En 2024, el proceso electoral más violento/Alejandro Moreno
EL PEOR GOBERNADOR DE TLAXCALA
La frase que esboza el título de esta entrega, es común entre la sociedad de este estado cuando se refiere a su gobernante en turno cuando está a punto de concluir su mandato o, cuando el titular del Poder Ejecutivo se ha ido.
¡Qué bueno que ya se va! O qué mejor que, ¡al fin se fue!… Se repite la sociedad a nivel nacional en el caso del presidente de la República o estatal en el caso de gobernador.
Los mandatarios se defienden con otra frase lacónica: ¡que la historia me juzgue!
Subjetivo en ambos caso es difícil alcanzar unanimidad para calificar al peor o mejor gobernador; más aún dejar que la historia rinda honor o repruebe la administración de algún gobernante. Esto último es incluso demagógico.
Hablando en el plano local, no obstante que hay estados en donde sí se puede ya dar el calificativo que titula esta columna: Veracruz y Chihuahua, con los Duartes; Quintana Roo, con Borge; Padrés en Sonora; Tamaulipas, Michoacán… ¡híjole¡ mejor lo dejamos en etcétera.
Pero de regreso a Tlaxcalita “la bella”, en los últimos 40 años fue una constante la expresión popular de “el peor gobernador (a)…”.
Que si Tulio Hernández Gómez se tomó en serio su propia filosofía política “gobernar con saliva y pulque”… que sí lo único que pudo cumplir fue su sueño de hacerse su esposa a Silvia Pinal, con las trágicas consecuencias para el acervo cultural de Tlaxcala.
Que si Beatriz Paredes gobernó con mano de hierro a un Tlaxcala pasivo, donde ella misma “contrataba” a activistas, mujeres claro, como a la toluqueña Luz Rivera Martínez o a la jarocha Rosalía Peredo Aguilar para que movilizaran al pueblo “pasara algo” que gobernar.
Las altas miras de “La Doña”, que la mantiene en las altas esferas de la política mexicana, hicieron de su sexenio un trampolín que continuó truncando -igual que su antecesor Tulio- el legado de progreso que había dejado “el mejor gobernador” de Tlaxcala, Emilio Sánchez Piedras.
Esta misma semana un tlaxcalteca apasionado de la política y de la tauromaquia, comentó a quien esto escribe, que el peor gobernador fue José Antonio Álvarez Lima. Tal vez su tradición priista lo hizo recordar que fue el hombre de la calva, la boina y la barba quien, además de “traer gente de fuera trabajar” en su sexenio, entregó el poder a otro partido.
Sin embargo sobre JAAL, se estigmatizó un alejamiento de la entidad, ya que su carrera política la consolidó a nivel central, en general hizo una vida en la capital del país al salir desde joven a estudiar fuera de Tlaxcala, además de que fue impuesto por su padrino Carlos Salinas de Gortari. Incluso lastimó el orgullo tlaxcalteca con su decisión de gobernar desde su casa particular en Atlihuetzia y no usar prácticamente nueva Casa de Gobierno en Tizatlán.
Alfonso Sánchez Anaya, al igual que Marco Mena, llega a la gubernatura con una gran bono político, por el respaldo social, a pesar de lo dividido de la votación que lo unge, pero la alternancia partidista en el Poder Ejecutivo no le deja margen de maniobra, pues tuvo aguerridas Legislaturas opositoras encabezadas por Ubaldo Velazco, Noé Rodríguez Roldan y Antonio Velázquez Nava, que justificó su tibieza.
El acabose para el autodenominado “güerito de rancho” (Toltecapa) fue cuando se obsesionó con quedarse 12 años en el poder Ejecutivo, tratando de perpetuarse a través de su esposa Maricarmen Ramírez García -otra toluqueña- a quien en meteórica carrera política la hizo senadora e impuso como candidata a gobernadora por el partido político que lo había llevado a él a romper con 80 años de priismo: el PRD, hoy abandonado por ambos.
También como trásfuga del PRI, igual que su antecesor ASA, Héctor Ortiz Ortiz, llega arropado pero por el PAN, rompiendo con una larga tradición, histórica, con el ancestral linaje de castas tlaxcaltecas, pues un oaxaqueño, que hizo vida en Tlaxcala, les ganó.
Con tesón, por haber empezado desde abajo, como él mismo lo machaca, Héctor Israel alía a diversos grupos políticos y con amplia estructura operativa que cultivó a través de más de dos décadas controlando la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), empero, la sociedad tlaxcalteca, no sólo la clase política, le reprocha nepotismo y corrupción, por su amasar una ¿inexplicable? fortuna personal.
Pero con quien si se llegó al límite, fue con Mariano González Zarur, porque el pueblo puede aguantar, como ha aguantado a nivel local y nacional, corrupción, nepotismo, desdén, impavidez, malinchismo, olvido y retraso social, pero autoritarismo no; y si algo hizo el hacendado de Piedras Negras, fue reprimir a todos los sectores de la sociedad que osaron reclamarle algo.
Bueno, un sector de la sociedad si estuvo de plácemes con González Zarur: el Taurino.
Nunca en la historia reciente de Tlaxcala -40 años- los tlaxcaltecas habían deseado tanto que terminara un gobierno estatal y que cambiara el primer mandatario, y si bien repite el partido en el poder, el PRI, el triunfo se debe a múltiples factores sociopolítico-económicos, pero no a la perpetuidad de quien dicen es el peor gobernador de Tlaxcala.
González Zarur, llega al Ejecutivo impulsado por la sensación de que “no habría un gobernador peor” que su antecesor; Ortiz Ortiz igual; Sánchez Anaya lo mismo, y así sucesivamente con Álvarez Lima y Paredes Rangel respecto a Tulio, pues ahí empieza el ciclo, porque ni Hernández Gómez ni nadie puede llenar la silla de Sánchez Piedras. (aunque en un momento Héctor Ortiz intentó auto-promoverse como el digno sucesor de ESP).
Todos hicieron algo: Consolidaron sus proyectos sociales, atrajeron inversiones, aterrizaron recursos frescos, apoyaron a los marginados, trataron de combatir la pobreza y marginación, realizaron obras púbicas, (que Mariano desperdició) pero todos han tenido que irse con más rechazo que reconocimiento.
Hoy Marco Antonio Mena Rodríguez tiene la ventaja de que se llegó al límite, que se tocó fondo con su predecesor (político) y que él arriba a encabezar la presente administración con un capital y aceptación social basada en la amarga experiencia con González Zarur.
Aunado a sus cartas credenciales de hombre con estudio excelso, profesionalizado en niveles internacionales, pero sobre todo con le representación del cambio generacional, Marco Mena, tiene la oportunidad de no repetir la historia del “peor gobernador”.
Pero para ello necesita ser eso: el gobernador. Entrar de lleno a administrar su reducido periodo y pasar a la historia como el que hizo más en menos tiempo, pero si no se distingue su “personal estilo de gobernar”, todo lo puede tirar por la borda porque la gente no está percibiendo el cambio y expresa su decepción con un rumor creciente:
“Que el peor gobernador de Tlaxcala no se ha ido”.
DUDAS
¿Sabrá la presidenta municipal de Tlaxcala, Anabel Avalos, las triquiñuelas de sus regidores?
¿La alcaldesa de la capital tendrá un acuerdo con ellos para seguir en una armonía política, como la llevan hasta ahora?
¿Anabel Ávalos avala que los regidores tengan manga ancha para cobrar sueldos de su personal de apoyo, que no trabaja?
¿Permite que haya “presunto” acoso por el hermano de una regidora?
Esgrima… Por los números positivos que tiene Tlaxcala en la creación de empleo formal la meta de créditos del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores se ampliara 10 por ciento, lo que significa entregar dos mil 500 nuevas casas para los trabajadores, confirmaron el Gobernador Marco Mena y el Director General del Infonavit, David Penchyna Grub… La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ubicó en perfecto estado de salud a Josseline N., de 17 años de edad, quien fue reportada como extraviada por sus padres y quien declaró que dejó su hogar para pasar una noche con una persona del sexo masculino que conoció a través de las redes sociales… Con el objetivo de hacer un trabajo transparente el diputado local por el X distrito electoral Ignacio Ramírez Sánchez, dio a conocer el trabajo que ha realizado durante el primer trimestre de actividades… hemos atendido 263 solicitudes y más de 600 personas tanto en el Congreso, como en la oficina de Huamantla y en las comunidades dijo el legislador… Escriba a [email protected]