De norte a sur
Las siguientes preguntas las formularon pacientes consultados sobre la calidad de la salud pública en el gobierno de AMLO, en fila de espera para ser atendidos en una clínica del IMSS.
Les preguntamos el mismo día que López Obrador anunció la “farmacia gigante” para acabar con el desabasto de medicinas.
Así lo dijeron: “¿Alguna vez, alguien ha visto a López Obrador acudir al ISSSTE o al IMSS?
“¿Alguien ha visto alguna vez a la familia presidencial y al hijo, acudir a una institución pública de salud?
“¿Han visto un testimonio de los políticos de Morena, de gobernadores, de uno sólo de los influyentes del gabinete presidencial de AMLO, que acuda a una clínica del IMSS o el ISSSTE?
“No, no y no. Nunca nadie, ni el presidente, ni su mafia, ni los jefes de Morena, ni los gobernadores ni el gabinete nunca se han atendido a la salud públicas. Todos van a hospitales privados o reciben atención especial o privada o de médicos militares”. (FIN DE LA CITA)
Otros dijeron que: “esos que defienden a los que menos tienen no entiende el calvario de millones que hemos perdido patrimonio y todo, por atender a un enfermo”.
Sí, son millones quienes empiezan a ver que a nadie del gobierno de Obrador le interesa la tragedia de la salud y nadie conoce la desesperación y la rabia por no recibir atención médica y tampoco medicinas del IMSS, del ISSSTE y menos la impotencia de no poder pagarlas,
Por eso, resultó una burla para los entrevistados, “la idea” de crear una farmacia gigante con todas las medicinas del mundo para…. bla, bla, bla.
Y enojados otros advirtieron: “Es tiempo de que paren de insultar a la gente; que entiendan la tragedia de millones en clínicas y es tiempo de que el presidente acuda al IMSS y al ISSSTE, para que vea lo que se siente”.
Pero no, López vive en un Palacio y no ve las tragedias cotidianas de millones de olvidados y sin salud. Olvidados que paso a paso recordaron el decálogo de la tragedia sanitaria.
1.- En medio de la risa de incredulidad, Obrador prometió que la salud en su gobierno sería de primer mundo, como la de Dinamarca, según dijo.
Sin embargo, a los pocos meses de iniciado su gestión, destruyó el Seguro Popular, que en sus distintas etapas fue uno de los mayores logros de los gobiernos de Fox, Calderón y Peña. en materia de salud pública.
Y es que, por ejemplo, entre 2002 y 2015, el Seguro Popular alcanzó la impensable cobertura de salud para 57 millones de mexicanos, casi el 60 por ciento de la población total del país.
De los 57 millones de ciudadanos atendidos en el Seguro Popular, casi el 90 por ciento –algo así como 52 millones de personas–, eran mexicanos pobres; es decir, los que menos tienen.
2.- En el gobierno de Felipe Calderón, el Seguro Popular creció para dar cabida al Seguro Médico Siglo XXI, que amplió la cobertura a niñas, niños y adultos con enfermedades de alto costo y que resultan catastróficas.
Al desaparecer el Seguro Médico Siglo XXI, millones de niñas, niños y adultos con enfermedades de algo costo quedaron en el desamparo; miles perdieron la vida y cientos de familias resultaron arruinadas por los costosos tratamientos que ya no solventaba el Seguro Popular.
3.- La muerte del Seguro Popular y la lenta construcción de u8n nuevo sistema de salud pública provocó que a mediados de 2019 el Seguro Social, el ISSSTE y los servicios federalizados de salud se saturaran y empezó la deficiencia en los servicios, la saturación y la carencia de medicamentos.
4.- La crisis se generalizó con la llegada de la pandemia de Covid-19, ya que todo el sistema colapsó, al extremo de que México se convirtió en uno de los tres países del mundo con mayor número de muertes por Covid-19; con poco más de un millón de víctimas, de las cuales el 60 por ciento nunca recibieron los beneficios de la salud pública.
5.- Peor aún, México también fue uno de los cuatro países del mundo con el mayor número de profesionales de la salud fallecidos a causa de las deficientes condiciones en las que atendieron la emergencia de Covid-19.
6.- También al arranque de la gestión de AMLO, se decretó la desaparición de las guarderías infantiles; con el consecuente abandono de millones de menores de edad y el desempleo de sus madres.
Las guarderías eran no solo un resguardo en los primeros años de vida para los menores, sino la garantía de que recibirían todo el cuadro de vacunas esenciales precisamente en esa etapa de vida.
7.- Para sustituir el capricho presidencial de desaparecer el Seguro Popular, en 2019 se creó el llamado Insabi, institución que según el Obrador ofrecería mejores servicios que el desaparecido Seguro Popular.
Sin embargo, tres años después, también por decreto presidencial se ordenó la muerte del Insabi, en medio del mayor saqueo de dinero público
destinado a la salud la mayor crisis sanitaria después de la revolución mexicana.
8.- Otro capricho presidencial fue la destrucción del sistema de compras y distribución de medicamentos que, en los gobiernos de Fox, Calderón y Peña, habían garantizado el abasto y bajo costo de medicamentos.
Y es que al tiempo que se agudizaba la crisis de medicamentos; mientras que crecía el escándalo por la falta de medicinas para niños y mujeres con cáncer, el presidente mexicano se burlaba de todos y aseguraba que, en su gobierno, la salud sería de primer mundo y que no había desabasto de fármacos.
9.- Una afrenta más fue la “contratación” de médicos cubanos por parte del gobierno de México, dizque para resolver las carencias en nuestro país. En realidad no fue más que una patraña discursiva, ya que mientras que miles de médicos mexicanos eran despedidos, el dinero de la salud pública era enviado para financiar la dictadura cubana.
10.- Al final de los primeros cinco años del gobierno de López Obrador, la tragedia sanitaria es total; ningún ciudadano que hoy acuda al IMSS, al ISSSTE o a los servicios de la antigua SSA encuentra solución a sus problemas médicos; no encuentra medicamentos, no hay servicio de análisis clínicos, radiografías, cirugías y tampoco emergencias.
Y es que el mayor logro de López Obrador fue la privatización de los servicios de salud, ya que todo aquel que quiere ser atendido no tiene más remedio que acudir a los servicios privados de salud.
Una tragedia que ha dado ganancias estratosféricas a las empresas farmacéuticas, a los laboratorios, hospitales y médicos privados.
Sí, el dizque gobierno mexicano de izquierda terminó por privatizar los servicios de salud y condenó a muerte a millones de mexicanos pobres, que no cuentan con alternativas de salud pública.
Lo demás, la farmacia gigante y el bla, bla, bla, no es más que demagogia engañabobos.
Al tiempo