Poder y dinero
Argonmexico / Vivir fuera del presupuesto, ¿un error Diego?… Allá, en la Cuna de La Independencia, donde en 1991 el salinismo concretó la concertacesión e impuso como gobernador “interino” al panista Carlos Medina Plascencia en cuyo mandato casi extinguió al priiísmo; este sábado acudió el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, para advertir que llegó el tiempo de la alternancia.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta comprometió a los senadores de Morena a coadyuvar para que el estado de Guanajuato salga de la crisis de inseguridad en la que la tienen sumida los gobiernos conservadores. Actualmente lo encabeza el panista Diego Sinuhe Rodríguez Vallejo.
En el marco del informe de actividades de las senadoras Malú Micher y Antares Vázquez, Monreal Ávila señaló que el proyecto político que se ha aplicado en Guanajuato está agotado, desgastado.
Por eso consideró imposible que esta entidad del Bajío sea, quizá, el lugar más inseguro del país, de mayor violencia y de mayor crueldad por los delincuentes y por el crimen organizado.
“Somos mayoría legislativa y nunca vamos a dejar solos a los guanajuatenses, queremos recuperar Guanajuato y yo estoy seguro que, están puestas las bases para una alternancia política en el 2024”.
Y repuso que esa abandonada y dolida entidad no puede continuar por el mismo camino, “porque es obvio que el modelo político que se ha aplicado en los últimos 30 años, ahora está en crisis.
“No sólo por la inseguridad y la delincuencia, sino también por el endeudamiento que crece, crece y crece, sin posibilidades de solución. Y, lamentablemente, los servicios públicos, cada vez con más deterioro y más abandono”.
Vale recordar que el 27 de septiembre de 1985, un día después de que Rafael Corrales Ayala tomara posesión del mando estatal en Guanajuato, se descubrió que el gobernador interino saliente, Agustín Téllez Cruces, había dejado en las cuentas bancarias 40 mil millones de pesos (todavía no se eliminaban los TRES CEROS).
El problema fue que el mandatario interino había recibido 120 mil millones de pesos (mdp), y en su administración de sólo 14 meses, se gastó en salarios y en obras 40 mil millones de pesos; es decir, supieron hacer magia y desaparecieron un tanto igual: 40 mil millones de pesos. No había “moches”, pero rifaba la era de la milpa: mil pa´llá, mil pa´cá…
Cuando Corrales Ayala, último priísta en gobernar Guanajuato, convocó a sus más cercanos colaboradores para plantearles hacer pública la denuncia de la desaparición del multimillonario presupuesto estatal; se le convenció de mantener oculto el espinoso y seguramente escandaloso asunto.
A don Rafael se le adujo: si el presidente De la Madrid se entera que en las arcas guanajuatenses hay tal cantidad millonaria, podría reclamarlos para la Nación. Era la época del recorte presupuestal y la “austeridad republicana”. Albores del neoliberalismo cuando se justificaban las privatizaciones como una necesidad; aunque las paraestatales sólo se repartían entre familiares, socios y amigos.
Más aún, se destacó ante el nuevo mandatario de Guanajuato que Agustín Téllez Cruces era muy amigo del Presidente De la Madrid y, seguramente no vería con buenos ojos que un escándalo contra el exministro le alcanzaría al mismo mandatario de la Nación, por haberlo puesto como gobernador interino. Y es que nadie le dice al presidente en turno que se equivocó. ¡Y nadie, es nadie!
No obstante, poco a poco, el hombre fuerte de las finanzas corralesayalistas, Raúl Almada Gaxiola, persiguió a los protagonistas del gran acto de magia. En cuanto pudo y sin mucho escándalo, les confiscó propiedades y a los que le fue posible les alargó la vara de la justicia, justicia a modo, para meterlos a la cárcel.
En tanto, ya la recta final de 1990, un año antes de que terminara su gestión, Corrales Ayala recibió la orden de Los Pinos para que en el proceso de sucesión estatal le allanara el camino al Partido Acción Nacional.
Empezó por convencer al senador perredista Porfirio Muñoz Ledo de que aceptara ser candidato de la izquierda al gobierno de Guanajuato. Cuando éste le replicó que no podía porque no había nacido en Guanajuato, Corrales le dijo: puedes acudir al Ius Sanguinis o derecho de sangre. (se aplica cuando los nacidos de madre o padre de un país, merecen su nacionalidad por el hecho de ser hijos suyos.
Con todo, mientras el PRI ungió como su candidato a Ramón Aguirre Velázquez, exregente del entonces aún Distrito Federal, luego director general de la Lotería Nacional (por cierto, en ese tiempo fue cuando más premios “gordos” cayeron en Guanajuato); y el PAN abanderó a Vicente Fox; a Muñoz Ledo le quedó grande el estado y prefirió hacer campaña desde la ciudad de México.
Así las cosas, para el primer domingo de julio de 1991 nadie pudo cambiar la mentalidad de los votantes y se dejaron llenar casillas y urnas de sufragios para el tricolor. Por más berrinches y protestas que protagonizó “Chente” con sus acusaciones de fraude, en sus marchas y mítines las plazas se veían vacías.
Ante la falta de elementos para que el panismo guanajuatense alegara el “Fraude”, el presidente Carlos Salinas de Gortari optó por imponer a su tocayo Medina Plascencia, entonces presidente municipal de León, una de las pocas alcaldías en poder de Acción Nacional.
De regreso a este 2021, Año del Bicentenario de la Consumación de la Independencia de México, Monreal Ávila sostuvo que los legisladores de Morena han logrado en tres años concluir la primera etapa de la Agenda Legislativa que se propusieron llevar al cabo con el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, “Y estamos en la segunda etapa, que será todavía más intensa”.
El senador reconoció que se trata de la entidad en la que la presencia de Morena es menos fuerte que en otros lugares, “porque hay un gobierno abusivo, porque hay una identificación entre el partido y el gobierno, y no hay separación entre uno y otro.
“Queremos que la gente pierda el miedo para que la izquierda gobierne, porque aquí es donde la estigmatización ha generado mayor daño a la izquierda”, por los excesos y el conservadurismo; pero la izquierda puede y sabe gobernar, y merece una oportunidad en los próximos procesos electorales”.
En Guanajuato pasaron lista de asistencia las senadoras: Bertha Caraveo, de Chihuahua; Lilia Margarita, Durango; Lucía Meza, Morelos; Blanca Piña, Michoacán; Soledad Luévano, Zacatecas; María Merced, de Hidalgo; Jesusa Rodríguez, suplente de Olga Sánchez Cordero; y Celeste Sánchez, de la Ciudad de México.
Así como sus homólogos: Salomón Jara, de Oaxaca; Armando Guadiana, Coahuila; Eduardo Ramírez, Chiapas; Sergio Pérez, Morelos; César Cravioto y Gabriel García, también de la Ciudad de México. Mientras, en su casa de León, Diego Sinuhe descansaba plácido. Comer sin trabajar, no se debe tolerar…