Comienza la limpia en Veracruz
ESE ES EL TEMA A DISCUTIR…
SIN GAFETE
Margarita Zavala no iba a ser candidata por la voluntad de Ricardo Anaya.
Esto era “bola cantada”.
Su salida del PAN, que tiene que haber provenido de una muy dolorosa decisión, es una jugada política muy audaz y, todavía más valiente.
¿Tiene que perder? No lo creo. Ya había perdido mucho en su permanente confrontación con Ricardo Anaya, con un grupo de “panistas” enquistados en el poder quién sabe por qué razones. El proyecto de la señora Zavala no tenía ningún espacio si seguía dentro del PAN. No podía, además, irse a otro partido… menos espacio todavía.
Como no es “chapulina” decidió convertirse en candidata presidencial independiente. Y muchos se preguntan si podrá ganar sin la estructura partidista de ese partido. Lo que otros, muchos más, ven como una inmensa ventaja. La gente, millones de mexicanos, están hartos de los partidos políticos.
Margarita independiente se convierte en una opción de la decencia.
Esto, que parece estar olvidado entre los protagonistas del poder actual, va a ser la mejor cualidad, la mejor razón para que voten por ella.
Este domingo, en el concierto que no tiene mucha explicación, Julieta Venegas dijo ante muchos miles de espectadores que lo que necesitamos los mexicanos es gobernantes decentes.
¿Y qué quiere decir la palabra decente?
El diccionario precisa: “Que es honrado y recto, y no comete acciones ilícitas, delictivas o moralmente reprochables”.
Hayan cometido estos “actos reprobables” o no, lo cierto es que millones de mexicanos asocian a los políticos, incluidos los que nos gobiernan, con todo lo malo, lo reprochable, lo inaceptable.
Y que muchos millones de mexicanos se conformarían con una persona “decente” para próximo presidente.
Esta es la verdadera bandera de Margarita.
A esto debemos sumar el “voto útil”. Porque para varias generaciones de mexicanos, mayores de edad, el derecho a decidir por medio de un voto es algo muy importante, un triunfo generacional, algo que no van a desperdiciar.
Y estos, millones de mexicanos que sí van a ir a votar, van a tener una opción. Una persona a quien “darle”, “regalarle” su “voto útil”. No porque piensen que va a ganar, o porque sean partidarios de esta persona, porque compartan su ideología o siquiera conozcan su proyecto de país, sino porque tiene el número menor de negativos. Porque es una “mujer decente”, que no se compró una casa blanca ni despilfarró millones de pesos en vestuario, o pagó los viajes en avión particular de un maquillista.
¿Esto pesa? Me parece que pesa enormidades a la hora de no querer desperdiciar un voto. Mejor votar por Margarita que anular la boleta electoral. Y quienes piensan votar por ciudadanos sin partido, por ciudadanos “independientes” van a ver a Margarita con mucha simpatía, más que a Pedro Ferriz o al todavía gobernador de Nuevo León. Porque al menos ya saben qué el poder no la enloquece, no la viste de seda…
Margarita, además, sigue siendo panista. Sigue siendo como verdadera panista por muchos panistas que no están de acuerdo con Ricardo Anaya, con muchos “arribistas” que han utilizado a ese partido para lucrar.
Y si vamos así, poniendo votos de uno por uno, puede ganar.
Si no es así, bienvenida la batalla porque va a ser de verdad, porque cualquier mujer que se atreva a dar los pasos que ha dado Margarita se merece respeto, por lo menos…
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