Inseguridad y violencia no paran
Gurría, precandidato, agresor de periodistas
José Ángel Gurría Treviño, agresor de periodistas, está entre los precandidatos priístas que presentó AMLO en la Mañanera. A mí me agredió de la peor manera en 1997, al acusarme de difamación, delito que ascendió a nivel federal por ser el Secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de Ernesto Zedillo. En ese entonces, la difamación estaba penalizada; pude haber sido llevada a prisión. Sin conocerme, pese a que para entonces tenía yo 25 años de residir en la capital y había pasado casi 10 años en Unomásuno y colaborado en El Sol de México, El Nacional, El Economista, revistas y otros medios, me acusó por un cabezal que puso el director de una revista de Aguascalientes en la que yo colaboraba. Fue en torno de una entrevista que le hice a Eduardo Valle El Buho, refugiado entonces en Estados Unidos. Lo que causó el disgusto de Gurría no fue el escrito sino el cabezal, por el que nos acusó de difamación a mí y al director de la revista. Yo ni siquiera había visto la cabeza porque la revista estaba en el estado mencionado. Pero misóginos tanto él, como el agente de ministerio público que tomó el caso, dejaron libre al director. Éramos varios los periodistas agredidos, una joven golpeada de El Universal, otro secuestrado del diario Reforma, Miguel Badillo demandado por Jorge Carpizo y yo por el alto funcionario, entre varios.
EL PROCURADOR JORGE MADRAZO INTERVINO A FAVOR DE PERIODISTAS
Citados por la Procuraduría General de la República, llegamos como si fuéramos una cuerda rumbo a las Islas Marías. Sentados como reos en una larga mesa, el procurador estuvo escuchando las versiones de cada quien y en un momento dado dio un punto de vista que creo que fue lo que eliminó los famosos delitos contra el honor y fueron derogados. Dijo que el tipo de esos delitos era tan general, que cualquiera podía ser acusado de difamación, injuria o calumnia. Ahí mismo llamó a uno de los subprocuradores y en relación a mí y otros de los presentes, le pidió que archivara los expedientes y les diera cierre. Solo entonces, después de varias semanas pude respirar. Mientras eso ocurría el señor Gurría fue trasladado a la Secretaría de Hacienda y según supe de parte de personalidades que intervinieron por mi caso, él se negó a retirar la demanda. Quizá porque confiaba en que Madrazo lo iba a apoyar. En torno a esos problemas se reunieron más de un centenar de periodistas en un amplio salón de un restaurante de Reforma. Recuerdo entre ellos a Paco Rodríguez y a Yuri Serbolov, para darnos solidaridad y estar pendientes de los casos.
JOSÉ ANGEL GURRÍA DEPREDADOR DEL PRESUPUESTO, JUBILADO A LOS 44 AÑOS
Funcionario de Nafin que lo jubiló a los 44 años, Gurría fue después Secretario de Relaciones Exteriores y Secretario de Hacienda en la administración de Ernesto Zedillo. Se jubiló a los 44 años y en ese lapso hasta 2006 cuando ingresó a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ganó millonadas en Nafin como pensionado. Este organismo jubilaba a los funcionarios que hubieran cumplido 20 años de servicio y tuvieran más de 40 años. La jubilación fue muy comentada en los medios. En un reportaje sobre el caso que publicó Contralínea y firmó Nancy Flores en enero de 2020, se destaca que esa jubilación fue concedida por el director de Nafin Arturo Ortiz Hidalgo el 14 de abril de 1994. Le dieron entonces en el primer sueldo de jubilado, 246 mil 131 pesos y al año siguiente 361 mil 494. Después, cada mes recibía 111 mil 152 pesos de su fondo de pensiones. En 2001 ya con Vicente Fox, la pensión anual subió a 855 mil 263 pesos y con Felipe Calderón en 2007, a 870 mil 947 pesos. Un saqueo y un abuso impresionante. Todavía en 2019, cuando todavía estaba en la OCDE, le fueron entregados un millón 333 mil 325 pesos. Ya tenía entonces 13 años en ese organismo internacional en el que ganaba otro salario. Ese es el precandidato del PRI que aparece enlistado por la Mañanera al que quizá considera la “pagina abierta” de Claudia Ruiz Massieu, como una de las personas junto con las de su alianza, que cambiarán al país.