Libros de ayer y hoy
Les llegó la lumbre a los aparejos. El duro ataque de un grupo contra el actual régimen, cuando proviene del sector industrial alimentario tiene en parte su origen en esos octágonos negritos que aparecen por todos lados en las tiendas de autoservicio y en otras. Los miles de productos que llenan esos anaqueles se saciaron en azúcares, grasas trans, grasas saturadas y sodio. Solo a la empresa Kellogg’s, una de las opositoras a la campaña de los octágonos, le acaban de suspender 380 mil de sus productos y la lista de empresas seguirá. Aunque discutidos desde principios de 2020 a partir de la norma NOM-51, los sellos fueron colocados desde octubre del 2020 por órdenes de la Secretaría de Economía y la Cofepris de la Secretaría de Salud. Son fechas coincidentes con la dureza del sector empresarial y las muchas expresiones de meses en el Zócalo, en marchas, declaraciones y todo lo que hemos visto, de todo tipo de empresariado. Transnacionales y empresas locales producen esas mercancías y muchas de ellas son las que están atrás de los ataques permanentes al gobierno. La OMS y en su momento la OCDE han señalado los altos grados de obesidad de los mexicanos por el consumo de esos productos y para una, la obesidad infantil encabeza la lista en el mundo. En el año que acaba de pasar, había un promedio de 36.1 de obesos en el país y se mencionaba la alimentación de pre envasados entre otros, es decir alimentos que contienen los mencionados octágonos negros.
NEGRO ES EL COLOR QUE ADVIERTE PELIGROS PARA NUESTRA SALUD
La hora del ajuste llegó. Los que vimos por primera vez esos octágonos negros en centenares de productos en las tiendas, pensamos que era una exhibición de la clase de alimentos que estamos consumiendo, Y que era desde luego una alerta para el consumidor y un señalamiento público y directo a los productores de las chatarras que comemos, porque es lo que nos ofrecen. El tiempo pasó y los productos continuaron ahí; es más, ampliados con otros productos y los octágonos subieron a cuatro en muchos de ellos. Los sellos van en fila: azúcares, grasas trans, grasas saturadas y sodio. A veces solo aparece uno o varios, hasta cuatro. O sea, a los productores les valió y al parecer a la gente también porque los siguió consumiendo. Igual situación se dio con los quesos y otros productos que ahí andan con otros rostros muy parecidos a los anteriores, pero eso si, con precios más altos como si hubieran experimentado una gran transformación. Yo recuerdo que hace como dos años se anunció desde la Secretaría de Salud que los tintes, por sus reacciones en algunos casos, serían sometidos a cambios drásticos por cuestiones de salud y se les dio un tiempo a sus empresas para que vendieran su producción. No he visto cambios palpables en ese sector y lo mismo en otros campos. Pero ahora, tras la sanción masiva a Kellogg’s en primer lugar, los productores que no aceptaron la advertencia, se están hincando ante la procesión.
KELLOGG’S, LLENÓ DE ZUCARITAS Y DE OBESOS AL MUNDO
La compañía multinacional Kellogg’s, con orígenes desde fines del siglo XIX, pero instalada en 1906 en Estados Unidos, tuvo como creadores a los hermanos Kellogg, a los que se rinde homenaje en el país vecino como creadores de alimentos. Uno de ellos, John Harvey Kellogg, era médico. En México tiene más de cien años de ejercer y actualmente posee cuatro plantas, una de las cuales la de Querétaro es de las más grandes productoras de cereales para el desayuno, incluso para la exportación. Se menciona que 43 por ciento de los alimentos que se consumen en el desayuno en el mundo, provienen de las creaciones de esa compañía, que son muchas, pero se ha publicado con datos de la empresa, que sus desayunos favoritos son las Zucaritas, los Choco Krispis y el Special K. Los productos Kellogg’s tienen los octágonos. Yo encontré uno que no lo tenía, de solo hojuelas de maíz y lo compré. Pero las secretarías de Salud y la de Economía sostienen que la productora y otras empresas que venden ese tipo de productos evitan a veces poner los sellos o simplemente en los anaqueles ponen las cajas con la parte de atrás que no tiene los sellos. Paradójicamente el presidente de Kellogg’s en México, Víctor Marroquín señaló en su toma de posesión en junio del 2020, que su empresa plantea participar en el desarrollo de los alimentos en el país y apoyar las necesidades de sus clientes.
NUESTRO MAÍZ. LA HISTORIA DE KELLOGG’S FINCADA EN EL PURITANISMO SEXUAL
Es curioso que siendo México el origen del maíz, dato plenamente comprobado, haya sido una empresa gringa la que lo lanzó al mundo a través de las hojuelas. La gran empresa de los Kellogg se basó, no obstante, en el principio de una vida sana y en algo que sorprende, el puritanismo de uno de ellos su verdadero fundador John Harvey, que siendo médico, prescribía la abstinencia sexual. Según los datos biográficos su lucha fue contra el onanismo. Creo los cereales comestibles, para evitar la masturbación, por la ausencia de la carne en los alimentos. Con una excelente sátira el escritor nacido en Nueva York Thomas Coraghessan Boyle, lanzó el libro sobre el tema El balneario de Battle Creek (Anagrama 1995) en que cuenta toda la historia. El celebrado libro fue llevado a la pantalla con los actores Alan Parker y Antony Hopkins. El propio John Harvey y la mujer con la que se casó y con la que nunca tuvo relaciones, escribieron un libro sobre el tema y él, como médico creo un hospital famoso en Michigan al que acudían personajes como Edison y Henry Ford, entre otros. Lo curioso también es que la empresa que tanto cuidó y que lo separó de quienes querían ponerle azúcar a los cereales, se ha convertido en este momento, en un prototipo del uso desmesurado de los azucares y como ejemplo principal es que el más famoso de sus cereales, se llama Zucaritas