Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
Una fuente de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México reveló, a Itinerario Político, que el supuesto “robo” de medicamentos contra el cáncer –urgente para miles de niños enfermos en México–, en realidad habría sido “un autorobo”.
Sí, la fuente consultada –que pidió anonimato–, dijo que, según las pruebas y las declaraciones del supuesto testigo, no se sostienen la versión del robo y que, por el contrario, todo parece un montaje para ocultar algo.
¿Y qué estarían ocultando?, preguntamos. “Puede ser la inexistencia de los medicamentos…”, explicó la fuente.
Es decir, que todo apunta a que el supuesto “robo” de fármacos contra el cáncer –que habría sufrido la empresa Novag–, en realidad pudo ser un montaje del gobierno federal o de la CDMX, para justificar la indolencia oficial para atender a miles de niños, muchos de los que mueren a diario ante el desdén presidencial.
Según la fuente, que contactó a Itinerario Político, el robo se habría llevado a cabo la madrugada del domingo 4 de octubre, cuando un camión de carga y otros vehículos entraron a los patios de la empresa Novag y, en menos de 30 minutos, cargaron poco más de 40 mil unidades de un medicamento contra el cáncer que, según el gobierno mexicano, se había adquirido de manera urgente a la empresa argentina Kemex.
Lo curioso, es que a pesar de que los medicamentos supuestamente robados cuestan millones de dólares, ningún ejecutivo de las empresas Novag y Kemex denunció el robo, el domingo 4 de octubre.
¿Por qué no presentó la denuncia del robo ningún ejecutivo de las empresas afectadas, si lo supuestamente robado cuesta millones de dólares?
¿De verdad no existe una empresa aseguradora, que debió presentar la denuncia, por una pérdida millonaria?
En realidad, la única referencia que se tiene es una Carpeta de Investigación de la Procuraduría de Justicia de la CDMX, en la que aparece la declaración de un supuesto vigilante de la empresa Novag –de donde habría sustraído los medicamentos–, quien revela detalles no sólo incoherentes sino inverosímiles del supuesto robo.
Pero no es todo. Resulta que ninguna autoridad se atrevió a hacer público el robo. Los padres de familia de los niños enfermos de cáncer habrían sido informados cuatro días después, es decir, el 9 de octubre del 2020, en la Secretaría de Salud.
Sin embargo, hasta el 9 de octubre ninguna autoridad había revelado el supuesto robo. Y, peor, si nadie sabía, nadie había investigado nada.
Y, por si fuera poco, fue la propia Secretaria de Salud, la que pidió a los padres de niños enfermos de cáncer, que ellos hicieran la denuncia pública del presunto robo.
Por eso, de nuevo obliga la pregunta. ¿Por qué un robo como ese, de 40 mil unidades de un fármaco que cuesta millones de dólares, no es denunciado oficialmente por la empresa o las empresas afectadas y menos por el gobierno mexicano?
Lo cierto, sin embargo, es que la fuente de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México –que contactó a Itinerario Político–, dice que, según los videos del supuesto robo, en realidad los presuntos ladrones tuvieron todo lo necesario para ingresar a los patios de la empresa, para identificar lo robado, para operar los montacargas y para salir sin ningún problema, en tiempo récord, de no más de 30 minutos.
Peor, dice la fuente, que en la Carpeta de Investigación no aparecen las facturas que acrediten la compra a la empresa argentina Kemex –por parte del gobierno mexicano–, de los medicamentos supuestamente robados.
Y, curiosamente, la empresa argentina Kemex es la misma a la que el gobierno de México obligó a retirar del mercado –en marzo pasado–, dos lotes de fármacos contra el cáncer, que no cumplían con las especificaciones sanitarias.
La hipótesis de la fuente –que se atrevió a denunciar ante Itinerario Político las irregularidades del presunto robo–, es que en realidad se trata de un “autorobo” de los medicamentos ya antes incautados y retirados del mercado. Por eso, a nadie de las empresas Kemex y Novag le importó hacer la denuncia.
Y también por eso no existen las facturas de la supuesta compra por parte del gobierno de México, a la empresa Kemex, de 40 mil unidades de fármacos contra el cáncer.
En resumen, todo indica que el gobierno de López Obrador fabricó un supuesto robo, para justificar la inexistencia de medicamentos para salvar la vida de miles de niños con cáncer.
Es decir, se confirma que el de López Obrador es un gobierno criminal. Al tiempo.