Poder y dinero
Morelia, Mich., 02 de abril, 2017.- A veces da la impresión de que el presidente Enrique Peña Nieto habla en tercera persona, o como si no fuera él. En esta ocasión se trata de su discurso durante la presentación del Informe Anual 2106 del presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
El titular del Ejecutivo federal, dijo que la impunidad lastima y violenta a la sociedad; también hizo un llamado a las instituciones públicas y privadas, Poderes de la Unión, órdenes de gobierno y sociedad en su conjunto a asumir la parte que les corresponde.
De acuerdo a la nota publicada por Quadratin México, Enrique Peña Nieto se refirió a temas como la protección de periodistas y defensores de derechos humanos, la erradicación de la desaparición forzada, el trato digno a migrantes, la defensa de niños y la eliminación de la violencia contra las mujeres. Y refrendó el compromiso “firme e indeclinable” del gobierno federal con el respeto a los derechos humanos.
No es que le falte razón, el asunto es que parece que se le olvida que él es el Presidente de México, el responsable de los destinos de esta nación y sus habitantes. Cuando habla de refrendar su compromiso con los derechos humanos, no especifica en qué consiste. Son lugares comunes dentro de un discurso.
Por ejemplo, con respecto al tema de desaparición forzada, “urgió a garantizar el derecho a la verdad en memoria de las víctimas”. ¿Urgió a otros? ¿Qué no se supone que el Presidente es el jefe de todas las autoridades involucradas?
Don Enrique incurre tal vez en olvidar que es el Jefe de la Nación, o quizá sólo gramaticalmente tiene problemas con los pronombres yo, tú, ellos. A lo mejor a veces sólo tiene sus puntadas.