Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
Aunque hubo en algunas ciudades del país, la movilización mas bien fue escandalosa porque el número de personas que se oponen a recibir el Libro de Texto Gratuito ( LTG), fue poco. Solo en Oaxaca se contaron 7 personas, en otras cincuenta y un máximo de 200, en un país de casi 130 millones de habitantes. Es una faramalla escandalosa de un grupo de ultraderecha estimulado desde la Santa Sede, cuando hipócritamente voceros de la Conferencia Epíscopal Mexicana llama a no quemar libros. Lo de siempre, una iglesia acomodaticia y abusiva, que pretende introducirse en las decisiones del poder gobernante. En una franca traición a la patria, la faramalla armada por esa iglesia que tiene el respaldo del Poder Judicial de la Federación, configuró una más de las violaciones constitucionales avaladas por este poder. Respaldar a un país extranjero en rechazo del LTG. No solo han traicionado a su país y a sus leyes federales, sino que que están obstruyendo gastos presupuestales en las ediciones, sobre libros que ninguno de ellos ha leído. Los libros de texto mencionados no han circulado, aunque se hayan dado a conocer copias, porque es tan abundante lo que se va a leer que se tendrían que hacer copias especiales de cada libro en miles y miles.
PÉRDIDA DE CIUDADANÍA DE QUIENES INSTIGUEN A FAVOR DE PAÍS EXTRANJERO
Desobedecer a un gobierno legítimo para cumplir las propuestas del Vaticano como está ocurriendo en el caso de los LTG, amerita serias sanciones, para quienes exacerben en el interior esas conductas. El artículo 37 de la Constitución se refiere a la pérdida de la ciudadanía cuando un mexicano sea sumiso ante funciones que le impongan del exterior. La sumisión, es decir la genuflexión, prevista en varios casos, es la que está severamente penada. En México se dan casos muy claros con los religiosos por ejemplo. que reciben órdenes y títulos de un país extranjero. Es la situación de los sacerdotes que ostentan nombramientos de un país monárquico-teocrático como es el Vaticano. Un título de esa naturaleza, viene a ser un título nobiliario, aunque se han argumentado muchas galimatías al respecto. Otro caso que entraría al ámbito de la discriminación, es la obligación que tienen los propios sacerdotes y algunos feligreses, de besarle las manos al superior o postrarse ante él en una acción que agrede la dignidad de quien lo hace, así dicha persona desee hacerlo. Su actual situación es similar porque se inclinan o postran a cumplir órdenes. Esos casos merecen ser analizados y a menudo se pasan por alto: la sumisión manifiesta de personas que se inclinan ante un monarca extranjero. Ya he mencionado una foto que tengo de la cantante Thalía, genuflexa ante la ex reina Sofía de España, que por añadidura no es española sino griega, desprendimiento de una monarquía que fue echada por el pueblo griego para instaurar la república. En Inglaterra, el mismo primer ministro se inclina ante el rey. Tratándose de mexicanos que aceptan las órdenes de la Santa Sede, en señal de servidumbre, ¿Debe ser tolerado en un país como el nuestro adscrito a la democracia, no solo por esa servidumbre que se infiere, porque además, en si mismo el acto atenta contra la dignidad humana?
HAY SUMISIÓN A CLASE DOMINANTE Y A PREJUICIOS QUE IMPONE EL PATRIARCADO
Los actos que de están viendo en este momento tienen mucho de prejuiciosos, posición moralista de una iglesia que se refleja en el propio patriarcado. Muchos de esos límites son en contra de las mujeres, las niñas y los varones más jóvenes, cuando se refieren a la educación sexual. Acto de servicio (RBA 2011), se llama una de las grandes obras del Premio Nobel 1972, Heinrich Boll, aunque tiene otra Retrato de grupo con señora ( Seix Barral 1966), ambos con títulos muy sugestivos. Pero no obstante es Opiniones de un payaso ( 1963) por la que más se le conoce universalmente. No habla en ninguna de las tres directamente de inclinación de la cerviz, pero si de la sumisión a una clase dominante, a los prejuicios y a los valores que impone el poder, así sea religioso. El Retrato… que se considera su obra más ambiciosa describe los prolegómenos de la imposición nazi en los años treinta y fue un tema que el autor llevó siempre consigo para dar una lucha por la verdad. Su muerte, ocurrida en 1985, recibió en notas que recorrieron el mundo, un epitafio sobre lo que fue su constante peregrinar en las letras: Luchó por las mejores causas. Una de ellas, no haber inclinado nunca la cerviz.