Mensaje oculto del debate: Xóchitl, sin apoyo del PRI
Uno de los temas de investigación que realizo es masculinidades; sostengo que no se puede hablar de la masculinidad sino de las masculinidades; las masculinidades son diversas y dinámicas, cambian de acuerdo al espacio, al tiempo, a la etnia, y a las cuestiones culturales y sociales.
Las masculinidades deben de verse a la luz del pensamiento complejo y la transdiciplinariedad, entre otros enfoques, para su mejor comprensión.
Ser hombre significa, entre otras muchas situaciones, negar tres cosas: ser niño, ser mujer, ser homosexual; pero igual implica ser inteligente, guapo, trabajador, fuerte, buen amante; siempre traer deseos sexuales y está listo para la que sigue o el que sigue; si bien, muchos hombres lo practican, eso no quiere decir que otros no lo practiquen, sobre todo en el plano de la sexualidad.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolla intensamente la sociedad de consumo, hoy, una sociedad que es hiperconsumista, individualista, libertaria que se construye bajo enfoques hedonistas, narcisistas y de amplio consumo de las marcas, donde el mercado define como se desarrolla la sociedad.
El Neoliberalismo y la Globalización han provocado transformaciones en la sociedad, los jóvenes han utilizado los medios electrónicos para mantener relaciones sociales a través de sus redes; diversos estudios relacionados con la educación sexual y reproductiva (que son derechos humanos) han mostrado cómo los medios de comunicación se convierten en fuentes importantes del saber en relación con la salud sexual y reproductiva, alguna información prejuiciosa, otra científica y otra más pragmática.
El acceso al mundo de lo virtual y la tecnología en red, por medio de computadoras de escritorio, tabletas, laptop, así como de accesorios portátiles como el iPhone, se han convertido en una forma de ampliar los espacios de reconocimiento sexual de los sujetos más allá del cuerpo, su cuerpo físico, su cuerpo orgánico, lo que implica el descubrir un cuerpo virtual, capaz de percibir e interactuar con otro cuerpo que también posee una sexualidad; es decir dos cuerpos desde lo virtual, que no se conocen pero que disfrutan a partir de la construcción de un nuevo lenguaje que les hace que su cuerpo genere pulsaciones de placer sexual; y por decir lo menos, cuando los hijos tienen un dispositivo electrónico sin el debido seguimiento de los padres, puede estar pasando dentro de la casa, sin que sepamos que nuestros hijos mantienen ejercicios eróticos con personas virtuales.
Para alguno teóricos, como Levy, el lenguaje de lo virtual es un nudo problemático que no se define en oposición a lo real (real/virtual), sino a lo actual (virtual/actual), ya que al no tener un tiempo-espacio definido (característica que define lo actual) logra atravesar los límites convencionales de territorios como el cuerpo, incluso, los órganos internos, o el sexo, en fotografías y videos de alta resolución, sin necesidad de alterar la integridad orgánica de hombres y mujeres.
No obstante, estas formas de interacción cuerpo-tecnología y virtual-actual convierten a los sujetos en consumistas de imágenes, novedosas en cuanto al grado de acercamiento en la intimidad de un otro desconocido, así como de objetos modernos capaces de aumentar las habilidades corporales de tipo perceptual, útiles por pequeñas fracciones de tiempo y, por ende, desechables ante mecanismos más avanzados.
Hoy las paginas electrónicas de encuentros sexuales, pero sobre todo de interacciones de cuerpo-tecnologías, virtuales-actuales, se encuentran más vivas que nunca, y su consumo es exponencial y ya no importa el pago, muchas de estas páginas son gratuitas, aunque algunas cobran membresía para acceder a perfiles completos de los cibernautas, entre ellas a fotografías con paket, y explicitas de lo que se consumirá visualmente, personalmente de frente, o bien, virtualmente cuando ambas personas se encuentren en procesos corporales y dialógicos disfrutando lo virtual-actual.
Pensar que el sexo virtual solo se práctica en las ciudades, es un error, porque en cualquier localidad que tenga acceso al internet, las personas podrán realizar sexo virtual. Infinidad de localidad en México y en Michoacán consumen sexo virtual, cientos de personas, hombres y mujeres desarrollan habilidades para antes de dormir disfrutar de un momento íntimo, otros más, lo hacen durante el día; en esto del sexo no hay palabra de honor, a cualquier hora, en cualquier fecha, lo importante es consumir, además es una regla de oro del Neoliberalismo y el mercado de consusmo.
El sexo virtual es realizado por los jóvenes, adultos y adultos mayores, y seguramente también por menores de edad, es decir, por adolescentes, que sin permiso de los padres y de las reglas de operación y privacidad del Internet, éstas son permanentemente violentadas.
Que dos personas mayores de edad, de frente a un instrumento electrónico disfruten de sus cuerpos, forma parte de las libertades y del libre desarrollo de la personalidad, siempre y cuando no violenten derechos de terceros que puedan ser causantes de delitos, recordemos que estos son derechos humanos.
En estos encuentros virtuales de masculinidades homosexuales (hombres que tienen sexo con hombres), de masculinidades heterosexuales (hombres que tienen sexo con mujeres), de masculinidades bisexuales (hombres que tienen sexo con hombres y con mujeres), así como de masculinidades alternativas o pansexuales (hombres que tienen sexo con personas trans y otro tipo de cuerpos como de personas adultas mayores, o personas con alguna discapacidad, cuerpos de indígenas, de personas en condición de calle, y un largo etc.) y de otro tipo de masculinidades que buscan el placer en animales; todas estas masculinidades se reflejan en el mercado y su penetración social para el consumo.
El mercado permeado por la globalización y el Neoliberalismo, promueve desde el internet y los avances tecnológico, el consumo de cuerpos, que no necesariamente cuerpos jóvenes, en el mercado existen de todo tipo de cuerpos para el goce, disfrute y placer virtual y físico.
Las páginas electrónicas se van modernizando y son puestas al interés de segmentos específicos de la sociedad, en el caso de encuentros virtuales sexuales, o bien, en encuentros en vivo, o mediante notificación de que tan lejos está un perfil del interés del cibernauta, para hacer el contacto y disfrutar personalmente de un encuentro íntimo.
Hay páginas para chaterar, para citar, para sexo virtual, hot chat, chat anónimos, desde la comodidad del hogar se vende sexo virtual; también páginas para población específica como hombres obesos heterosexuales, hombres obesos homosexuales (osos), hombres delgados en cualquier formato, hombres de penes pequeños, penes gigantes; páginas para vaqueros, e infinidad de perfiles, en el mercado virtual hay toda clase de mercancía, si se trata de lo heterosexual existen las mujeres occidentales, las gordibuenas, las muy delgadas, las extranjeras, las que le entran a todo, las embarazadas, las que darán a tomar lecha materna, en fin, una variedad de cuerpos y formas.
La globalización ha penetrado hasta el último rincón de los gustos del cuerpo, y hoy en el mercado está a la venta o es gratis el sexo virtual-actual, por el trabajo que realizó en masculinidad es importante reflexionar sobre lo siguiente: de qué masculinidad estamos hablando?, de qué masculinidad habla la política pública?, a qué masculinidades se refieren cuándo se habla de nuevas masculinidades?, qué pasará por la racionalidad de las autoridades cuando hablan de educar y reeducar, cuando se niegan a considerar que las masculinidades son procesos culturales, definidos por lo que le toca al hombre, lo que le toca a la mujer; qué pasará por la mente de quien diseña la política pública que no se detiene a preguntar desde una posición transdiciplinaria, de pensamiento complejo, sistémico, holístico y de diversidad sexual, con lo que habría de trajarse el diseño de la política pública sobre las masculinidades.
Finalmente, en estos tiempos, cuando menos a partir de la Alerta de Violencia de Género, se ha sugerido intentar la creación de nuevas masculinidades; éstas contraen el interés de hacer ejercicios de reeducación, de reaprender, de rehacerse hombre y ser hombre genuino, situación muy compleja, además de que no consideran aspectos de pensamiento complejo.
Estos posicionamientos que buscan que los hombres cuenten con nuevas masculinidades, no se dan cuenta que la masculinidad se transforma permanentemente, esto es, se ha estado reinventando, por lo que consideramos que estas propuestas no alcanzan a todos los hombres ni tampoco a todas las masculinidades, porque no es una masculinidad homogénea, sino diversa, que surge de diferentes esquemas de construcción y no de un solo tipo, como en ocasiones se le quiere ver.