Frente a la guerra
Tiempos de retórica violenta y realidades alternas
No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos: Martin Luther King
Ante el desconcierto por la crisis financiera internacional evidente en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, donde se han hecho pronósticos de empobrecimiento para los países iberoamericanos, incluido México, en Palacio Nacional se celebra la estabilidad en el tipo de cambio como un logro gubernamental y se afirma sin rubor que romperemos récord histórico en materia de inversión extranjera, es más “somos parte del grupo de países selectos por sus atractivos para la inversión extranjera”, dijo hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador. Fanfarrias.
Nada empaña el optimismo presidencial, ni los pronósticos recientes del FMI sobre el crecimiento del 2% para la economía mexicana en 2022, 0,8% menos de lo anticipado; ni que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) llegó l 7,68% la tasa anual y la inflación subyacente se situó en 7,24% respecto al mismo periodo del presente mes en el año previo, los índices más altos desde enero del 2001. Esto sumado a una reducción en el crecimiento esperado en Estados Unidos, principal socio comercial de México, del 4 al 3,7%, este año.
Los datos expuestos, para cualquier otro gobernante, serían motivos fundados para el pesimismo y de acciones inmediatas para prever el desabasto o la parálisis. Hace 14 años Agustín Cartens, titular de la SHCP, dijo que “si Estados Unidos tiene catarro, México pulmonía”, y sí, además de hermanados por la geografía, con 200 años de relaciones diplomáticas, México y su poderoso vecino del norte enfrentan problemáticas comunes, mismas que estamos obligados a superar en colaboración, por el bien de ambos pueblos.
Por ello, sigue siendo preocupante que López Obrador siga condicionando a los Estados Unidos su asistencia a la Cumbre de las Américas, sólo irá si invitan a los dictadores de Venezuela, Cuba y Nicaragua. ¿Qué pretende lograr que sea más importante a los intereses del pueblo mexicano? ¿De dónde le surge esa fortaleza para presionar a nuestro socio comercial de quien dependemos en gran medida, acaso cree obtener así el pago por frenar, a costa del bienestar nacional, los flujos migratorios?
Ayer, una nueva tragedia afectó ambos países. En Uvalde, Texas, un joven armado, invadió la Robb Elementary School, una escuela primaria, y asesinó a 19 niños y dos maestras, la mayoría de origen mexicano, enlutando hogares de connacionales en el exterior y exponiendo una problemática común: el fácil acceso a armas de fuego, aunque el tema sea complejo y presente diferentes características en cada territorio.
La venta legal de armas en Estados Unidos en negocios establecidos es parte de un derecho civil que promueve la NRA, Asociación Nacional del Rifle, desde 1871, para que cualquier individuo con mayoría de edad pueda poseer libremente un arma y defenderse de algún ataque violento. Mientras que en México, pese a las restricciones legales, la venta ilegal de armamento a cualquier persona se da hasta en tianguis, como el de Tepito. En nuestro territorio quienes más acceden a estas mercancías son los delincuentes y éstas vienen, en su mayoría, del país del norte.
El gobierno de AMLO ha iniciado juicios en contra de armerías estadunidenses, pero sin duda, ambas naciones están obligadas a combatir el problema con sus aristas. En ambos fenómenos existe la presencia del miedo individual y comunitario ante conductas violentas y psicópatas cada vez más frecuentes, reflejo de un mundo en decadencia.
En México además hay que frenar la violencia creciente y cotidiana por parte de delincuentes desalmados que gozan de 90% de impunidad y un gobierno que les brinda “abrazos” y promueve el respeto a sus derechos humanos, a costa de haber militarizado a un país que se devasta por crímenes y desapariciones incontrolables y en crisis de identidad forense.
Estamos a sólo 11 días de las elecciones estatales en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, y ya se adelanta un nuevo triunfo de los candidatos de Morena, al menos en cuatro de las seis entidades, estas son: Tamaulipas, Quintana Roo, Oaxaca e Hidalgo. En Aguascalientes lleva la delantera la alianza “Vamos por Aguascalientes” y en Durango, también podría triunfar la alianza PAN, PRI, PRD, si se logran poner de acuerdo los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional en los principales municipios de Durango.
Sobre los factores que inciden en los resultados electorales favorables a Morena, no encontramos aquella esperanza que en 2018 llevó al poder presidencial a su candidato y les dio la mayoría legislativa. Tampoco el nivel de popularidad que López Obrador aún mantenía en los comicios del 2021, y que les dio mayoría territorial al obtener el triunfo en 12 de los 15 estados en contienda, aunque perdiera la capital y la mayoría legislativa. Ahora el nivel de aprobación ha venido a la baja.
Son constantes las violaciones legales por parte de la administración gubernamental: los apoyos en especie a través de los programas sociales a la base electoral de Morena, condicionando el voto a su entrega; la transgresión sistemática de los funcionarios de la 4T a las leyes electorales para llevar agua a su molino, a los gobernadores estatales se han sumado miembros del gabinete, quienes siguen instrucciones y el ejemplo de su líder, quien desde que asumió la presidencia decidió mandar al diablo a las instituciones y a las leyes. Los dineros y recursos de todo tipo que fluyen desde el poder público son evidentes.
Otros factores han trascendido del terreno especulativo: es tal el empoderamiento de los grupos delincuenciales que el presidente de la República como ya habíamos mencionado, clama por la defensa de sus derechos humanos. Aunque lo dude, así los trata, como quien protege a un aliado. Cada vez son menos discretos sus llamados a la Guardia Nacional a no actuar con violencia letal frente a los criminales. Lo hizo antes del proceso electoral en 2021 y lo repite ahora, en varias de sus mañaneras insistió en que no se enfrenta violencia con violencia. Para Ripley.
Los partidos políticos, PRI, PAN y PRD, han presentado denuncias ante el Instituto Nacional Electoral (INE) por la participación en actos de apoyo a candidatos de Morena en los estados con elección de gobernador, por parte de los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, así como a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, acusando a los funcionarios de vulnerar los principios de imparcialidad y equidad en la contienda electoral, establecidos en el artículo 134 constitucional.
Hay cada día más indicios de que en el PRI trabajan por su autodestrucción antes del 2024, lo cual podría ser factible con la ayuda de algunos elementos destructores, como el exdirigente Humberto Moreira, autodeclarado morenista, en contra de la candidata del PRI a la gubernatura de Hidalgo, su cuñada, Carolina Viggiano, y su esposo, Rubén Moreira, pues de ganar la elección, advirtió: traerían ejecuciones extrajudiciales, muertos y robos al erario.
Otra colaboracionista es la gobernadora campechana, Layda Sansores, famosa por su falta de escrúpulos, quien abanica la hoguera exponiendo grabaciones que exhiben a su excolega y antecesor, Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, hasta ahora dirigente nacional del PRI, asegurando que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, papá, hay que matarlos de hambre”. Tiempos canallas.
Pronto sabremos el impacto del liderazgo carismático que ejerce López Obrador, a más tardar el 13 de junio conoceremos los resultados electorales en los estados que renuevan gubernaturas, y entonces será momento de analizar si las leyes no se cumplen por parte de gobernantes y tampoco se sanciona a los infractores, quizá sea momento de crear otro sistema electoral.
De igual forma, del 6 al 10 de junio sabremos la respuesta a las exigencias de nuestro mandatario al gobierno de Estados Unidos, ya que en esas fechas se efectuará la Cumbre de las Américas. Mientras tanto, aumentan las críticas por parte de legisladores y gobernantes estadunidenses hacia las exigencias absurdas de AMLO, así como el rechazo interior hacia su posición.
Finalmente, estudios de universidades estadunidenses prueban que la violencia política retórica exacerba la conducta de los simpatizantes de ese tipo de liderazgos confrontacionales, cuyos seguidores suelen convertirse en irascibles e intransigentes, eso es contrario a la democracia y al desarrollo cívico, pero más peligroso aún es seguir violentando el Estado de Derecho y alentando la impunidad.