Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
¡Ser periodista es jugarse la vida!
Sí, debemos repetirlo cuantas veces sea necesario.
Basta de asesinar a periodistas en México.
Y es que, por segundo día consecutivo –el 29 y 30 octubre del 2024–, las balas criminales alcanzaron a un periodista.
En realidad se trata de una periodista asesinada, lo que convierte el crimen en un doble agravio social; un feminicidio más que se suma a los miles de mujeres muertas en México en los tiempos de la mal llamada “4-T”.
Un agravio más que poco o nada le importa a “La Señora Presidenta”, quien prefiere ignorar el tema y dejarlo pasar, como si nada.
Pero aquí se lo recordaremos todos los días, ya que la sociedad mexicana no puede –no podemos–, quedarnos callados frente a la incontenible ola criminal que se apoderó del país.
Y es que la tarde del pasado miércoles, 30 de octubre del 2024, sicarios de un grupo criminal atentaron a quema ropa contra la periodista colimense conocida como Paty Bunbury.
Especializada en el género periodístico de espectáculos, la periodista fue acribillada en su negocio de comida, en la colonia La Atrevida, en la capital de Colima, a donde llegaron dos hombres a bordo de una motocicleta, en la que escaparon luego del crimen.
Según testigos, se trató de un ataque directo, ya que uno de los sicarios entró al lugar en donde se encontraba Patricia Bunbury y disparó a quemarropa.
El crimen consternó al gremio periodístico de Colima, al extremo de que le exigieron a la gobernadora “morenista”, Indira Vizcaíno, localizar, detener y sancionar a los presuntos responsables.
Lo más grave del asunto es que apenas ayer dedicamos el Itinerario Político al crimen del periodista Mauricio Solís Cruz, también acribillado en Uruapan, Michoacán.
Por eso hoy se retoma un fragmento de lo ayer se dijo aquí respecto al crimen de periodistas.
Así lo dije: “Sigue la masacre de periodistas. Y sigue la impunidad de los “mata-periodistas”.
“Y es que en los gobiernos del Partido Morena –gobiernos municipales, estatales y el federal–, a nadie le importa impedir que los periodistas sean asesinados por matarifes a sueldo.
“Y es que, para el partido en el poder, “el mejor periodista es el periodista muerto”.
“Por eso, en la gestión de López Obrador se llegó a la mayor masacre mundial de periodistas; con 81 comunicadores abatidos por manos criminales sin que ninguno de los responsables haya sido castigado.
“Y hoy, en el naciente gobierno federal, manos criminales le arrebataron la vida al periodista Mauricio Solís Cruz, la noche del martes 29 de octubre del 2024, en Uruapan, Michoacán.
“Un joven periodista que era director del portal “Minuto a Minuto” y que fue asesinado a balazos, minutos después de que entrevistó al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, en medio de la plaza principal de esa ciudad. Una atrocidad que se suma a los miles de casos de impunidad gracias a los gobiernos de Morena.
“El crimen, como ya se dijo, se contabiliza como el primer asesinato de un periodista en la gestión de la espuria Claudia Sheinbaum, luego que en el gobierno de López Obrador fueron asesinados un total de 81 comunicadores.
“Y es que “La Señora Presidenta” no ha cumplido siquiera el primer mes de gestión y, en su gobierno ya se contabilizan más de 2 mil víctimas de la violencia criminal, además de un periodista asesinado.
“Y por tanto, está claro que ya vivimos la continuación de un gobierno de terror, ya que en el de López Obrador se contabilizaron casi 200 mil muertos a causa de la violencia criminal, un total de 81 periodistas asesinados, más de una docena de sacerdotes muertos y cientos de luchadores sociales a los que les arrebataron la vida.
“En pocas palabras, vivimos en un gobierno de terror que hoy se reproduce y que va por el mismo camino que el sexenio pasado.
“Eso sin contar con los más de 50 mil desaparecidos, los casi 20 mil feminicidios, la persecución y crimen de sacerdotes y luchadores sociales y la cancelación de libertades básicas, como la libertad de manifestación callejera” (FIN DE LA CITA)
Y ahora las preguntas obligadas. ¿Hasta cuándo los periodistas dejarán de ser blanco de las balas criminales? ¿Hasta cuándo gozaremos de libertad de expresión?
Al tiempo.