Miscelánea, salud y política

¿Y el Estado de Derecho?

«Yo no acostumbro a amenazar. Sólo advierto una vez. El día que me toquen a alguno de mis hombres se acabó el Estado de Derecho»: Augusto Pinochet

Preocupa sobremanera que hasta el día de hoy los temas de respeto a la ley y a las instituciones siga siendo un asunto a discusión por parte de dirigentes de la Cuarta Transformación 4T. lnsiste el líder de ese movimiento y jefe de Estado y Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, en que son los conservadores quienes se oponen a los cambios de sistema y paradigmas que él encabeza.

Con ese argumento y el apoyo de una mayoría incondicional en el Congreso de la Unión, este martes 13 de abril, quedó marcado para la historia como un día en que se consumó un atentado en contra de las garantías individuales y derechos humanos constitucionales de que gozamos los mexicanos.

Con el pretexto de crear un nuevo orden social, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue enviando iniciativas atentatorias de libertades y garantías individuales, como la recién aprobada por el Senado para crear un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil con datos biométricos de los usuarios.

El objetivo, dicen, es frenar delitos como extorsión y secuestro que, en muchos casos, se cometen con la utilización de celulares y desde centros penitenciarios.
Sin embargo, no pocos juristas alertan sobre este nuevo instrumento que en principio violenta el derecho constitucional a la vida privada, y cuya finalidad es lograr el control absoluto sobre las personas y nadie garantiza que pueda caer en manos de la delincuencia con los peligros que esto entraña, como ya ocurrió con un registro inconcluso en el pasado.

Expertos consideran que este registro nació muerto, sin viabilidad jurídica ni financiera ni tecnológica, y aducen que quieren revivir el RENAUT (Registro Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones) aquél programa fallido creado en 2008 y eliminado en 2011, después de que la base de datos fue puesta a la venta en el mercado negro.

Este es sólo otro eslabón más de una larga cadena de medidas que atentan contra la seguridad individual colectiva y los derechos humanos. Lo preocupante es que esta iniciativa y otras son promovidas desde Palacio Nacional con un argumento ideológico confuso.

Ayer fue el senador Félix Salgado Macedonio, candidato a gobernador de Guerrero, compadre del presidente, acompañado por el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado, quien protagonizó un performance soez y altanero para exigirle a los Consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), su rehabilitación como candidato.

Algunos abogados coincidieron en que el guerrerense incurrió en un motín contra la autoridad y que debe sancionarse su conducta.

Acompañado con el líder de MORENA, bailaron, cantaron y con un ataúd en mano lanzaron gritos de muerte al INE y muera Lorenzo Córdoba, entre otras incitaciones a la violencia en contra de los consejeros del instituto.

Su inhabilitación como candidato de MORENA procedió -con 6 votos a favor y 5 en contra-. Sólo un leve margen a favor pudo evitar el punto de quiebre del INE y sus desastrosas consecuencias para la democracia en México.

Lo cierto es que el precandidato Salgado incumplió con no presentar sus gastos de precampaña, como la mandata la Ley, aunque primero mintió ya que aseguraba no existieron esos actos, pero ante las pruebas con que contaba el INE, él y sus colaboradores cambiaron el argumento y exigían que como el gasto fue de poca monta había que aplicar proporcionalidad a la falta.

Si queremos civilidad, la ley debe aplicarse para todos, con igualdad, basados en hechos, sin importar que sean legisladores con fuero, líderes políticos o miembros de la élite económica. Ni por tener compadrazgos con poderosos.

La conducta pública y el lenguaje de Salgado Macedonio nos recuerda a otros tristemente célebres personajes de Guerrero, su mote encaja en un machismo que quisiéramos superar.

A este «toro» -como orgulloso se autonombra- no le hicieron mella las acusaciones de violación en contra de varias mujeres, aún así fue propuesto por MORENA con el apoyo incondicional del presidente López Obrador.

Esperemos que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratifique la resolución del INE y entre algún relevo a la candidatura por ese partido. El pueblo del Estado de Guerrero merece un buen gobernante.

Realmente todos los mexicanos nos merecemos un buen gobierno. Por ello a lo largo de décadas nos hemos dado un Estado de Derecho como principio de gobernanza en el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a las leyes vigentes
Sabemos todos los ciudadanos que las normas jurídicas confieren derechos e imponen deberes a cada individuo de la sociedad. Toda norma jurídica debe ser respetada por los individuos, pues si se incumple puede suponer una sanción.
México además de sus leyes, es miembro de una comunidad de naciones, por lo que sus ordenamientos son compatibles con las normas y los principios internacionales de derechos humanos.

Y como miembro de la ONU se compromete a garantizar el respeto de los principios de primacía de la ley, igualdad ante la ley, separación de poderes, participación en la adopción de decisiones, legalidad, no arbitrariedad, y transparencia procesal y legal.

Pareciera que el jefe del Ejecutivo no tiene claro que si la mayoría lo eligió fue para que gobernara para todos. Sin embargo él insiste en sembrar la discordia al dividirnos en sólo dos bandos, a eso ha reducido la diversidad de pensamiento existente en nuestra Nación. En su mundo o estás a favor de forma incondicional o eres su adversario.

“El Instituto Nacional Electoral es patrimonio de la democracia mexicana. Gracias a esa institución, y a las normas que tiene la responsabilidad de aplicar, en nuestro país tenemos elecciones limpias, competitivas y con equidad”.

Así lo sostuvieron en una carta dirigida al jefe del ejecutivo el pasado 31 de marzo, 2 mil 387 personas, entre miembros de comunidades política, académica, intelectual y artística.

Todos ellos demandaron al primer mandatario terminar con las “expresiones difamatorias que buscan desacreditarlo”.
Los avances democráticos en México tras décadas de historia hicieron posible contar hoy con el Instituto Nacional Electoral -INE-, un árbitro electoral imparcial y autónomo, mismo que hizo posible que López Obrador llegara a la presidencia de la República en su tercer intento.

Sin duda, tenemos hoy a un presidente que contó con el voto mayoritario de un pueblo esperanzado en la llegada al poder de un hombre que le prometió justicia social y poner fin a la inequidad. Muchas personas de la clase media y alta votaron a favor de dejar atrás a los gobiernos del PRI y sus excesos y a los del PAN y sus incompetencias.

Sin embargo, ¿qué ha hecho el presidente con todo ese capital? Como si la Administración Pública no fuera todo un complejo aparato. Y como si el presidente no contara con asesores y especialistas en cada materia, él parece ser quien gobierna solo desde Palacio.

El presidente, al parecer sin asesoría jurídica, es quien dirige sus iniciativas al Congreso de la Unión, éste con mayoría morenista, aprueba lo que el mandatario considera indispensable para lograr el gobierno «liberal», «para los pobres», la «Cuarta Transformación», pues.

Dónde está ese equipo de eficientes y costosos colaboradores que permita emprender acciones para enfrentar mejor la pandemia de Covid -garantizarle a médicos privados la vacuna, por ejemplo-, mejorar la respuesta en las demandas de medicamentos, salud, economía, finanzas, seguridad pública, aprovechar con dignidad al Ejército, respetar nuestro Estado de Derecho, etcétera.

El jefe del Ejecutivo ha afirmado en diferentes ocasiones y con diferentes porcentajes que para él lo importante en un funcionario es la lealtad, sin importar la experiencia.

Acusa a los políticos del pasado de toda la problemática que crece, ataca a empresarios, periodistas, intelectuales, sigue quejándose de fraude electoral en 2006.

¿Cómo le hacemos ver al señor presidente nuestra opinión, cómo le exigimos cuentas sobre el uso de los recursos públicos o sus acciones?

Creo que la mejor manera es que en menos de 50 días, cuando votemos en las elecciones intermedias, el 6 de junio próximo, de forma razonada, libre e independiente, le hagamos saber qué pensamos de su estilo personalísimo de gobernar votando en contra de los candidatos de MORENA y sus partidos aliados.