Poder y dinero
La revuelta de un tercio de gobernadores del país, quienes desertaron de la Conago el pasado lunes, no tiene otra razón que la disputa por la inequidad presupuestal y, por tanto, “el agandalle” electoral del presidente.
Es decir, resulta que los gobernadores en fuga –agrupados en la llamada Alianza Federalista–, no están dispuestos a seguir siendo víctimas del abuso centralista que impuso, López Obrador, desde su llegada al poder presidencial.
¿Y cual es ese abuso?
Que desde el primer día de getión, “el centro” no solo impone políticas públicas equivocadas –como las aplicadas a la pandemia–, sino que mueve cantidades millonarias del presupuesto federal mediante distintos ramos –a través de los “súper delegados” impuestos por el presidente en cada entidad–, con un estricto criterio político electoral.
Lo simpático es que –paradojas aparte–, la Conago fue impulsada a iniciativa del ex priísta, experredista, ex petista y hoy morenista, Ricardo Monreal, al inicio del gobierno de Vicente Fox.
Y la razón que antaño dio vida a la Conago, hogaño la lleva a la muerte.
¿Por qué?
Porque en 2001, una vez caído el presidente de origen priísta, los gobernadores buscaron unificarse para hacer un contrapeso real, para evitar los abusos presupuestales “del centro” y, sobre todo, impedir que el presidente metiera las manos en los procesos electorales locales.
Hoy, sin embargo, la historia se repite.
La diferencia es que Fox no era López Obrador; Fox entendió la razón de ser de la Conago y se comportó como un estadista y un demócrata.
López Obrador, en cambio, regresó al poder absoluto y dictatorial “del centro”; volvió al “mangoneo” presupuestal y al “manoseo” electoral.
Y esa realidad no la ven sólo quienes cierran los ojos.
Por eso, resulta que una decena de goberndores de las entidades más productivas del país abandonaron la Conago, justo al arranque del proceso electoral federal del 2021; el mayor proceso electoral mexicano de la historia, con elecciones en 30 entidades del país, cambio de 15 gobernadores, la mudanza en miles de ayuntamientos, una veintena de congresos locales y, sobre todo, la renovación de la nueva Cámara de Diputados federal.
Dicho de otro modo, el mensaje “De los Diez” –como ya se moteja a los gobernadores rebeles–, es que igual que el resto de gobernadores del país no permitirán que “el centro” meta las manos en las elecciones estatales.
Sí, resulta que la guerra electoral del 2021 apenas empieza. Por eso, a continuación 20 razones que explican el tamaño de la batalla que veremos.
1.- Lo más parecido a la rebelión de gobernadores del convulso 2020 se vivió en el México de 1840 –años antes de la delimitación entre México y Texas, de 1848–, cuando los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas decidieron formar La República del Río Grande, que nunca prospero.
2.- En 2001, a la caída del PRI del poder presidencial –y a la llegada del PAN, con Vicente Fox–, se creó la Conago, con 20 gobiernos estatales. El objetivo eran los contrapesos ante el cambio de régimen.
3.- Luego de 19 años, diez gobiernos de la Alianza Federalista dejan la Conago. Son los gobiernos de Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas. Curiosamente están Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, como en 1840.
4.- Los mandatarios en funciones en esas diez entidades son: Martín Orozco (PAN), Javier Corral (PAN), Miguel Riquelme (PRI), José Ignacio Peralta (PRI), José Rosas Aispuro (PAN), Diego Sinhué Rodrìguez (PAN), Enrique Alfaro (MC), Silvano Aureoles (PRD), Jaime Rodríguez (IND) y Francisco Javier Cabeza de Vaca (PAN).
5.- De nuevo un mensaje contundente; “Los Diez” representan a todos los partidos y tendencias opositoras.
6.- Pero es más clara la razón de la rebelión; buscar un contrapeso a las crisis economica y sanitaria; poner fin a la simulación de la Conago y, sin pretender la confrontación, buscan un dialogo real, respetuoso y republicano
7.- Diálogo con los gobiernos de 40 millones de habitantes; 31% de la poblacion total del país.
8.- Diálogo con los estados más productivos del país, con 33.5 % del PIB nacional.
9.- Diálogo con los estados que tienen la mayor inversión extranjera directa, superior a los 3 mil millones de dólares, al primer trimestre del 2020, equivalente al 40 % del total del país.
10.- Diálogo con los estados que suman el 60 % de las exportaciones, equivalente a 56 mil MDD
11.- Diálogo con las entidades que suman el 40 por ciento del empleo formal del país, a julio pasado, con 8 millones de empleos en el IMSS.
12.- Diálogo con los 10 estados en donde el PIB percapita es de 196 mil pesos, mientras en el resto del paìs es de 162 mil percapita.
13.- Diálogo con los gobiernos de 40 millones de habitantes, en cuyas entidades sólo votaron por AMLO el 23 por ciento de los electores.
14.- Y si aún duda de que es electoral la razón de la rebelión de gobernadores, basta recordar que, en la elección federal del 2021, habrá cambio de gobernador en 15 entidades, entre allas Chihuahua, Colima, Michoacán y Nuevo León, pertenecientes a los gobernadores en rebeldía.
15.- Pero, además, renovarán ayuntamientos y Congreso Locales, los estados de Aguascalientes, Chihuahua, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas.
16.- En Guanajuato sólo se renovará Congreso local.
17.- Más aún, hasta hoy, gobernadores de todo el país han presentado ante la Secretaría de la Función Pública, poco más de cien denuncias contra los “Superdelegados”, impuestos por Obrador en todo el país. Las denuncias son por el uso electorero de recursos públicos.
18.- De las poco más de cien denuncias ante la Funciòn Pública, una decena fueron desechadas y más de 90 no han sido sancionadas.
19.- El mayor número de denuncias por abuso electoral de los “súper delegados” se presentaron en los estados de Aguascalientes (11), Colima (16), Jalisco (8), Guerrero (10) y Tamaulias (7)…
20.- Además, la tarea prioritria de los gobernadores rebeldes será promover a México en el mundo, como destino de inversión; curiosamente lo primero que destruyó López.
Sin embargo, la guerra apenas empieza. Y sí, esa guerra puede destruir al país, aún más.
Al tiempo.