Teléfono rojo/José Ureña
TLAXCALA, Tlax., 18 de noviembre de 2016.- En las comunidades rurales hay preocupación por lo que ocurre en Estados Unidos, sobre todo por las mujeres que viven a la espera de las remesas de sus familiares que radican en el vecino país del norte y “ante la realidad nacional e internacional, vendrá una recomposición en esta correlación de fuerzas económicas en el medio rural”, afirmó el diputado José Hugo Cabrera Ruiz, de extracción priista.
Aseguró que poner a las mujeres en el lugar que merecen no es ninguna dádiva, sino el reconocimiento como seres humanos que hoy juegan un papel fundamental, al tener el doble papel de madres y responsables de llevar el sustento económico a sus hogares.
Durante la conferencia “La Mujer en el Desarrollo Rural Sustentable”, el presidente del Comité del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, agregó que no se puede seguir “cruzados de brazos y dejar que mujeres en comunidades rurales sigan siendo sinónimo de desigualdad y falta de oportunidades”.
Consideró que es un asunto de una gran responsabilidad visualizar la situación de la mujer rural y la perspectiva en los procesos de organización, capacitación e integración en las actividades, económicas, políticas, sociales y culturales en el marco de un desarrollo rural sustentable.
Por su parte, el director del CEDRSSA, Héctor Hugo Olivares Ventura, destacó que la mujer tiene un papel relevante en el medio rural, no sólo por su función integradora del núcleo familiar y su participación en la producción, sino como garante del patrimonio familiar en tiempos en que la migración ha propiciado ausencias, ya que es factor fundamental de preservación y cohesión social en el campo.
Subrayó que sólo una visión integral del papel que desempeña la mujer rural y de los compromisos que se tienen con ellas, permitirá que sean eficientes en la búsqueda del gran objetivo de la equidad. Se pronunció por hacer “justicia al papel fundamental de la mujer en el campo y de nuestra sociedad”.
Nelly Romero Celis, subsecretaria de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), comentó que en 2015, de los 72 mil millones del presupuesto de esta dependencia, se invirtieron 5 mil millones a programas y atención a mujeres, cifra importante pero aún baja.
Durante 2016, se empuja una estrategia que ya ha logrado posicionarse en el país que es “El campo en nuestras manos”, la cual visibiliza el trabajo de las mujeres, conjunta programas y gestiona apoyos. Se ha logrado beneficiar a 1.4 millones de mujeres con dicha estrategia a través de capacitación en cuestiones productivas.
Además, se busca consolidarla como un componente en particular con presupuesto específico de mil 200 millones de pesos y reglas específicas, con lo cual se pretende atender la producción de alimentos a pequeña escala en huertas y granjas pequeñas; pero, además, la transformación de lo que se produce ahí para su comercialización.
Romero Celis añadió que se tendrán apoyos desde 50 mil pesos para una mujer hasta 3 millones de pesos para proyectos importantes de grupos de mujeres que comiencen trabajando sin estar constituidas legalmente. Estimó que con este componente se puede atender la demanda de muchas mujeres con ganas de trabajar. Se les va a dar capacitación, insumos para producción y comercialización.
Al dictar la conferencia, Ekaterina Parrilla, de la Unidad de Desarrollo Social de la CEPAL, señaló que 90 por ciento de las 143 economías tienen al menos una ley que restringe la igualdad económica para las mujeres. Además, sólo en el 28 por ciento de los países, las mujeres tienen los mismos derechos legales que los hombres a la propiedad de la tierra y al acceso de ésta.
Agregó que el 7.8 por ciento de las mujeres rurales indígenas tienen alguna discapacidad y esto les dificulta acceder a ciertos servicios; el 18.1 por ciento sólo habla una lengua indígena, lo que las limita. Asimismo, la mitad de las mujeres rurales indígenas viven en condiciones precarias de vida y el ingreso mensual para las mujeres rurales es de 477 pesos.