Libros de ayer y hoy
Arranca carrera presidencial
“La acumulación de todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, en las mismas manos… puede presentarse con toda justicia como la propia definición de la tiranía.”: James Madison
A 50 semanas de las elecciones presidenciales del domingo 2 de junio de 2024, al margen de la ley y fiel a su estilo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tomado la batuta y se coloca a la vanguardia del proceso electoral en que se renovará la presidencia de la República, el Congreso de la Unión –500 diputados y 128 senadores– nueve gubernaturas, así como 30 congresos locales.
A estas alturas del sexenio de la autoproclamada Cuarta Transformación (4T), ya nadie se puede decir engañado, el mandatario es un violador contumaz de la ley y determina la narrativa político- electoral desde 2018.
Luego del triunfo morenista en el Estado de México, fortalecido y alegre dirige los esfuerzos de su movimiento hacia la meta de lograr que la 4T continué en la presidencia de la República para el periodo 2024-2030.
Al otro día de la victoria, el lunes 5 de junio, el presidente convocó a una cena en un restaurante del Centro Histórico, el pretexto fue festejar el triunfo de la maestra Delfina Gómez, para ello convocó a las cuatro principales corcholatas, al Comité Ejecutivo y a los 22 gobernadores morenistas, a quienes exhortó a “mantener cohesión y unidad con rumbo a 2024”.
Según trascendidos en el periódico Reforma, fijó las reglas de la sucesión a las corcholatas a quienes exhortó a poner por encima el interés general al personal; deberán de presentar sus renuncias definitivas antes del 15 de junio, sin confrontaciones directas ni debates entre candidatos; habrá una sola encuesta nacional a finales de agosto, cuyos resultados se difundirán antes del 15 de septiembre, etc… https://www.reforma.com//fija-amlo-reglas-para-la-sucesion-presidencial
El cabecilla de Macuspana tiene un talento especial para liderar campañas, no cabe duda, ya ven el diseño comunicacional que montó en Palacio Nacional para promoverse de lunes a viernes con el uso de los recursos públicos y medios de difusión. Esa aptitud a abusar del poder presidencial con fines electorales es directamente proporcional a su fracaso en cuanto a las metas que lo llevaron a la Presidencia: acabar con la pobreza, con la corrupción y con la violencia e inseguridad pública.
El habitante de Palacio Nacional está en los suyo, deja claro que él es el Gran Elector para el 2024. En tanto en el país falta gobierno, se recrudece la violencia homicida y la autoridad elude su responsabilidad, ya parece banal el horror, por ejemplo: se localizan los cuerpos de ocho jóvenes desaparecidos de un Call Center, pero en su búsqueda encuentran 50 bolsas negras con restos humanos en el estado de Jalisco o de pronto el subsecretario Gatell anuncia la desaparición de las Normas Oficiales Mexicanas para la atención de enfermedades “para evitar intereses creados”, sin considerar las graves afectaciones sociales de esta medida.
Puestos los reflectores en la carrera presidencial, el presidente de Morena, Mario Delgado, anunció que el próximo domingo 11 de junio se celebrará el Consejo Político Nacional de ese partido, donde definirán las reglas del proceso de selección de su candidato presidencial para 2024, en el podrán participar todas las corcholatas, incluso, Gerardo Fernández Noroña.
Antes, el martes 6, el canciller Marcelo Ebrard rompió filas y se adelantó al anunciar que a partir del próximo lunes renunciará como secretario de Relaciones Exteriores para contender por la presidencia de la República.
Mientras tanto la oposición padece del síndrome adámico, se niegan a hacer un autoanálisis para corregir sus errores. Los dirigentes, el priísta, Alito Moreno; el panista, Marko Cortés; y el perredista, Jesús Zambrano, echan culpas a los demás de la derrota de su candidata, Alejandra del Moral, a quien por cierto acompañaron gozosos en el anuncio adelantado de triunfo, cuando el conteo preliminar le favorecía, pero ya con datos sobre la derrota, la dejaron sola.
El presidente del PRI acusó al gobernador Alfredo del Mazo de no apoyar a la candidata priísta, quizá porque antes acordó –como otros gobernantes priístas– con el gobierno de AMLO mantenerse al margen a cambio de no anular su futuro político o cancelar sus aspiraciones diplomáticas.
Crecen las sospechas de arreglos en el oscurito cuando el presidente López Obrador en varias de sus conferencias mañaneras ha elogiado que el gobernador mexiquense no haya transgredido la ley para apoyar a su partido. Ahora sí que el burro hablando de orejas.
Los 8.5 puntos menos en la votación alcanzada por la candidata de la alianza Va por México frente a la aspirante Delfina Gómez Álvarez, de “Juntos Hacemos Historia”, fueron suficientes para darle una contundente victoria a la virtual gobernadora del Estado de México, quien logró triunfar con el respaldo de Morena y gracias a los votos del PT y el PVEM. Por cierto, el margen fue menor en alrededor del 10% de lo que pronosticaron las encuestadoras.
Esta es la segunda vez que la maestra morenista, ejemplo de la cultura del esfuerzo, contiende por la gubernatura del Edomex, antes, en 2017 perdió frente a Alfredo del Mazo, entonces no contó con la maquinaria aceitada del morenismo empoderado, ni los beneficios de la marca presidencial junto con el trabajo acucioso de Horacio Duarte y del ex-rebelde morenista senador Higinio Martínez.
Ni siquiera hizo mella en los resultados su pasado como infractora electoral, recordemos que cuando fue presidenta municipal de Texcoco fue acusada por el PAN del desvío de recursos de la nómina de trabajadores de esa alcaldía para financiar de manera ilegal a Morena. Acusación que fue comprobada por el Instituto Nacional Electoral (INE) en 2021, cuando aprobó multar al partido guinda con 4 millones 529,225 pesos.
Como sea, quizá la falta de argumentos contundentes marcó la diferencia entre contendientes por la gubernatura en la entidad mexiquense y lograron que el abstencionismo de 49.8%, sumara a favor de la profesora Delfina Gómez, quien gracias al apoyo incondicional de su jefe sigue sentando precedentes: fue la primera secretaria de Educación Pública y ahora será la primera mujer gobernadora de la entidad más poblada del país, la que más aporta al PIB manufacturero nacional, entre otros datos relevantes.
Si la oposición Va por México se mantiene como una alianza sólida, supera las ambiciones personales de Alito, la confrontación entre aspirantes priístas y panistas, deberá buscar replicar a nivel nacional el triunfo de su candidato al gobierno de Coahuila, Manolo Jiménez, quien con el 56.9% de votos según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), se convirtió en el último bastión del PRI.
Asimismo, la alianza PRI, PAN y PRD resultó ganadora de las 16 diputaciones locales que estaban en juego. El gobernador virtual asegura que en alcanzar estos resultados hubo un arma secreta: “ciudadanizar las campañas” por lo que más allá de una alianza político partidista consolidaron un gran frente ciudadano, integrado por la sociedad civil organizada, la iniciativa privada, los ciudadanos y los partidos políticos, en ese orden.
La prioridad presidencial hoy está en las próximas elecciones federales, y tiene lógica, AMLO cree que si es elegida o elegido presidente de la República una de sus cuatro corcholatas –la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum; el canciller Marcelo Ebrard, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López o el coordinador senatorial de Morena, Ricardo Monreal– podrá continuar feliz porque él y su gabinete podrán contar con total impunidad frente a las posibles responsabilidades que resulten de eludir el cumplimiento de las leyes constitucionales.
Los analistas señalan que remontar este panorama será muy difícil pero no imposible. Además de encontrar un candidato presidencial carismático, los partidos de oposición necesitan aliarse para enarbolar las banderas de combate a la corrupción, a la pobreza y a la injusticia que el presidente morenista no ha podido cumplir, y consolidar una selección de candidatos con amplio apoyo social y ciudadano para ganar en las próximas elecciones de legisladores a fin de conseguir la mayoría en el Congreso, y así limitar las iniciativas morenistas que buscarán consumar y radicalizar los cambios emprendidos por AMLO.
López Obrador, al dar el banderazo de salida a la carrera presidencial, el lunes pasado, llamó a las corcholatas de Morena a poner por encima el interés general al personal, lo que no es congruente con sus acciones, ya que él por encima de sus atribuciones y la ley antepone su interés personal al querer blindar su caudillaje.