Libros de ayer y hoy
No hay nada más corruptivo, nada más destructivo de los más nobles y mejores sentimientos de nuestra naturaleza, que el ejercicio del poder ilimitado: William Henry Harrison
Lo escuché en voz de reporteros y analistas al referirse a la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación: Ni Baden tiene a los diputados de AMLO: se referían al comportamiento sumiso de los legisladores de Morena y partidos aliados (PT y PVEM) quienes festejaron el cumpleaños 68 del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Salón de Plenos de la Cámara de Diputados, ofrendándole la aprobación del PEF, en la víspera.
Reportera de la fuente parlamentaria en la década de los 80´s traté de encontrar en mi memoría alguna imagen parecida, y claro que hubo muchos momentos de rendición ante el poder presidencial por parte de los legisladores del partido gobernante –el PRI–, pero al menos había decoro; además, en ese periodo creció la participación de los partidos de oposición y con ello se enriqueció el debate y la democracia.
Creo que desde que se inició el proceso democratizador en 1978 nadie se había atrevido a tanto: fiesta con pastel, mañanitas, loas, arengas, parecía una imagen sacada de la URSS cuando había que aclamar a Stalin –o cualquier otro dictador–, porque quien desentonara del grupo atraería sospechas y pondría en riesgo su libertad y hasta la vida.
Pero cuando parecía que ya no veríamos más espectáculos de degradación política, ahí estaban los mismos legisladores de Morena, PT y PVEM, ahora en Palacio Nacional, refrendádole al líder carismático su incondicionalidad y peleando por la foto, el espaldarazo o una mirada del presidentazo.
Los diputados no hicieron su trabajo, sólo defendieron el proyecto unipersonal del jefe del Ejecutivo, castigaron con recortes a estados, municipios –claro, gobernados por opositores-, al INE, a la Judicatura. Desatendieron todas las observaciones hechas por la oposición para aumentar presupuesto en programas de salud, educativos, para la mujer, etc.
Era el momento propicio para que los partidos de oposición PAN, PRI Y PRD, refrendaran su alianza Va por México, hicieran frente al poder presidencial, y cumplieran con el grito del diputado panista, Jorge Triana: la reforma eléctrica está muerta. Lamentablemente parece ser que algunos miembros del PRI están indecisos, y ello podría propiciar la aprobación de una rémora que significaría un grave retroceso en la necesidad mundial de energías limpías y mayor endeudamiento para el país.
Con esos diputados cuya voluntad se ha doblegado y con un presidente autoritario, que no lo quiere ni sus hermanos –al menos no todos, según videos en las redes–, la democracia en México está en peligro, sin duda.
Es oportuno hacer un llamado respetuoso a los integrantes del bloque oficialista del poder legislativo a comportarse con dignidad, ponderación y buen juicio. Los legisladores deben rendirle pleitesía sólo a la ciudadanía. Ellos son empleados del pueblo, quien paga sus altos salarios y prestaciones.
Las vías de extinción de los contrapesos a un hiperpresidencialismo y sus riesgos a la Nación conducen al mismio emisor: el señor presidente de la República que un día sí y otro también ataca en su conferencia mañanera todo aquello que pueda quitarle poder, contradecirlo o exhibirlo.
El pasado 31 de agosto, la consultora política SPIN, informó que AMLO había realizado 61 mil 079 afirmaciones falsas en 684 conferencias mañaneras, ya que en promedio hace 89 imprecisiones en cada una de ellas.
Entre sus afanes “trasformadores” -más bien, exterminadores-, AMLO ha colocado a los Órganos Constitucionales Autónomos (OCA) que cada día “son vulnerados con la denostación, la falta de presupuesto y el nombramiento de funcionarios sin conocimientos y la capacidad para desempeñar esos puestos técnicos”.
Esto, según conclusiones de un análisis crítico sobre el golpeteo incesante contra esos órganos que tienden a fortalecer la democracia, favorecer la transparencia y rendición de cuentas, efectuado en el seno del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo (CEED), de la Universidad de Guadalajara.
Y para ejemplificar se mencionó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), con 25% menos de presupuesto y una presidenta incompetente pero incondicional a la 4T es uno de los OCA más afectados. Otro es la Comisión Reguladora de Energía, algunos desaparecieron como el Instituto Nacional de Evaluación Educativa y unos, aunque mermados, subsisten, como la Cofese y al Instituto Federal de Telecomunicaciones.
El Jefe del Ejecutivo quiere extinguir al Instituto Federal de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), y propone que su función sea absorbida por la Secretaría de la Función Pública (SFP), a fin de encubrir -como secreto de Estado- la información que prueba corrupción -dispendio e ineficiencia- en la compra de medicamentos, con la asignación directa e ilegítima -sin licitación- de contratos, al igual que en las grandes obras de gobierno, entre otros rubros.
Hoy, mantiene entre ceja y ceja desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE), organismo cuyo profesionalismo e independencia hizo posible que López Obrador llegara al poder, gracias a su naturaleza constitucional y autónoma, sin el peligro que representaría hacerlo afín al gobierno en turno para eternizarse en el poder.
Otra vez los diputados de Morena protagonizaron un espectáculo denigrante, exhibieron su falta total de cultura parlamentaria y con lenguaje soez atacaron al presidente del órgano electoral, Lorenzo Córdova, quien les mostró por qué gana más que el presidente.
Pero la venganza no se hizo esperar y el recorte en su presupuesto por casi cinco mil millones de pesos dificulta la Consulta Ciudadana de Revocación de Mandato, por cierto un gasto caprichoso que contraviene la intención original de ese nuevo ejercicio democrático, al convertirlo en ratificación.
Las organizaciones sociales y la ciudadanía debemos estar concientes de lo que representa este recorte presupuestal al INE: se pone en riesgo su operación y lo hace más vulnerable a los ataques desde Palacio, cuyo propósito es desmantelarlo.
Otros organismos, como el Sistema Nacional Anticorrupción sobreviven de milagro, gracias a un amparo conseguido con el apoyo de Mexicanos Contra la Corrupción, presidida por María Amparo Casar, otra de las organizaciones que está en la mira del jefe del Ejecutivo porque en lugar de aplaudirle le refuta “sus datos” con pelos y señales demostrándole el fracaso de sus políticas anticorrupción.
Cada día es crucial en cuanto al comportamiento del habitante de Palacio Nacional, por eso ante las fallas de los contrapesos internos, para muchas personas la Cumbre de Jefes de Estado con Joe Biden y Justin Trudeau a la que asiste en Washington el presidente López Obrador, es la oportunidad de que del exterior se logren frenar sus despropósitos, como el de concretar su Reforma Eléctrica. Veamos que resulta.