Poder y dinero
– No le demos más armas al PRI para debilitarnos
Estamos a pocos minutos de que Margarita Zavala informe su decisión sobre su salida o no del Partido Acción Nacional; más allá del sentido de su anuncio, lamento profundamente que no seamos capaces de ver que esto es el resultado de una estrategia orquestada por el PRI y desafortunadamente operada por algunos compañeros panistas para debilitar a nuestra institución y restarnos competitividad en la elección del 2018, en donde claramente tenemos la posibilidad de recuperar la Presidencia de la República.
Margarita representa un gran valor para el PAN y para la política de este país, sin duda ella le ha dado mucho a nuestro querido Partido, pero al igual que muchos de los que acompañamos al Presidente Calderón y a ella misma en distintos proyectos, hemos recibido grandes oportunidades de esta institución.
Por ello, no puedo estar de acuerdo en que los extremos sean los que predominen en el PAN y algunas voces sigan el juego de este PRI perverso que lo único que busca es dividirnos y lamento que dentro de esas voces mi compañero Senador Ernesto Ruffo haya usado expresiones ofensivas para referirse a la posible salida de Margarita Zavala, las rechazo y las condeno.
Lo hago y lo externo como lo hice hace algunas semanas, para denunciar expresiones igual de ofensivas que hiciera Emilio Gamboa para referirse a la Senadora Laura Rojas y a una servidora cuando se votó la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado. Los comentarios de Gamboa, fueron claramente ofensivos y con una enorme carga de misoginia y muchos los oímos directamente en una reunión en la oficina del entonces Presidente de la Junta de Coordinación Política, Fernando Herrera.
Lo mismo hizo hace algunos meses el Senador Javier Lozano y lo ha reiterado en muchas ocasiones también al dirigirse a Margarita Zavala: “una cosa es tener ganas y otra es tener con qué, para administrar el Gobierno de la República se necesita algo de experiencia”, aludiendo que Margarita no era capaz de aspirar a la candidatura y menos de ocupar la Presidencia de la República, pues sus intereses están con Rafael Moreno Valle, quien estoy segura está más que feliz con lo que pasa aparentemente entre Ricardo Anaya y Margarita Zavala, ¿acaso no lo sabemos al interior del PAN?.
A los tres senadores les digo que adjetivar de esta manera nuestra participación política como mujeres, pero especialmente como seres humanos, es inadmisible. Que no se nos olvide que nosotros pertenecemos a un Partido que defiende el respeto a la dignidad humana. La congruencia no es un asunto circunstancial.
Mi posicionamiento no tiene que ver con victimizar a las mujeres, más bien con decirle a varios servidores públicos especialmente los que están ayudando al PRI a conseguir su objetivo, que nuestro empoderamiento va más allá que un asunto de género y que el país es más importante que cualquiera de nosotros, porque si no somos capaces de defender nuestra dignidad, el resultado es lo que hoy tenemos como gobierno. Una clase política priísta insensible ante el dolor ajeno y el dolor evitable, capaces de todo por mantenerse en el poder.
Toda institución tiene sus propias luchas, la conformación de equipos internos no sólo es sana sino que otorga al partido equilibrios que desembocan en encabezar proyectos con posibilidades reales de tener éxito; sin embargo, esas pugnas deberían mantenerse en el marco de la prudencia y el respeto irrestricto de la dignidad de las personas.
Mi llamado respetuoso a los panistas a no contribuir y sumar puntos a un PRI, que ante estos actos no sólo está feliz de lo que pasa, sino que ha hecho todo por maximizar y potencializar mediáticamente estas diferencias. No le demos armas al PRI para que esto siga sucediendo, México no puede permitirse más un gobierno como el que hoy tenemos ya sea con las siglas del PRI a través de José Antonio Meade a quien muchos han alabado en las últimas semanas o con personajes como López Obrador que aunque quiera negarlo su origen y el de sus acompañantes es el mismo PRI, que se ha refundado en Morena en estos últimos meses. “Que no haya ilusos para que no haya desilusionados”.