Comienza la limpia en Veracruz
Mas que enaltecer la envestidura presidencial de un país con mucho potencial y que, de alguna manera, lo recibió con las bases y cimientos más sólidos de los últimos tres sexenios, suficientes para hacerlo crecer y entrar a las grandes ligas con un mayor respeto; se ha dedicado a socavarlo más que a unirlo y fortalecerlo.
Fue muy buen opositor, señalaba con suma precisión todo aquello de lo que se adolecía y era necesario combatir y cambiar en el gobierno. Decía que era muy fácil ¡gobernar! Pero, una vez llegando a la presidencia no ha sabido hacerla y ha hecho justo lo opuesto, pero en grado superlativo. Lo que nos ha llevado a un retroceso atroz y a un paso de ser un régimen dictatorial y autoritario.
Lleva los cuatro años de su gobierno -entre otras cosas- enconando a la sociedad y a sus distintos sectores, fomentando su división, generando odio, enojo y anima aversión entre otras cosas y lo que en ello deriva.
Realmente no tiene una clásica definición de estilo de gobierno, pero se puede definir o encuadrar a través de sus rasgos amalgamados en una serie de corrientes y pensamientos que resultan en la definición de lo indefinible tradicionalmente.
Un rasgo que a mi parecer resalta, de su personalidad o raciocinio, es el pensamiento y principio maquiavélico. Personaje del siglo XVI y considerado padre de la política moderna, cuyo tratado: El Príncipe, no ha perdido vigencia y cuya máxima: el fin justifica los medios, ha sido la directriz -consciente o inconsciente- de muchos políticos y gobiernos.
Queda claro que el inquilino de Palacio Nacional, se conduce de manera unilateral y caprichosamente y hace todo aquello que mantenga su popularidad, de tal manera de seguir siendo estimado y admirado (“endiosado”) por el pueblo; sin omitir las “premiaciones” hechas a sus súbditos incondicionales lamebotas ni los “castigos”, para aquellos que no piensan como él o no le dan la razón, de tal manera que sirvan de ejemplo: si no estás conmigo, ¡estás contra mí! No admite posturas intermedias. Ambos son usados como una medida de control.
Todo aquello que le estorba e incomoda, busca la manera de evadirlo, quitarlo y hasta cambia las leyes para tenerlas a modo a través de sus diputavasallos. Con complejo mesiánico pretende dar lecciones de vida, hasta tergiversa y tropicaliza a modo, máximas y enseñanzas de personajes históricos, religiosos o moralmente respetables, pero no es capaz de vivir lo que habla y dice y mucho menos sustenta sus “otros datos”, aquellos que siempre argumenta tener. Es como los guajes o bules: huecos por dentro, pero con fachada que llama la atención.
Tomarse como algo personal las diferencias de opinión o fundamentos de comunicadores, politólogos, analistas, intelectuales, etc. no es digno de un mandatario. Pero hacer señalamientos públicos, exhibir hasta información personal de carácter privado y decir lo siguiente en su mañanera (el tema era sobre los medios de comunicación e información), no me alcanzan los adjetivos para expresar mi sentir y mi enojo:
“…. Es gente muy deshonesta, hay que seguir, hay que seguir informando, no dejarles libre el terreno, imagínense si nada más escucha uno a Ciro o a Loret de Mola o a Sarmiento. ¡No pues, además es hasta dañino para la salud; o sea, si los escucha uno mucho, ¡hasta le puede salir a uno un tumor en el cerebro! ….”
Pues a usted le digo que oír sus sandeces a diario, son más perjudiciales no solo para la salud personal sino para el país entero que ya lo tiene enfermo. Y que horas después, Ciro Gómez Leyva sufriera un atentado contra su vida, podrá ser o no coincidente, pero me queda claro de su corresponsabilidad en el asunto pues no lo exime. Usted, siendo oposición, hubiera ya traído una perorata de padre y señor mío contra el gobierno, ¿o no? Y luego ¿entonces?
Triste y lamentable hecho que a Dios gracias, Ciro vive para contarlo. Me sumo a la protesta manifiesta y enérgica en contra de quienes perpetraron el homicidio en grado de tentativa y a usted por su incapacidad de no poder contener ésta ola de inseguridad en la cual nos ha metido y, no solo eso, ha colocado a nuestro país en los primeros lugares de inseguridad mundial y además, en el segundo lugar con más asesinatos de periodistas no solo de sexenio alguno sino en el mundo, solo nos supera Ucrania y porque está en guerra; por lo que podría decirse, ocupamos el triste y lamentable primer lugar.
Desde aquí mi apoyo moral y solidario a Ciro Gómez Leyva y a todos aquellos compañeros que sufren y han padecido la persecución en el ejercicio de tan loable profesión en sí.
Estando ya próximos a la navidad; que la algarabía propia de estas fechas no nos haga olvidar el origen de ello: a ¡Jesús! el cumpleañero, el hijo de Dios hecho hombre; vivamos los valores de la navidad y prevalezcan éstos hoy y siempre en sus familias y seres queridos: “Cada navidad ha de ser para nosotros un nuevo especial encuentro con Dios, dejando que su luz y su gracia entren hasta el fondo de nuestra alma“ José Ma. Escrivá de Balaguer, escritor español, abogado y filósofo.