Declaraciones de México y Oaxaca
En México, un presidente como López Obrador cuenta con todos los privilegios imaginables y, sobre todo, con aquellos que muchos ciudadanos ni se han enterado
1.- Por ejemplo, el presidente mexicano vive en su Palacio, cual monarca trasnochado.
2.- Cuenta con un ejército de sirvientes de 160 personas; el mayor número de ayudantes y hujieres en muchos reinos del mundo.
3.- Tiene a sus pies y a su servicio exclusivo a los tres Órdenes de Gobierno; federal, estatal y municipal.
4.- Maneja a su antojo los Tres Poderes de la Unión; Ejecutivo, Legislativo y Judicial; a los que mangonea según su particular interés.
5.- Es dueño de la justicia y la ley, en toda la extensión de la palabra, gracias a su “carnal”, el fiscal general.
6.- Cuenta con la facultad exclusiva de violentar la Constitución, sin que nadie sea capaz de espetar siquiera un ¡basta!
7.- Puede mentir a su antojo; engañar a los ciudadanos sin pudor y sin freno y hasta puede difamar a quien le plazca, sin temor a ser sancionado por autoridad alguna.
8.- Por ejemplo, en poco más de tres años ha formulado casi 70 mil mentiras, sin que nadie le exija rendir cuentas
9.- Y es que en el México de López, el presidente es el mandón único, el mandamás por excelencia; el todo poderoso y el único que tiene la verdad, la justicia y la ley en un puño.
10.- En México el presidente Obrador puede tirar a la basura una obra de miles de millones de dólares, como el NAIM y nadie le exige cuentas.
11.- Y puede edificar “un trenecito” Maya del casi el doble de costo, que servirá “para maldita la cosa”.
12.- El presidente mexicano también puede despilfarrar el dinero de los ciudadanos en una “central avionera” como Santa Lucía, a pesar de que ninguna autoridad aeronáutica le ha dado el aval de seguridad.
13.- Y ese mismo presidente puede endeudar al país a su antojo, al nivel más demencial de la historia y nada ocurre; no existen opositores y menos instituciones capaces de sancionar tal despilfarro del dinero público.
14.- En México el presidente puede dejar en libertad al mayor de los capos del narcotráfico, Ovidio Guzmán, y ninguna autoridad le exige cuentas.
15.- Puede pactar con las bandas criminales la entrega del país entero y sembrar de cadáveres el territorio nacional –113 mil muertos en 36 meses–, y nadie se atreve a exigirle corregir el rumbo.
16.- Puede ser el gobierno de las masacres, de los feminicidios, de los niños al servicio del crimen organizado, del secuestro y de los desaparecidos y no pasa nada.
17.- Puede llevar al país a la mayor inflación en 20 años; al crecimiento económico peor de la historia; al desempleo de espanto y nada; nadie le dice una sola palabra.
18.- El mandatario mexicano puede dejar morir de cáncer a miles de niños, por la falta de quimios, y no aparece autoridad alguna en México capaz de sancionar tales crímenes de Estado y de lesa humanidad.
19.- Y el presidente López Obrador puede negarse a usar cubrebocas, puede solapar a criminales como Hugo López Gatell, puede negar la gravedad de la pandemia y hasta puede ser una fuente de contagio, pero a nadie le importa ya que su popularidad soporta todo.
20.- Y, claro, el presidente mexicano y su prole son intocables e inalcanzables no sólo por la ley, la justicia, la Constitución y hasta por un virus como el de la Covid-19, porque tiene a su servicio el poder total del Estado mexicano; los médicos necesarios, los mejores hospitales y todo para salvar su vida.
Una montaña de privilegios mientras millones de mexicanos viven abandonados a su suerte; mientras más de 300 mil vidas se han perdido, según cifras oficiales; mientras que casi un millón de familias están de luto, sea por la violencia, la inseguridad o la pandemia.
Y qué bueno que el presidente tiene todo para salvar su vida frente a la enfermedad y la adversidad, a pesar de que millones de compatriotas “viven con el Jesús en la boca”, porque carecen de todos.
¿Para eso votaron 30 millones?
¿Es un honor estar con Obrador?
¿O será una vergüenza seguir con Obrador?
Al tiempo.