Declaraciones de México y Oaxaca
Contepec y los pueblos pequeños que buscan su lugar
La historia de esta etapa de México se podrá leer en el futuro en los libros, sea impreso, digital o cualquier tipo de libro que exista. Y podrá ser la historia veraz de la 4T o la que escriba un opositor del futuro. Pero en la concurrencia de las opiniones a través de otros libros, la verdad saldrá triunfante. Así ha sido en la historia de la existencia del libro por fortuna y éste aparece como el gran auxiliar de la verdad. En una charla que di sobre el libro en la escuela primaria José María Morelos y Pavón, en Contepec, Michoacán, lo vinculé con la existencia de la propia humanidad, así haya sido en etapas primarias en las que el libro subyacía con otro nombre, en piedras, tablillas o trozos de bronce. Y en su amplio recorrido por el papiro, el pergamino, el papel de hilacha de los chinos, hasta llegar al papel de corteza de árbol, inventada también por ellos aunque dada a conocer por los árabes. Niños, maestros y padres de familia se sumaron al recorrido algunos quizá más versados en el tema, para recordar un transitar de siglos que tal vez será eterno. Yo vi mucho júbilo ante el tema que al final se expresó en la firma de libros y fotos del recuerdo. Era una pequeña multitud, alegre, ansiosa de conocer.
Todos somos lectores y el libro puede ser el vehículo principal
¿Como decirle a la gente que la inmensa mayoría de los seres humanos somos lectores? La formalidad de un libro roba la idea de que el lector lo es porque sus ojos leen la realidad circundante aunque ésta no tenga letras. Pero cuando las tiene, pueden ser las de un anuncio, el nombre de una calle o las del periódico de la esquina. Los ejemplos son muchos. Es lector el que ve su cuenta en un recibo, el que lee las calificaciones de sus hijos, el que revisa su acta de nacimiento y así, el que en un largo recorrido, llega a las páginas de un libro. En ese momento se convierte en lector de libros, pero antes ya era lector. Si los mexicanos somos ya más de 130 millones de habitantes y en 2021 se vendieron 89 millones de libros, aparentemente no nos toca un libro por persona, Pero es un error, porque los libros en general se compran para la familia o se prestan a los amigos. Y así se da un circular libresco que puede completar mínimo un libro anual por persona. Pero también ahí puede haber un error, si se parte que en México hay en términos cambiantes, 29 millones 849 mil 46, alumnos para el 2022. Y en esos escolares, estudiantes, maestros y muchos sectores que manejan libros por su actividad, por lo general ese tipo de libros no suele contarse entre los mencionados como lectura anual, porque son parte de una obligación. Los libros que leemos, pues, son muchos más, aunque sean repetidos o entren en un sistema ¿Cuantos libros integran el texto gratuito por ejemplo? ¿cuantas veces los curas han leído la biblia en un año y los abogados la Constitución?
Es urgente poner los ojos en los problemas de los pueblos
Perdido en ese universo de belleza que es Michoacán, el municipio de Contepec es uno más de los 113 que tiene esa entidad. Es también un punto de 4 mil 500 habitantes, en medio de la maravilla de los pueblos michoacanos, 8 de los cuales son mágicos. El pueblo de Contepec es la cabeza de ese municipio que se alimenta básicamente de la agricultura y la producción de derivados y exhibe su júbilo en una fiesta anual del Pulque y del Nopal. Un pueblo en pleno desarrollo, aunque expulsor de jóvenes al extranjero y que exhibe sus carencias en cuestiones culturales sobre todo sin locales donde expresarse, pero eso si, un enorme espacio para la iglesia católica del lugar, con elegante local y patio de calle a calle “para cuando haya bodas” La escuela primaria del lugar demanda presupuestos para sus muchas necesidades que se presentan a las autoridades. Es la repetición de problemas que se ven en el estado y en otros, del país. El abandono de los pueblos chicos. La creatividad no está ausente y un ejemplo es María Trinidad Pérez, ex representante popular en el municipio, con su tesis profesional sobre la educación, en la que exhibe los principales problemas educativos que se deben resolver. Hay personajes, entre ellos la familia Aridjis descendientes de griegos. El abuelo Nicias Aridjis llegó de Grecia desde el siglo pasado y sus descendientes se mueven en el ámbito educativo y cultural, su hijo Homero el poeta, su nieta Ivonne, directora del turno matutino de la escuela primaria y destacada paisajista, y su bisnieto Rodrigo Aridjis también destacado pintor. Es la breve radiografía de un pueblo como hay tantos en México, que tienen bases sólidas para ser más grandes.