Poder y dinero
Dicen los estudiosos de la conducta humana que entre lo más difícil de aceptar por los seres humanos –además de la fatalidad de la muerte–, es la equivocación.
Es decir, que pocos seres humanos son capaces de reconocer, de manera clara, una equivocación y mucho menos capaces de corregir y/o mudar de ruta.
Por eso la pregunta. ¿Cuántos de los 30 millones de mexicanos que votaron por Obrador han sido capaces de reconocer que se equivocaron?
Si nos atenemos a las encuetas está claro que pocos aceptan como un error y hasta un horror su voto por AMLO. Más aún, los sondeos dicen que hasta 80 por ciento de los consultados aplauden el nuevo gobierno.
Por eso, para evitar el conflicto del arrepentimiento, cambiamos el sentido de la pregunta. ¿Cuántos ciudadanos, a 82 días del nuevo gobierno, extrañan la gestión del presidente Peña Nieto?
La respuesta está a la vista de todos, porque aparece por todos lados; resulta que extrañan a Peña Nieto desde ciudadanos de a pie, pasando por burócratas, empresarios, políticos y hasta uno que otro intelectual que por años apaleó a Peña Nieto. Pero vamos por partes.
1.- Seguramente extrañan a Peña Nieto miles de burócratas federales, de todos los niveles y todas las dependencias, que han sido despedidos por la purga emprendida por el gobierno de Obrador. Qué harán esas familias, muchos de ellos mexicanos con un elevado nivel de calificación profesional.
2.- También extrañarán a Peña Nieto miles de trabajadores de todos los ramos industrial y de servicio –de la iniciativa privada–, que empiezan a perder sus empleos, además de muchos jóvenes que no tendrán el empleo prometido. En el gobierno de Peña se crearon 4 millones de empleos y en 82 días de AMLO se han perdido más de 500 mil puestos de trabajo.
3.- Extrañan a Peña Nieto miles de padres que debieron cambiar su vida, su empleo y hasta su futuro por la cancelación de las estancias infantiles que atendían a millones de niños en una etapa crucial de su desarrollo. ¿Qué harán esas familias y cual será el futuro de esos niños?
4.- Extrañan a Peña Nieto los millones de usuarios del transporte aéreo, que por años deberán seguir padeciendo el deficiente servicio de una terminal aérea saturada y que no ven cercana la posibilidad de un nuevo aeropuerto, moderno y funcional?
5.- Extrañan a Peña Nieto decenas de miles de trabajadores especializados que tenían su futuro puesto en la construcción del NAIM y que hoy están desempleados y sin un futuro claro.
6.- Extrañan a Peña Nieto sectores fundamentales para la economía, como el de la construcción, que empiezan a ver una vertiginosa desaceleración que, muy pronto, llevará al colapso a industrias como las del cemento, el acero, el aluminio… y al final se vendrá abajo la industria inmobiliaria.
7.- Extrañan a Peña Nito los millones de trabajadores del sector del turismo, cuya efectos negativos empiezan a ser visibles en la desocupación hotelera y, por consecuencia, la pérdida de miles de empleos. México ya estaba en el lugar 6 de turismo mundial y pronto perderá competitividad.
8.- Extrañarán a Peña Nieto los mexicanos que empiezan a sentir la inseguridad y la violencia desbordadas a causa de la claudicación del Estado a una de sus responsabilidades fundamentales; velar por la vida, la seguridad y y los bienes de los ciudadanos; claudicación ordenada por AMLO.
9.- Extrañarán a Peña Nieto los estudiosos de la democracia mexicana; políticos y líderes de partidos que con Peña Nieto vivieron el fortalecimiento democrático, el respeto a la división de poder y la vigencia de los contrapesos institucionales. Hoy ven la destrucción de la democracia y el florecimiento de la mediocridad en el gobierno y el partido en el poder.
10.- Y también extrañarán a Peña Nieto todos aquellos que veían para México un futuro de crecimiento y desarrollo y que con Obrador confirman no sólo una regresión autoritaria y populista sino una potencial dictadura, con una Guardias Nacional represora y un Estado sin contrapesos.
Y es que hasta hace pocos meses hablar de una potencial dictadura en el caso de AMLO era “un pecado capital”. Hoy, cada vez son más los mexicanos que advierten sobre el riesgo del presidente-dictador López Obrador.
Y, en efecto, AMLO tiene 80 por ciento de aceptación, la mismas que llegó a tener Carlos Salinas. Pero también es cierto que Salinas dejó el gobierno con 80 por ciento de repudio.
Al tiempo.