Libros de ayer y hoy
Al confirmarse sin mayores aspavientos el triunfo de Lorena Cuellar Cisneros como candidata a la gubernatura por el Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET) no queda más que la resignación de todos los políticos y partidos que no participaron en su proyecto, o aún en su contra.
Pero ante todo se conforma la derrota definitiva y absoluta del Partido Impacto Social Sí (PISS) que fue quien impugnó el resultado de la ahora gobernadora electa, aquella que le ayudó a la fundadora Evangelina Paredes y su cónyuge Bernardino Palacios a conformar dicho instituto político, y ésta que le mordió la mano.
Cuando se creó el PISS, era la carta bajo la manga –sin ser ases ni reyes- de Cuellar Cisneros para que, en caso de complicarse su candidatura en Morena, la súper delegada tuviera de donde hacerse candidata y basar una coalisión de partidos; pero al no necesitar del matrimonio Palacios-Paredes fueron desdeñados, por lo que apelaron a la venganza impugnando de manera infantil el contundente triunfo lorenista.
Pero más allá de consolarse con la zozobra – ni un pestañeo para Cuellar Cisneros- de una impugnación electoral, lo que buscaron es un reconteo que le diera esperanzas de rescatar el registro como partido político local, aunque la que vale para ese fin es la elección de diputados.
¿Cómo por qué hicieron eso los del PISS, ignorancia, inocencia o revancha?
Adiós a Impacto Social, y tal vez también sea la tumba política de Evangelina y su esposo.
Los demás partidos que desaparecen podrán en algunos casos resucitar nacional o estatalmente, no obstante que el segundo intento de Encuentro Solidario (PES) lo deja mal parado para una tercera intentona.
Su candidata a la gubernatura, Liliana Becerril, a pesar de una declinación verbal y desaparición de la campaña por supuesto covid, no fue último ni penúltimo lugar, sin embargo la votación tan baja no logra ni local ni abona nacionalmente a la conservación de registro. Sería peor un tercer rechazo del electorado.
Del Partido Encuentro Social Tlaxcala (PEST) queda claro que para que sea un partido particular, de una persona, se requiere de carisma y ecuanimidad, en síntesis de un gran liderazgo, lo que el presidente José Luis Garrido no tuvo ni tiene, y luego traicionó a quienes le levantaron el partido local, pues se quedó sólo y sin partido.
Adiós a la “Garra” y su PEST… y hasta a la diputada que más rápido que pronto se aliará algún partido con registro.
Los partidos nuevos que lograron tener una votación superior al mínimo que requiere la ley electoral para conservar el registro, aunque sea a nivel local, fueron Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas.
El primero, apadrinado por el senador sindicalista Pedro Haces, logró levantar con algunos de sus candidatos sufragios suficientes como para tener una diputación local qué, aunque turbia la obtención de quien la consigue, Fuerza Por México tendrá representación constitucional en Tlaxcala.
El logro es claramente de sus candidatos a diputados, porque su candidata a la gubernatura, Viviana Barbosa Bonola, arrastró pero hacia abajo a sus correligionarios, a los que no pudo jalarlos ni con su nuevo BMW que estrenó en plena campaña -¡con razón no llegaron los recursos!-.
Tan mal salió la candidata a gobernadora de Fuerza Por México que hasta su candidato a diputado federal por el segundo distrito, Andrés Méndez Tepech, sacó más votos en un tercio de la entidad que ella en todo el estado, lo que la envió a un penoso penúltimo lugar.
Para Redes Sociales Progresistas (RSP) es la mayor decepción. No porque su candidato a gobernador Juan Carlos Sánchez, SAGA pa´ los cuates y no cuates, no haya levantado, pues los 39 mil votos logrados, -más 40 mil que según él dice le anularon- superaron la expectativa.
Sino porque las cuentas siempre inexplicables del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) no le dejaron ni una diputación local, a pesar de rebasar con amplio margen el 3.25 por ciento solicitado para conservar registro, no obstante que aún está impugnada y no resuelta esa distribución de diputaciones plurinominales.
Luis Vargas líder de Fuerza Por México ya había pensado que de llegar a esta situación, se lanzaría por el partido local; Aurora Villeda Temotlzin también tiene esa inquietud desde antes de ser presidenta estatal de RSP; mientras que Alejandro Martínez líder de PES preferirá seguir bajo los designios de su estructura nacional.
De Evangelina y Garrido, que presiden a PISS y PEST respectivamente, pues ni que decir, harán su esfuerzo por más prerrogativas, pero la coyuntura política les cierra la puerta por lo menos este sexenio.
De los cinco nuevos, dos nuevos pueden decir hasta luego, tres definitivamente el electorado les dio un sentido pero contundente adiós.