Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
TLAXCALA, Tlax., 12 de diciembre de 2016.- La jerarquía eclesiástica se fue con todo: La Arquidiócesis de México calificó como “escandalosos” los bonos de fin de año de diputados y senadores, y de los titulares de otros órganos de gobierno y llamó a replantear el servicio público y a revisar las condiciones de la distribución de la riqueza.
Indignante resulta el recorte al campo, en perjuicio de campesinos y artesanos de Tlaxcala y de otros estados.
“Como siempre, a fin de año surgen noticias de pagos escandalosos, de aguinaldos y bonos para legisladores y funcionarios. Esto demuestra cómo debemos replantear el significado del servicio público, al ser una labor para el bien del país, no filón de oro y manantial de inmorales e insultantes riquezas”, afirmó.
La publicación editada por la Arquidiócesis de México señaló que el presupuesto aprobado por los diputados no modificó estas prestaciones, “frente a un país de pobres”; refirió que los senadores gozarán de una recompensa de fin de año de 234 mil 330 pesos, mientras que la de los diputados será de 140 mil 504 pesos, “ambos con compensaciones anuales garantizadas en blanco, lo que significa montos desconocidos, bonos navideños y cajas discrecionales en lo oscurito y de espaldas al pueblo”.
El semanario mencionó que el auditor Superior de la Federación tendrá una recompensa de fin de año de 404 mil 278 pesos; la de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación será de 586 mil 356 pesos; los consejeros de la Judicatura recibirán 378 mil 50 pesos; los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 586 mil 321 pesos; mientras que los consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral (INE) obtendrán 537 mil 762 pesos; en tanto que presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos recibirá 404 mil 138 pesos.
“El resumen de estas altísimas cifras no es ocioso. Demuestran cómo las escandalosas recompensas de fin de año son sólo la punta del iceberg del cúmulo de beneficios anuales que rebasan los límites de este espacio editorial.
“¿Por qué los mexicanos debemos soportar estas compensaciones? ¿Para qué el populismo contra la pobreza cuando hay jugosas prebendas propias de sibaritas que engendran más burócratas ricos? ¿Por qué recortar lo esencial para solapar lo inmoral?”, se cuestionó en el texto.
El editorial destacó que aunque el incremento al salario mínimo, aprobado la semana pasada por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, de 4 pesos, podría representar el fortalecimiento de la economía de los trabajadores, deben revisarse las condiciones de equidad y de distribución de la riqueza.
“Nuestras leyes garantizan que los salarios sean justos para satisfacer las necesidades básicas de las familias mexicanas, pero tenemos divergencias que deberían interpelarnos si queremos alcanzar mejores condiciones de justicia económica; no obstante, aunque falta mucho para mejorar el poder adquisitivo de los mexicanos, es alentador saber que después de 40 años éste comienza a recuperarse”, destacó.
El semanario Desde la Fe refirió que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el poder adquisitivo del salario mínimo se recuperó en los últimos cuatro años 15 %, en términos reales, por lo que el proceso de recuperación de los salarios será gradual, extendiéndose hasta el año entrante para que los trabajadores tengan mejor capacidad de compra, repercutiendo en una mejor calidad de vida.