Educación para el desarrollo/David Colmenares Páramo
Datos van y datos vienen cada año, declaraciones atiborradas de optimismo y buenas intenciones, son la constante en la alta política mexicana cuando se habla de disminuir la pobreza y sus ya conocidos malos resultados.
Al gobierno ninguna cifra le inquieta o lo motiva para cambiar sus frustradas políticas de combate a la pobreza de millones de mexicanos y los efectos perniciosos de la miseria. Hablar de cifras ha empezado a ser inútil como inútiles son los efectos de los programas sociales en el bienestar y en una mejor calidad de vida de nuestros compatriotas; los resultados no son solo modestos, también son la muestra inequívoca de la corrupción y el manejo perverso con fines electorales en los que se ha caído.
Los programas sociales, que se cuentan por miles en el país en todos los niveles de gobierno, no son los culpables de tanta pobreza, es su uso, su mala planeación y la nula transparencia con la que son operados; son casi tres décadas de fracasos de las políticas sociales, porque al revisar la evolución y los datos de los indicadores de pobreza que hay en el país, todos han aumentado. Los mexicanos ya no creemos en el gobierno y cuando las instancias oficiales dan a conocer cada dos años las cifras de pobreza, éstas son invariablemente cuestionadas porque existe siempre la presunción de que han sido alteradas, para no alimentar el fuego del descrédito de los gobernantes en turno.
Es un hecho irrefutable y así lo sostienen los especialistas, que entre más programas sociales existe más dispersión, menos controles y más discreción en su uso. Lo que sucede en el Estado de México ahora que está en proceso electoral para elegir gobernador, es una evidencia de ello; al actual gobierno local no le importa que el número de pobres ya supere bajo su administración los 8.2 millones de pobres y más de 1.2 millones de habitantes que se encuentran en pobreza extrema, es más bien el momento de salir y comprar conciencias para garantizar el voto a favor del candidato oficial.
Entre paréntesis, la iniciativa Ahora denunció ayer que existe una red de corrupción del gobierno con empresas como OHL, que utiliza fondos de programas carreteros en Edomex para financiar campañas políticas, entre ellas la del PRI con Alfredo del Mazo; están desatados para evitar una derrota de consecuencias nacionales devastadoras rumbo al 2018.
El desfile en la entidad de Secretarios federales y funcionarios estatales y demás miembros de la cúpula del poder priista, repartiendo todo tipo de dádivas para inducir el voto, disfrazadas de apoyos sociales, no tiene el más mínimo recato ni mucho menos el control y persecución de posibles delitos electorales por parte de las autoridades competentes. Esta película ya la hemos visto en todo el territorio nacional.
No existen los criterios eficientes para el manejo transparente de los programas sociales, ni los tiempos en que son entregados los apoyos o los mecanismos de selección de los beneficiarios; el gobierno sabe con toda claridad, dónde están los pobres, que por serlo, son extremadamente vulnerables para “orientarlos” en sus preferencias y elegir a los gobernantes que aquel desea, previa entrega de dinero y canastas alimentarias principalmente. No hay decreto que los detenga.
El gobierno ha fracaso en todo, el crecimiento económico del país de alrededor del 1 por ciento del PIB en los últimos años, obviamente no ha servido para combatir la pobreza y sí para multiplicar la corrupción en la que han incurrido gobernadores y amigos que los acompañan. Los beneficios espectaculares de las “reformas estructurales”, tan prometidas por EPN, también son una ilusión presidencial que vive solo en su mente.
Mensaje
Desde esta colaboración mi más sincera felicitación a mi estimado y entrañable amigo Mauricio Merino, quien junto a distinguidos activistas, intelectuales y organizaciones civiles, presentaron el domingo pasado en la UNAM, la Iniciativa ciudadana #Nosotrxs, contra la corrupción en México y a favor de la transparencia, la rendición de cuentas, los derechos ciudadanos y el buen gobierno. Mi modesta suma a la iniciativa desde esta tierra de Xicohténcatl.