Poder y dinero
Gana Del Mazo; pierden Ricardo Anaya y AMLO
A casi tres semanas de la elección para renovar el gobierno mexiquense, y durante el segundo debate de los candidatos en contienda, el ganador resultó ser el priista Alfredo del Mazo.
¿La razón?
Porque Del Mazo presentó las mejores propuestas, más claras, resultó el más articulado y el que con mayor puntería pegó debajo de la línea de flotación de “la otra coalición”, la de AMLO y Delfina Gómez, que compiten por el partido Morena.
Y es que en el momento de mayor tensión -en un debate mediocre por su formato nada propicio al contraste y la confrontación-, fue cuando Del Mazo presentó a las cámaras, frente al electorado, las portadas de dos diarios que revelan el temor de inversionistas y empresarios por la eventual llegada de Morena al gobierno del Estado de México.
En dichas portadas -producto de encuestas entre especialistas en inversión y empleo-, se informa que los consultados temen la llegada de Morena al gobierno mexiquense porque provocaría la pérdida de empleos, la fuga de capitales y la devaluación del peso.
En pocas palabras, Del Mazo arriesgó con una carta que pocos se han atrevido a plantear de manera pública: que la llegada de Morena al Estado de México sería un peligro para México y para el Estado de México.
Pero el candidato del PRI no se quedó en esa acusación. No, a lo largo del debate y por lo menos en otros dos momentos lanzó acusaciones directas sobre la corrupción exhibida por todos los medios en torno a Delfina Gómez y a su partido Morena.
Del Mazo denunció, por ejemplo, que en su gestión como alcaldesa de Texcoco, Delfina Gómez se robó diez por ciento del salario de los trabajadores municipales; despojó a madres de las pensiones para la manutención de sus hijos y, por si fuera poco, cuestionó que Morena quiere quitarle a Texcoco y a otros municipios los beneficios de miles de empleos por el nuevo aeropuerto que se construye en ese municipio.
A su vez, Delfina Gómez llegó al debate con la instrucción de no responder una sola de las acusaciones en su contra. Es decir, en un contraste de gran cinismo, Delfina hablaba contra la corrupción y a favor del castigo a los rateros, mientras que no respondió una sola de las muchas evidencias exhibidas que la señalan como una alcaldesa corrupta y depredadora.
Todos los candidatos sacaron a relucir parte de un amplio expediente de corruptelas cometidas por Delfina Gómez. Sin embargo, los momentos de mayor tensión se dieron cuando la candidata independiente, Teresa Castell, le preguntó de manera directa: “¿Delfina, es corrupción robar el salario de los trabajadores… es impunidad entregarlo a tu partido?”
Y cuando Josefina Vázquez Mota denunció que detrás de Delfina Gómez y de la presión para que los maestros voten por Morena está la mano de “la mafia del poder”: de la profesora Elba Esther Gordillo. La candidata Delfina no atinó a responder y, aun así, se atrevió a acusar de corruptos a todos los candidatos.
Y si el ganador fue Del Mazo y la gran perdedora fue Delfina Gómez, la que perdió la última oportunidad de recuperar terreno fue la panista Josefina Vázquez Mota. ¿Por qué perdió lo que fue su última oportunidad?
1.- Porque no entendió -y sus estrategas tampoco- que a poco menos de tres semanas de la elección, la disputa se polarizó entre PRI y Morena y que la mayor posibilidad de rescatar votos no está en el PRI, sino en Morena o en el PRD.
2.- Porque si bien Vázquez Mota es la mejor preparada y la más habilidosa para un debate, no cambió su estilo de campaña, de mensaje y hasta su lenguaje corporal, de tal manera que ya no arrancó sensaciones adicionales a los votantes.
Al final, parece que la suerte de Ricardo Anaya se jugó en el debate de anoche en el Estado de México. Y es que el jefe panista tenía puesta buena parte de su esperanza presidencial en la victoria de Josefina, la cual no sacó nada nuevo en el segundo debate como para detener una caída que parece inevitable.
El segundo lugar del debate se debe acreditar al perredista Juan Zepeda. Fresco, inteligente, oportuno y punzante, dio la batalla y sobre todo marcó la diferencia cuando repartió por igual a todos los partidos y candidatos y cuando habló con seguridad para retar a Del Mazo: “La pelea está entre dos; PRI y PRD”, le dijo.
Incluso se llevó las palmas cuando Delfina acusó al PRD de votar a favor de la reforma educativa y a Zepeda de no proponer nada distinto en materia de educación. Sin dudarlo, el candidato del PRD reviró señalando a la claque de Delfina: “Todos los que hoy te acompañan eran perredistas y todos votaron…”. Le faltó decir que AMLO no mete las manos al fuego por ninguno de ellos.
A casi tres semanas de la elección en el Estado de México, la lucha parece de tres: PRI, Morena y PRD.
Al tiempo