Inseguridad y violencia no paran
Morelia, Mich., 15 de octubre, 2017.- La relación entre estudiantes y autoridades históricamente ha sido ríspida. Pero en los últimos años se ha polarizado aún más, por una parte, los normalistas y universitarios se acercan más al crimen y la violencia y por otra, se ha dado el uso desmedido de la fuerza pública de las autoridades. ¿A dónde vamos los ciudadanos que siempre quedamos en medio?
Este sábado, unos 40 normalistas fueron detenidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, después de que se manifestaron violentamente frente a las instalaciones de barandilla (centro de detención ubicado frente a la Procuraduría estatal) para exigir la liberación de uno de sus compañeros detenido momentos antes.
A las 15 horas aproximadamente de este sábado, unos 300 normalistas a bordo de ocho autobuses de diversas líneas comerciales como Parhikuni y Purépechas, arribaron a al estacionamiento de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE); algunos de ellos cubiertos de la cara y con palos en las manos exigieron la liberación de un compañero detenido momentos antes por elementos de Seguridad Pública por actuar violentamente.
Unos 200 policías de diferentes corporaciones montaron un operativo, incluso lanzaron gases lacrimógenos para frenar a los normalistas procedentes de Tiripetío, y fueron detenidos al menos 40 estudiantes. Los autobuses fueron recuperados y están a la espera para ver si son consignados o no.
Además de la toma de edificios, los estudiantes han recurrido en la retención de unidades, muchas de ellas incendiadas, sin importarles el daño que causan a sus propietarios. También bloquean carreteras, desquician las ciudades, principalmente Morelia. Sin duda se debe defender el derecho a la libre manifestación, pero están causando severos daños a la sociedad.
El hecho de que se estén incrementando el número de elementos policiacos no significa mayor seguridad, por el contrario. El hecho de que utilicen la violencia contra comuneros, maestros o estudiantes implica mayores problemas y problemas de gobernabilidad. Sin duda es asunto muy complejo, porque si reprimes a los estudiantes es malo, pero si los dejas hacer lo que quieran también.
La descomposición social tiene su origen en el poder mismo, porque es de ahí donde se ha fomentado y se han permitido excesos de diferentes sectores e instituciones, excesos y abusos que se han promovido y multiplicado con el único fin de mantener el poder. Por eso es la situación tan compleja y no se observa salida posible, al menos en el corto tiempo.