mezquindar, rememorando las declaraciones de AMLO en los casos de Ayotzinapa, Tlatlaya y Nochixtlán.
9.- El 12 de diciembre de 2014 el tabasqueño señaló que el general Cienfuegos debía aclarar los hechos de la noche en Iguala, lo que fue interpretado como una acusación de que se ocultaba información.
10.- Pero el pleito de AMLO con las Fuerzas Armadas data desde 2006, cuando mandó al diablo a las instituciones “con sus tanquetas y sus soldados”, en respuesta al sexto informe de Vicente Fox, quien resguardó la ceremonia con las fuerzas castrenses.
¿Casualidad o campaña de AMLO?
Al tiempo.