Inseguridad y violencia no paran
Las campañas terminaron, este 5 de julio cientos de miles de mexicanos acudieron a las urnas de 6 estados para elegir gobernadores. De acuerdo a los resultados que han arrojado las autoridades y partidos, Morena gobernará 4 estados y la Alianza de PAN, PRD y PRI, se queda con 2.
Pero hubo otro ganador, que fue la apatía y el abstencionismo, que superó el 50 por ciento del padrón electoral en cinco de los seis estados y en el caso de Oaxaca fue del 62 por ciento del electorado. Únicamente un estado logró convocar a más del 50 por ciento del padrón, y fue Tamaulipas.
Esto nos dice que únicamente la mitad de los votantes fueron a las urnas, pero hay que revisar el porqué decidieron no acudir, y esto es probablemente por la falta de credibilidad de los partidos políticos, por la elección de los perfiles, y porque hay otras fuerzas que estuvieron en la elección, como es la intervención del estado, y la intromisión del crimen organizado.
Así, las campañas se han cambiado de arena, y vemos en las redes sociales lo peor de cada candidato. Las propuestas han quedado de lado para dar paso al descrédito, y pareciera que ahora se elige por el que tenga menos mala reputación.
Hay entidades donde se aseguraba que los candidatos estaban coludidos con el narcotráfico. En algunos, como en Tamaulipas, vimos al dirigente de Morena gritando sin pudor alguno, su simpatía por un cártel.
En otros lugares corrían carretadas de dinero, y las movilizaciones de personas eran ofensivas; hay rituales que siguen enraizadas en el país, como es el pago para que la gente asista a los eventos, como ocurrió en Hidalgo, donde se ve a una líder recibiendo el pago por la gente que consiguió que asistiera.
Casos como estos fueron muchos. Los delitos electorales estuvieron a la orden del día, vimos campañas de odio, de miedo, donde poblaciones lejanas no tenían opciones para votar, tenían una consigna, y en ello iba su vida y seguridad.
Pero al parecer nada de esto veían los árbitros. Tenemos al Secretario de Gobernación negando que hubiera intervención del crimen organizado, pero afortunadamente las calles estuvieron llenas de la Guardia Nacional, que, si bien en un escenario de peligro estarían amarrados de las manos, como lo ha mandatado el presidente López Obrador, tal vez sirvieron para disipar riesgos.
Así que el gran combate que tiene el gobierno es generar confianza en la gente, es lograr que asistan a votar, pero la condición debe ser con candidatos limpios de cualquier sospecha de pertenecer a algún grupo criminal, y a la par, recuperar nuestras comunidades y poblados de terroristas, que se fortalecen cada vez que logran poner a uno de los suyos, como autoridades.
Viene la discusión de la reforma electoral, y el punto de partida debe ser: ¿cómo recuperamos la confianza de la gente para que se tome un momento un domingo al año para salir a votar?
Hagan algo para que no tengamos políticos criminales, y se erradique la narcodemocracia.