Libros de ayer y hoy
En una marcha pocas veces vista en su asistencia, con un grito templado acerca de que no habrá reelección, se recalcó una vez más la idea de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de retirarse de la vida publica. Es un tema que si bien se trataba en otros sexenios y hasta se mencionó que algunos de ellos sondearon en su entorno esa posibilidad, lo cierto es que en este sexenio el tema se ha recalcado por el motivo obvio de que se trata de un gobierno diferente. Si se tratara de los otros gobiernos como los anteriores, en ellos la reelección no está en la persona sino en la forma de actuar de un sistema. En esos casos no hubo tantos aspavientos. Pero el odio que se destila en la derecha panista por ejemplo, lleva el sello de impedir a toda costa una reedición amlista. Lo cierto es que varios de las personas asistentes a la marcha plantearon al presidente que se reelija y la respuesta fue siempre la misma: no habrá reelección. La verdad es que con la marcha hubo un tapabocas a la oposición que ya se igualaba, con la multitud que acudió el pasado domingo. Ahora viene la andanada de denuncias, como siempre ocurre aunque se adelantó el señor de las tepocatas Vicente Fox, herido por las grandes multitudes que tuvo el hombre al que sin que se sepa porqué, odia tanto. Y “Un chingo y dos montones” como los calculó Martí Batres, pueden ser 750 mil personas como lo calculó la Secretaría de Gobernación, aunque hubo otros cálculos que a la vista podríamos aceptar. Porque fue una marcha pocas veces vista. La verdad es que quienes hemos estado en muchas marchas esta rebasaba en mucho lo compacto, en el caminar de miles. Lo extraordinario fue el apretujamiento del jefe del ejecutivo, que le robó varias horas para poder estar en el Zócalo.
En los temás del discurso en el Zócalo se estuvieron matizando los casos diversos que se han atendido en esta etapa y el acento en lo que ya funciona: programas sociales, entrega de tierras, el buen resultado del AIFA, la negativa de empréstitos en deuda externa, la vacunación, el sistema de salud, y la extensión del IMSS Bienestar a todo el país, la desaparición, caso antiguo, del Estado Mayor Presidencial, el aumento del salario mínimo reflejado en un 62 por ciento, etcétera. Y todo lo que incluye un informe de gobierno que ha llegado a su cuarto año. La reunión multitudinaria de este domingo 27 de noviembre, bajó muchos los humos a una oposición que se ostentaba de haber dado una lección de fuerza a la izquierda. La respuesta fue contundente aunque el odio ya se incrusta como siempre para tratar de devaluar un gran triunfo de concentración. Ya hasta algunos de sus grupos amenazan con hacer otra marcha. Esta ha sido no obstante, una de las marchas más largas que hemos visto. Más de seis horas de caminar la ciudad bajo un sol otoñal, que de repente se convirtió en quemante. Pero desde temprano, se reflejaba en los asistentes un júbilo que perduró a lo largo de las horas. Gente alegre, cantando, lanzando consignas y dividiendo la marcha en tres sobre todo en Juárez a la altura de la Alameda, para acelerar el avance. La marcha central muy compacta y dos laterales una en la banqueta de la propia Alameda y otra enfrente, mucho mas rápidas las dos. La gente que no fue al Ángel, llegaba de todas las calles que conducían a la Alameda y las aledañas al Zócalo. Fue una marcha tranquila y alegre, aunque los críticos le echaron todo lo que pudieron y en algunos programas como en el de la señora Adela Micha se insistía en los casos más problemáticos que ha tenido este sexenio como el de los desaparecidos. Pero como suele ocurrir a menudo, a esos comentaristas se les olvida el rezago que se arrastra en esos temas, de cuatro o cinco décadas de desaparecidos en el país, muchos de cuyos expedientes también están desaparecidos.
Otro de los temas que AMLO recalca siempre es el de la austeridad republicana que es uno de los principios de esta transformación. AMLO suele hablar al respecto sobre la permanente lucha por eliminar la corrupción en su sexenio. La evidencia se ha visto en situaciones concretas como la huida de ex presidentes señalados y ya asentados en países extranjeros como Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto. Pero la lista que mencionó en el Zócalo, la hace cotidiana y uno de los temas es el de la deuda externa, que pese a estrecheces en cierto momento, ha sido evadida para no caer en la misma situación de los anteriores ni en trampas de los bancos internacionales, incluidos. Lo que no ha sido mermado en esos aspectos mientras que a diario escandaliza el despilfarro, es el que se denuncia del INE y no se ha podido tampoco frenar la vida lujosa que lleva el poder judicial con altos salarios, y además una serie de canonjías. Los 21 meses que le quedan AMLO de gobierno se reflejarán en muchos de los temas que tocó, aunque algunos de ellos ya están definidos. Falta ver los que quedan pendientes.
Mientras en Jalisco se ponía en marcha la FIL en medio del pleito AA entre los dos caciques de la entidad, el gobernador Enrique Alfaro y el presidente del evento cultural Raul Padilla, aquí en la marcha aunque con mucha humildad aparecieron a lo largo del recorrido esos libreros de piso que son tan importantes. No les afectó la gentr, antes bien muchos se acercaron a comprar libros, de segunda. Hasta vi a un señor que se hizo una foto con un burrito que estaba en una banqueta a disposición, mientras cargaba un libro de Mary Sheley sobre el monstruo de tantos retazos Frankestéin. Cosa que me hizo pensar, no se porqué, en la apariencia de la oposición multiplicada en partidos y sus mandantes, ante las multitudes de ayer.